domingo, 28 de mayo de 2023

El Archivo DCCCXII

Las Madres
Las madres son el tesoro de la humanidad, son vida, nos aman y protegen desde que estamos desarrollándonos en su vientre, un proceso que yo llamo el milagro de la creación.

El mes que está por terminar se conoce como el mes del amor, mes de María Santísima y de todas las benditas madres, que simbolizan el amor, un sentimiento que viene del, y va hacia el infinito, por eso me gustó mucho leer el sentimiento de una hija para su progenitora: "MADRE", el que me motivó a compartirlo con vosotros y me inspiró para el tema de esta semana, dice así:

"¡Gracias mami! Porque me diste la vida y me entregaste tu amor. Porque velaste mis sueños y aguantaste los desvelos. Porque escuchaste mis dudas y tu consejo me hizo mejor. Porque moldeaste mi ser y hoy lucho por ser alguien mejor, gracias a tu ejemplo y enseñanzas. ¡Gracias mamá, por todo tu amor! ¡Te quiero montones!".
Así es como se quiere a las mamás, a MONTONES, una tierna y abrumadora expresión de hijas que se convierten en madres, de quienes, como dice ella, luchan por ser alguien mejor, por seguir el ejemplo y enseñanzas, pues las madres, mujer, naturaleza o patria, debe ocupar lugar preponderante en nuestras vidas y aquí viene la preocupación de siempre ¿estamos protegiéndolas?

Nuestras madres nacen madre, ellas desde niñas, sienten el anhelo de dar, lo vivimos al verlas jugar a ser madre en su niñez, así como también la madre naturaleza y la madre patria, nos dan refugio, nos motivan a respetarlas y a cuidarlas.

Las lágrimas se derraman "por no poder"; por no poder hacer, por no poder mitigar el dolor del prójimo, por no poder tener la potestad de Dios. Pero nunca olvidemos que hemos sido creados a su imagen y semejanza, lo cual nos permite actuar en el nombre de Dios, no como los que actúan en nombre de Satanás, esos que producen lágrimas en las madres cuando le asesinan un hijo, como sucede en países, donde criminales gobernantes, mandan a eliminar seres humanos como si cazaran feroces animales en la jungla. NO, y mil veces NO, no podemos seguir permitiéndolo, ya que asesinan seres humanos, asesinan esperanzas y el sueño de madres que nunca podrán resignarse a perder parte de su ser, ¡un hijo!
El dolor de perder un hijo, es como romper una rama en dos, así se lo dije a un "mandamás". El árbol de la vida, que es la madre, al perder una rama, pierde su armonía, pierde su razón de ser.

Duele perder a un progenitor, aunque es natural, pero nunca dolerá tanto como a una madre duele el perder a un hijo, lo cual, no es lo natural. Es muy triste el solo ver a madres, como las argentinas, bolivianas, chilenas, cubanas, nicaragüenses, venezolanas y de otros rincones de este mundo, llorar porque nunca más podrán recobrar al hijo, la rama truncada. Madres que solo comparten el silencio de la muerte.

El mundo de hoy es un "desmadre" (usando una palabra muy mexicana para caos). Hay guerra sucia contra la familia, contra la unión de valores maternales, los cuales son sinónimos de liberación y fuerza para combatir el vicio y la maldad.
El mundo está asediado por el capital salvaje, que utiliza a políticos desmadrados con el fin de destruir sitios de diversión familiar, como el caso del Mundo Disney, en la Florida, para desarrollar en su lugar un mega centro de casinos, foco de vicios y corrupción.

Todo lo anterior, nos llama a despertar, a luchar, emulando a las madres que siempre están presentes, con su espíritu y arrojo maternal, abanderando el honor y la ética familiar, que es la fortaleza de la humanidad.

