domingo, 26 de febrero de 2023

El Archivo DCCXCIX

HURRA por el Mundo Libre
La reacción del mundo libre a los desaciertos de los gobernantes que compiten en convertirse en el ganador de "los que dan palos de ciego", ha sido un contundente mensaje de solidaridad con los pueblos, como el de Nicaragua, que están siendo abusados y ultrajados por quienes, valga la repetición, actúan como analfabetas capataces de finca.

Administrar una República es un honor, dentro del sistema democrático, un privilegio que delegan los pueblos, a través de un proceso electoral libre, al ciudadano que haya demostrado honestidad, capacidad y experiencia en su vida privada y pública.
Pero lamentablemente la historia nos enseña que en los países sin cultura ni educación no es así, y esa es la razón del por qué el mundo se enfrenta a esa manada de populistas, oportunistas sin ética ni moral que se aprovechan de la falta de educación cívica de los electores. Es una realidad que el mundo ha venido enfrentando a través de los siglos, por lo que la reacción inmediata, valiente y positiva de líderes del mundo libre hacia los nicaragüenses declarados apátridas, envía un mensaje de esperanza, de ánimo, de solidaridad a todos aquellos que experimentan persecución y acoso de los que merecen ser catalogados como "mafias políticas", sin que para ello importe si se clasifican de izquierda, de derecha, de centro o yoquepierdistas.

Yoquepierdistas, una nueva categoría que hemos visto crecer, es sinónimo de irresponsabilidad cívica, y se puede asociar con el personalismo, o sea, egoísmo, que es innato en el ser humano. Se disfrazan aparentando no interferir en problemas ajenos, ya que el cumplir con el deber ciudadano de participar en la administración de un país, o sea participar en la política, no es considerada una actividad constructiva para el bien común, sino un modo de vida, que solamente requiere, como decía un amigo, la habilidad de engañar al prójimo.
La acertada decisión del gobierno del experimentado servidor público, Presidente Joseph R. Biden, de tomarle la palabra a la vocera, Vice Presidenta Murillo, del gobierno nicaragüense, de liberar a un grupo considerable de prisioneros y aislados políticos de oposición, da por descontado que un acto de tal magnitud, requiere de intercambio de condiciones, como fue la exigencia, de que los "liberados", deberían poseer un documento de identidad (Pasaporte), ya que no iban a la jungla, sino a un país ordenado y democrático, donde se requiere identidad ciudadana para ingresar.

Es loable que el gobierno estadounidense no puso ningún obstáculo a las filiaciones políticas de algunos de los liberados, quienes han sido agresivos y enemigos declarados del mal llamado "imperio". No hubo impedimentos ni condiciones y desde que ingresaron al ya histórico vuelo de liberación Managua-Washington, sufragado y planificado por Estados Unidos, demostrando ser un país protector de los perseguidos a nivel mundial, por ejercer los inalienables derechos a la libertad, causa que han contribuido con sus propias vidas.
Ese gesto, no solo liberó, sino que despertó un tsunami de amor, de solidaridad en el mundo libre, ofreciéndoles la ciudadanía de sus respectivos países a los "liberados" y en el caso de España, la Madre Patria, no solo hizo gala de su deber maternal, sino que, al ofrecer la nacionalidad española con su respectivo pasaporte de la Unión Europea, les facilita su movilización por la mayoría de los países del mundo.

El empecinamiento o error político del actual gobierno nicaragüense, al declarar inconstitucionalmente apátridas a los liberados y un grupo de 94 disidentes que ya se encontraban en el exterior, ha desatado una explosión de afecto y admiración hacia los perseguidos, de países hermanos, como Chile, Argentina y últimamente Colombia, Perú, México, Uruguay al igual que los 17 países miembros de la Organización de Estados Americanos, que condenaron los aberrados decretos del gobierno nicaragüense y reconocieron la importancia de una de las libertades básicas del ser humano, tener PATRIA.
Estamos seguros que otros países se sumarán a ofrecer su nacionalidad y refugio a los perseguidos, que no son mártires, sino representantes de la lucha por una Nicaragua libre.

domingo, 19 de febrero de 2023

El Archivo DCCXCVIII

¡Un Jueves de Alegrías y Tristeza!
Mis años en este mundo de sorpresas me ha enseñado que nada es imposible, y que lo posible llega sin uniformidad, pues lo que para algunos trae alegrías, para otros trae tristezas. La vida no la poseemos, ella nos posee a nosotros.

