lunes, 14 de septiembre de 2009

EL ARCHIVO LVI - EL TURISMO ES BUEN NEGOCIO Y NOS BRINDA PLACER

He llegado a la conclusión, después de muchos lustros dedicado al desarrollo y promoción del turismo, que hay que ser creativo con lo que la naturaleza nos ha dado y por supuesto darlo a conocer, si es que realmente deseamos un país próspero y con futuro.

Después de un recorrido, exclusivamente turístico, por varias ciudades del mediterráneo y otros mares adyacentes, no tengo la menor duda de que si dedicamos nuestros esfuerzos a convertir nuestra Nicaragua en un país turístico, podríamos llegar, en unas décadas, a ser una nación donde el desempleo y la pobreza quedarían como cuentos de hadas.

No es un sueño, ni una vana ilusión, pero sí, un compromiso pendiente de las fuerzas vivas de este paraíso tropical que nos regaló el Creador del Universo, para convertirlo, con ahínco y dedicación, en un refugio natural que tanta falta le hace a los viajeros.

Un estudioso amigo de las bondades físicas y geográficas que posee este triangulo de montañas, ríos, lagos, lagunas, islas, praderas y playas, me decía, que poseemos una inmensa riqueza natural, que no hemos nunca apreciado y mucho menos fomentado. Somos un parque de inmensas atracciones y bellezas en bruto, que podemos convertir en atracciones turísticas y por ende, en bienestar para nuestro pueblo.

Ya es hora de despertar del letargo en que nos hemos sumergido, no es suficiente las buenas voluntades, tenemos que realizar que la competencia, y no hablo de otras latitudes, nos lleva muchos años de ventaja. Cuando Nicaragua comenzó (1966) a darle importancia a Turismo, los guatemaltecos y costarricenses, ya tenían años de invertir en infraestructura, publicidad y promoción, y aunque para esa fecha, la Dirección Nacional de Turismo, llego a tener reconocimiento como una importante oficina de gobierno, el presupuesto promocional era ridículo, por no decir inexistente.

Dubronik en Croacia y la Isla Santorini de Grecia, así como las Islas de Aruba y Curazao en el Caribe, entre otros pequeños destinos, tienen un afluente negocio turístico, lo que me asegura que las posibilidades de Nicaragua son factibles. En esos lugares lo que se enfatiza es, servicio con sonrisas y punto. No estoy mencionando grandes ciudades del mundo, ya que no podemos competir con ellos, pero con los lugares antes dicho, sí. Dubronik, ofrece un excelente y amistoso almuerzo en casas privadas, amenizado con un dueto de cantores con acordeón y violín y, por supuesto que mojadito con licor y vino de casa para afinar las voces de los visitantes. En Santorini, destaca el ingenio humano y cientos de burros, que son parte de la atracción, ya que la Isla es un peñasco agreste. Nosotros tenemos burros amaestrados en la ciudad de Ocotal, islas bellas, muy buena y apetitosa comida casera, cantores, guitarristas y un don natural para agradar al visitante. Si a esto le agregamos nuestro guarito refinado y vinos criollos, la oferta suena atractiva.

Lo que más me impresionó de las grandes ciudades de Europa, es su limpieza, pero lastimosamente contrasta con una aberración de afear con graffiti, los monumentos y paredes. No respetan nada. La ciudad de Filadelfia en Pensilvania, era así y con un programa que incita la creación de murales artísticos, no solo eliminaron el graffiti, sino que han embellecido la ciudad. Nicaragua podría solicitar asistencia técnica, ya que últimamente se las ido la mano a los pintores políticos.

Nada se completa en un día, pero solo se necesita un día para dar comienzo al proyecto más importante de Nicaragua, hacer del negocio del turismo, una prioridad.

¡Un abrazo fraternal al pueblo de Honduras, cuyo heroísmo en defensa de su Constitución, ratifica las gestas centroamericanas de libertad y dignidad que esta semana celebramos!

Hasta EL ARCHIVO LVII

alejandrojosesr

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