Dios nunca abandona a quien se acoge a su misericordia. Nacimos para servir, para amar, en nuestra naturaleza no hay egoísmo, ni odio, ni maldad, por eso, Jesús en su cruz, le recordó a su madre, María, cuida de tu hijo Juan, simbolizando con ello, el amor, el valor de ser Madre.

domingo, 21 de mayo de 2023

El Archivo DCCCXI

Maquiavelo
Sebastián Peredo, en su artículo del "Oxford University Press" de noviembre de 2020, sobre el libro de Maurizio Viroli (1999). "Machiavelli (Founders of Modern Political and Social Thought)", contradice a lo que muchos piensan, Nicolas Maquiavelo no es el padre de las ciencias políticas. Saber un poco de alguien que muchos usan y citan equivocadamente, es interesante.

Maquiavelo era un famoso intelectual italiano –nacido en Florencia, 1469– fue un Diplomático, servidor público y teórico político, mayormente conocido por escribir El Príncipe (1513), una obra polémica y sin precedentes en la que aconseja al "magnífico" Lorenzo de Medici acerca de las "acciones de los hombres".
Según el artículo, Maquiavelo no tuvo la intención de fundar una "Ciencia de la Política" a lo largo de su obra, a pesar de que muchos lo declaren así, esta interpretación de su obra es errada. ¿Qué fue lo que hizo Maquiavelo entonces para alcanzar esta fama y llegar a ser uno de los autores modernos más citados, pero menos comprendidos?

Maquiavelo no recolecta o describe hechos, sino que, de manera alternativa, interpreta palabras, acciones y gestos, además de textos, con el propósito de dar consejo, hacer predicciones y reconstruir historias. Maquiavelo no experimenta ni realiza demostraciones, ni pretende que el conocimiento que ofrece se pueda generalizar. Su conocimiento es concreto, práctico y rara vez obedece a "leyes fundamentales".
Maquiavelo dio acucioso seguimiento a los eventos políticos de su época, muy de cerca, para comprender el significado de las acciones políticas y las intenciones de los individuos que las llevaron a cabo; y no para identificar leyes generales y permanentes, como intentan los actuales "Científicos Políticos" sin mucho éxito.

El objetivo de Maquiavelo era comprender la realidad política descubriendo los significados que no se encuentran inmediatamente visibles.

Maquiavelo fue un político. Y ha de ser leído como tal. ¿Cuál es su verdad? La verdad de la república, el imperio de la ley y la virtud ciudadana.

El escritor florentino consideraba que la vida bajo el gobierno de leyes justas era el más alto bien al que se podía aspirar en la tierra. Admiraba a los filósofos políticos como Aristóteles y Platón y, como ellos, pensaba que la vida política y cívica se basaba en los principios de igualdad ante la ley e igualdad de acceso a cargos públicos (en función de recompensar la virtud ciudadana).
Dijo que cuando el Estado se ve amenazado, los soberanos se enfrentan a situaciones de necesidad en las que la decisión no es entre políticas más o menos ventajosas, sino que entre la vida o la muerte.

Lo realmente atrevido de estas afirmaciones no es, realmente, su contenido. Estas lecciones no son, para la élite gobernante, algo novedoso. Lo polémico de un autor como Maquiavelo es el hecho de que haya decidido escribir tales saberes en un libro de circulación pública.

La proeza de Maquiavelo es, en verdad, darle al "Arte del Estado" una cierta dignidad pública, sacándolo de las sombras y poniéndolo a la luz del escrutinio popular. Se puede decir que El Príncipe es un libro subversivo porque despliega de forma pública –quizás por primera vez– una crítica abierta a los preceptos convencionales sobre los "principados", ahora conocidos como "dictaduras".
Aun cuando la crítica de Maquiavelo a la "política clásica" es radical, su intención no es desechar la tradición de Cicerón completamente. Al contrario, solo desea presentar las limitaciones que tiene este tipo de "sabiduría cívica", pues cree que los preceptos clásicos deben seguirse.

En realidad, es un libro controversial, escrito en una época en que los príncipes eran juez y parte, por lo que hace que el fraude, la mentira, la crueldad, las injusticias y otros medios controversiales sean lícitos para el príncipe, quien personificaba el estado, pero viéndolo desde la perspectiva de hoy, creo que nuestros políticos han malinterpretado Maquiavelo, por lo que recomendamos volver a leerlo y analizarlo, pues en verdad escribió y dejó un mensaje libertario.

domingo, 14 de mayo de 2023

El Archivo DCCCX

Necesitamos Liderazgo
Iberoamérica es un grupo de naciones cuya historial de liderazgo ha dejado mucho que desear. Líderes como los que lucharon para lograr separarse de la hegemonía europea –España y Portugal– no se ocuparon en dejar un legado de principios libertarios, de solidificar con documentos que fuesen la base para republicanizar con ideales, derechos y deberes a las ex colonias, donde la corrupción era su razón de existir, donde las constituciones cambian a la medida del dictador de turno.