Todos tenemos que aceptar que en cada cabeza hay un mundo, por lo que no vendré aquí a juzgar los motivos que tuvo la pareja presidencial nicaragüense para liberar, de sus mazmorras y confinamientos, a los ahora 221 conciudadanos, ya que uno, y muy importante por ser un predicador del amor al prójimo, Monseñor Álvarez, obispo de Matagalpa, decidió rehusar subir al avión que lo llevaría a la libertad. Y los "mandamás", ofendidos quizás, decidieron adelantar su sentencia condenándolo a 26 años y unos cuantos meses, que todavía me pregunto para qué, pues lo que les tocaba hacer, era invitarlo a que regresara a su Templo y ahí siguiera predicando la palabra de Jesús, el que también rehusó renunciar a sus derechos y morir en la Cruz, con el objetivo de redimir, casualmente, a quienes, como la pareja, no han llegado a entender que la única forma de ser feliz, es conviviendo.
Ese mismo día, jueves 9 de febrero de 2023, un eminente y sencillo nicaragüense se entregó al sueño eterno, se llamaba Francisco J. Laínez Matamoros (1925-2023), nacido en Managua, quien pasó su primaria en el Instituto Pedagógico La Salle, su secundaria en el instituto público "Ramírez Goyena" y culminó con su graduación en Chile, en Economía y Finanzas, para ser luego el fundador y primer presidente del Banco Central de Nicaragua. Para muchos sus 8 años a cargo del Banco fueron controversiales, y es posible que su forma de operar lo fuese, ya que aun siendo muy dócil a Somoza Debayle, entonces presidente de Nicaragua, no permitió que la política partidista permeara el Banco y nunca se doblegó, prefiriendo renunciar antes de aceptar lo que iba en contra de su ética y de los intereses nacionales, por ejemplo: el que un gobernante abriera un Banco privado. Las normas y disciplina que impuso han sido lo que ha mantenido en pie la Institución, a pesar del manoseo de la década de los 80 y de los des gobernantes que han regido Nicaragua.
Tuve el honor de conocer al Dr. Laínez, fue un amigo incondicional y sincero, nunca trabajé para él, pero si fue mi mentor y consejero. En su obra "¿Atrasados para siempre?" –muy recomendable– nos dice que la pobreza es el resultado del sistema de producción y del sistema político de Nicaragua, que no se soluciona con parches dispersos, porque equivale a tomar un medicamento que produce alivio, pero solo temporalmente. El pueblo nicaragüense lo que demanda urgentemente es su bienestar. También recomiendo otro de sus libros, "El Sueño de los Nicaragüenses". Mis más sentidas condolencias a Carmen, sus hijos, familia y a Nicaragua, de quien fue un digno servidor.

Regresando al jueves de la alegría, Estados Unidos y España, se merecen un aplauso de agradecimiento, actuaron con diligencia, sus funcionarios se acomodaron a las circunstancias del momento y han demostrado al mundo que, abriendo sus puertas sin condiciones, y respetando las ideologías políticas de sus huéspedes, confirman sus principios democráticos o sea que la vida, la dignidad, la intimidad y la libertad son derechos fundamentales dado su carácter inalienable.
Monseñor Álvarez no es un mártir, es un apóstol de la dignidad, la libertad y la paz. El despreciar su contribución al bien común es uno de los errores más incomprensibles de la pareja gobernante de Nicaragua, ya que tienen en él a un digno y justo vocero de quienes solo desean bienestar. El disentir, no significa ser adversario, no es atacar, es simplemente un derecho y una obligación ciudadana, pues como humanos, los gobernantes también cometen errores, los cuales deben corregirse, y la única manera es conocerlos. Esa es la DEMOCRACIA.

domingo, 12 de febrero de 2023

El Archivo DCCXCVII

Presidente Ortega, ¡le felicito!
Liberar a 222 prisioneros políticos, sin pedir nada en cambio, es un acontecimiento, un paso importante en la política convulsionada latinoamericana.