Sé que es duro y muy crudo lo dicho, pero la verdad es que ni siquiera supimos seguir el ejemplo que nos legaron los fundadores de la primera gesta libertaria de América, Estados Unidos, el primer país de América en independizarse. Las 13 colonias, reuniéndose en varios "Congresos Continentales", decidieron separarse de Gran Bretaña, en 1776, al mismo tiempo que luchaban por vencer a las tropas inglesas y sus mercenarios –los que siempre han existido– en una sangrienta y larga guerra, para que su independencia fuese reconocida mediante el "Tratado de París", de 1783.
Las guerras por la liberación de las colonias del sur de América fueron también duras y largas, pero no se preocuparon por unirse mediante un documento patriótico como la "La Constitución de Estados Unidos" que inicia con un gran "Nosotros, El Pueblo", que es por la que combatieron esos lucidos patriotas americanos de las 13 colonias, colocando siempre por delante los intereses del pueblo, su prioridad eran los derechos del ciudadano que iba a formar parte de la República.

Los firmantes de la Declaración eran inmigrantes, algunos nacidos en Europa, que migraron a América en búsqueda de esos derechos inalienables del ser humano y del ideal americano, como los que lucharon en el sur. Y fue la pequeña colonia de Haití, la primera en independizarse en el sur, que ahora convertida en República, es conocida por su pobreza y la difícil realidad de un desgobierno que actualmente enfrenta.
La declaración de independencia de Estados Unidos de América –cuyo título oficial es "The unanimous declaration of the thirteen United States of America"– es un documento que vive citado por presidentes, como Abraham Lincoln que lo hizo pieza central de su retórica –el discurso de Gettysburg de 1863 uno de ellos– y sus políticas. Desde su origen es una conocida reivindicación sobre los derechos humanos, en particular su segunda oración "Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad", palabras que ha incentivado a la ciudadanía a través de sus 230 años de lucha por preservar esa unión gobierno-pueblo, conocida como democracia, y a mantener ese compromiso de unión de valores que el documento proclama.

El pasaje llegó a representar un modelo moral que Estados Unidos se esfuerza por cumplir y dicho punto de vista fue promovido notablemente por Lincoln, quien la consideró como el fundamento de su filosofía política y sostuvo que era una proclamación de principios a través de la cual debe interpretarse la Constitución de Estados Unidos. El famoso discurso de Gettysburg, el más notable ejemplo de ello.
Leímos miles de párrafos para llegar a la conclusión de que, a pesar del creciente respaldo popular a la independencia, lo que logró su realización, fue el LIDERAZGO de un ideal libertario, lo mismo que en la actualidad requieren los que luchan por la libertad y democracia de algunos países de Iberoamérica, ya que sus luchadores, como los integrantes del Congreso, que liberó las 13 colonias, tenían creencias políticas disímiles u opiniones personales, además de que los representantes no podían votar para declarar la independencia a menos que sus instrucciones permitieran tal acción. Pero aquí entró el liderazgo de la opinión pública favorable a la emancipación que crecía, así como crece día a día, la determinación de los ciudadanos de países como Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, que demandan a sus connacionales a unirse en Congresos Libertarios, por su independencia política y así lograr liberarlos de la barbarie de sus corruptos gobernantes.

Y ¡Feliz Día de Las Madres! en este mes de mayo, que se celebra el día de las madres en muchos países.

domingo, 7 de mayo de 2023

El Archivo DCCCIX

El Derecho Individual
El doctor José Azel, cubano investigador, escritor y colaborador en la Universidad de Miami, cuyos artículos los leemos en "La Prensa", diario digital nicaragüense en la clandestinidad, nos dice que el ciudadano "people" a que se refiere la Constitución estadounidense en "We, the people" (Nosotros, el pueblo), es la primera víctima de los gobiernos populistas, que haciendo mal uso del valor de la individualidad, lo convierte en masa amorfa, sin valores y sin esperanzas.
Si leemos acuciosamente los documentos fundacionales, encontraremos la afinidad de los pensamientos de los Fundadores, quedándonos claro que la libertad individual fue el principal motivo en la creación de Estados Unidos. La Constitución fue diseñada para aplicar los principios de la Declaración de Independencia, y funciona como dispositivo institucional para asegurar nuestros derechos naturales de vida, libertad y propiedad.

Para los Fundadores en esa palabra, "Nosotros", no significó una entidad colectiva, sino, "cada uno de nosotros", como ciudadano individual. Sin embargo, tiene extraordinarias consecuencias políticas.

Si lo interpretamos como un colectivo, expresa la prevalencia de la voluntad de la mayoría. Así, la Constitución se convierte en un mecanismo para satisfacer la voluntad colectiva, donde los únicos derechos legales individuales son aquellos que otorga la mayoría. En contraste, la interpretación como un individuo considera la Constitución como una herramienta para mantener a raya al gobierno, y así limitar leyes contrarias a nuestros derechos naturales como individuos.
Tal como lo formula el profesor estadounidense de derecho constitucional en Georgetown University, Randy Barnett, "la gran división actual en Estados Unidos es entre aquellos que creen, de acuerdo con los Fundadores, que primero están los derechos y luego el gobierno; y los que creen que primero está el gobierno y luego los derechos." El gobierno no es el creador de nuestros derechos naturales, y la mayoría no tiene derecho a violarlos. Nuestros derechos están por encima de una mayoría democrática.

En el centro de esta cuestión está la doctrina de los derechos naturales. Estos no dependen de las leyes o del gobierno, sino que existen antes del gobierno y emanan del sentido común. Debemos elegir "gobiernos democráticos" para garantizar nuestros "derechos naturales". Somos individuos con derechos, por lo tanto, necesitamos un gobierno basado en el derecho. La función del gobierno es proteger nuestra vida, libertad y propiedad, para que podamos buscar la felicidad individual.
Los Padres Fundadores creían que los gobiernos elegidos por mayoría eran inherentemente peligrosos para nuestros derechos individuales. Como nos recuerda el laureado columnista y premio Pulitzer, George Frederick Will; "de las principales instituciones creadas por la Constitución (Congreso, Presidencia y Corte Suprema) sólo la mitad de una de ellas, la Cámara de Representantes, es elegida directamente por el pueblo en su diseño Original" y continua que "Consecuentemente, después de la Fundación, las discusiones políticas comenzaban a menudo con un debate sobre si el gobierno federal tenía derecho a tomar alguna acción bajo los poderes enumerados por la Constitución. Hoy, casi nadie en la rama legislativa o ejecutiva cree que haya algún tema, en cualquier esfera, en que el gobierno federal esté excluido Constitucionalmente", lo cual es lamentable, porque nuestros derechos naturales deben prevalecer sobre el poder de la mayoría a gobernar.

La historia se ha definido como el registro de la lucha entre la libertad y la autoridad. James Madison identificó, como mal político, que la democracia pudiera producir la tiranía de la mayoría. "Nosotros, el pueblo" no debe entenderse como grupos étnicos, raciales, políticos o sexuales. No estamos definidos por accidentes de nacimiento o socialización como lo requiere la "política de identidad".

No somos lo que sea nuestro grupo. No somos una sociedad de colectivos adormecidos políticamente. Las opiniones individuales son necesarias para una saludable democracia. Debemos reclamar, como nuestros fundadores, que "Nosotros, el pueblo" somos personas individuales que nos definimos como participantes independientes en una sociedad libre, lo cual ha sido un largo recorrido de trabajo y lucha, ya reconocidos en los países con alta calidad democrática, aunque en muchos países, por motivos culturales, religiosos o de intereses políticos corruptos, muchos de ellos, siguen sin reconocer que EL DERECHO INDIVIDUAL ES INALIENABLE.