Nos dice, que el Presidente Ortega decidió dar un primer paso hacia la democratización de su país, Nicaragua, por lo que le felicitamos y agradecemos, aunque para ello haya promulgado una Ley "desnacionalizando" a los liberados, que tanto él como sus obedientes legisladores saben es inoperante, pues no hay poder alguno que pueda borrar, menos con un decreto, el derecho adquirido al nacer, o sea la nacionalidad, pero si eso los hace feliz y poderosos, allá ellos.
Enviamos por "Servientrega Internacional" la carta que el domingo anterior dimos a conocer y mostramos, y se entregó en Managua el lunes 6, aunque no se puede confirmar como entregada.  Este semanario se enorgullece en haber perseverado en secundar las solicitudes de liberación al Señor Presidente, de los detenidos en prisión o en sus casas por el solo hecho de disentir con su forma de gobierno y expresar su patriotismo sin cortapisas, lo cual confirme en forma personal por ser nativo de ese bello país.  El gesto del Comandante y su VicePresidente Murillo, claro, es una decisión unilateral, parte del indetenible proceso de democratización, necesario para el bienestar y paz del pueblo nicaragüense.

Ahora, más que nunca, sigo insistiendo en una tarjeta, aunque en Casa Presidencial la echen en la basura, ya que lo que deseamos es activar ese dormido patriotismo en forma individual, que nos despierte del letargo, conformismo e irresponsabilidad ciudadana, siempre en espera de que alguien foráneo, intervenga y nos entregue un país sin incertidumbre, lo cual, no es viable, ya que los países del mundo libre son respetuosos, aun a sabiendas que existen abusos de gobiernos populistas, que aunque pregonan ser democráticos, actúan como dictaduras.
Cuando hablo de despertar el patriotismo no me limito a los que sufren de inestabilidad política, incluyo a los que las causan, a quienes debemosconvencer que no nos motiva la revancha ni el odio, sino el deseo de convivir respetando derechos, a disentir, a elegir y a ser elegidos en un proceso electoral libre y justo, donde ellos también tendrán oportunidad de ser electos, donde se utilice el voto y no la bala fratricida, la que través de nuestra historia ha destruido esperanzas y anhelos de paz, desarrollo y bienestar.

El concepto de mensajes personales, positivos y honestos, no es para derrocar gobiernos, es para hacerles ver que, aunque su sistema ha obstaculizado el derecho ciudadano, existe una mayoría que patrióticamente anhela restaurarlo en forma pacífica y positiva.
No es un sueño el pretender que nuestro continente se convierta en un ejemplo, a nivel mundial, de convivencia y estabilidad social y política, pues tenemos países, como Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Uruguay y Panamá, donde la democracia es completa, otros con democracia flexible o hibrida, pero solo tres; Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde es ausente, y el autoritarismo es la razón de su pobreza, incertidumbre e inequidad, que está afectando y muy seriamente, el balance migratorio de toda América.

Esos mensajes que insisto en promover, es común en las democracias, el martes 7 por la noche, en la comparecencia del Presidente Biden ante el Congreso de esa nación, hizo mención de una de las cartas que diariamente recibe; lamentando la barbarie policial perpetrada por la policía de Memphis, Tennessee, en un joven afroamericano, Tyre Nichols. Felicitamos al Presidente   Biden, por su discurso, pues como dice Susan B. Glasser en ´The New Yorker’, fueron palabras "razonables, centradas, constructivas y apasionadas" Los latinoamericanos en general, somos indolentes, nos hace falta espíritu de lucha cívica, por lo menos deberíamos recordar aquella frase de Rubén Darío: ¡Oh Señor Jesucristo, por qué tardas! ¡Qué esperas para tender tu mano de luz sobre las fieras y hacer brillar al Sol tus divinas banderas!
En cuanto a los 222 liberados, nos queda el compromiso de apoyarlos, de contribuir a su asentamiento, espero que la diáspora se una en esfuerzos y les diga presente, agradeciendo a la Administración Biden-Harris por su cooperación en este histórico evento, y al Goberno y pueblo Español por su rápido ofrecimiento de nacionalidad española a los mismos.

domingo, 5 de febrero de 2023

El Archivo DCCXCVI

Honestidad e Integridad
¿Somos realmente honestos e íntegros? Pregunta que deberíamos hacernos, ya que según el diccionario, la honestidad, hablar y actuar con sinceridad, es más que no mentir, no engañar, no robar o no hacer trampas. Implica mostrar respeto hacia los demás y tener integridad y conciencia de sí mismo. Por lo que resultan ser muy pocos los 100 por ciento honestos, y no me refiero hacia el prójimo, sino hacia nosotros mismos.

Algunos lectores de El Archivo de la semana pasada, creen que la carta que recomiendo escribir y enviar a los Presidentes es una necedad, un desahogo; y posiblemente tengan razón, ojo, si fuesen solo un puñado, pero si fuesen miles y miles de sobres, en cada país, con mensajes no de odio, ni de amenazas, tengo la certeza que después de ignorar los primeros cien, llegaría la curiosidad de abrir unas cuantas, encontrándose con la sorpresa de que se trata de mensajes de conciudadanos que buscan entendimiento, convivencia en paz y, posiblemente, seguirían abriendo más sobres, encontrando más de lo mismo: Entendámonos, respetémonos, ya que de lo contrario, todos perdemos.
Es necesario que, de una vez por todas, entendamos que los que ejercen el poder son seres humanos, y aunque algunos abusan por codicia o por ese sentimiento también humano de creerse superiores, todos sabemos que hay un final del que nadie se ha escapado, por lo que una oferta de convivencia, donde no hay vencedores ni vencidos, es una oportunidad válida y merece, por lo menos, ser tomada en consideración.

Todos sabemos que los aduladores abundan, oportunistas que medran el poder por beneficio personal. Es para contrarrestar esta nefasta influencia que el pueblo tiene la responsabilidad cívica de expresar sus sentimientos, y que mejor forma que una carta personal y respetuosa.

No hay duda que una concentración o desfile de ciudadanos inconformes con el poder omnímodo y abusivo es impresionante, pero también amedrenta a las autoridades, quienes responden con fuerzas policiales que abusan de sus armas, causando daños irreparables en quienes solo están ejerciendo el derecho de protesta cívica.
Por el contrario, los sobres con misivas de convivencia y paz, no amedrentan, no amenazan, son de un pueblo que busca la comprensión y protección del poder, dentro de las leyes y reglamentos de su Constitución Política.

Las cartas son individuales, aunque en algunos casos, expresan el sentimiento de familias que han quedado desamparadas, debido a que su cabeza o responsable, se encuentre injustamente en prisión o refugiado en el exterior.

Las cartas son el faro que ilumina el camino hacia una convivencia de valores, cartas de ciudadanos responsables sin intereses ocultos, pues lo único que anhelan es la oportunidad para producir el bienestar de sus familias, trabajando sin el temor que produce la incertidumbre, una palabra que desconocen los integrantes de gobiernos irresponsables e irrespetuosos de los derechos que todo ser humano anhela y merece en libertad.
Nuestras Américas adolecen de protección ciudadana, somos un continente que ha crecido en el subdesarrollo que producen las interminables guerras fratricidas que, últimamente, se han convertido en bandas delincuenciales armadas, que aprovechando el irresponsable populismo de alguno de sus gobernantes, se convierten en el látigo que abruma a los pueblos.

Por todo lo anterior es que recomendamos darle una oportunidad a la antigua forma de expresión, la carta personal, donde se expresan sentimientos en búsqueda de convivencia y armonía familiar, en una casa llamada República, por lo que podríamos decir que esta "carta" es nuestro voto razonado, es nuestro mensaje de convivencia, es nuestro llamado a convivir en paz.

A continuación, la imagen del sobre que ya envié al Presidente de mi lar natal.
* A excepción de la carta, agradecemos las fotos que obtuvimos de pexels.com