domingo, 12 de febrero de 2023

El Archivo DCCXCVII

Presidente Ortega, ¡le felicito!
Liberar a 222 prisioneros políticos, sin pedir nada en cambio, es un acontecimiento, un paso importante en la política convulsionada latinoamericana.

Nos dice, que el Presidente Ortega decidió dar un primer paso hacia la democratización de su país, Nicaragua, por lo que le felicitamos y agradecemos, aunque para ello haya promulgado una Ley "desnacionalizando" a los liberados, que tanto él como sus obedientes legisladores saben es inoperante, pues no hay poder alguno que pueda borrar, menos con un decreto, el derecho adquirido al nacer, o sea la nacionalidad, pero si eso los hace feliz y poderosos, allá ellos.
Enviamos por "Servientrega Internacional" la carta que el domingo anterior dimos a conocer y mostramos, y se entregó en Managua el lunes 6, aunque no se puede confirmar como entregada.  Este semanario se enorgullece en haber perseverado en secundar las solicitudes de liberación al Señor Presidente, de los detenidos en prisión o en sus casas por el solo hecho de disentir con su forma de gobierno y expresar su patriotismo sin cortapisas, lo cual confirme en forma personal por ser nativo de ese bello país.  El gesto del Comandante y su VicePresidente Murillo, claro, es una decisión unilateral, parte del indetenible proceso de democratización, necesario para el bienestar y paz del pueblo nicaragüense.

Ahora, más que nunca, sigo insistiendo en una tarjeta, aunque en Casa Presidencial la echen en la basura, ya que lo que deseamos es activar ese dormido patriotismo en forma individual, que nos despierte del letargo, conformismo e irresponsabilidad ciudadana, siempre en espera de que alguien foráneo, intervenga y nos entregue un país sin incertidumbre, lo cual, no es viable, ya que los países del mundo libre son respetuosos, aun a sabiendas que existen abusos de gobiernos populistas, que aunque pregonan ser democráticos, actúan como dictaduras.
Cuando hablo de despertar el patriotismo no me limito a los que sufren de inestabilidad política, incluyo a los que las causan, a quienes debemosconvencer que no nos motiva la revancha ni el odio, sino el deseo de convivir respetando derechos, a disentir, a elegir y a ser elegidos en un proceso electoral libre y justo, donde ellos también tendrán oportunidad de ser electos, donde se utilice el voto y no la bala fratricida, la que través de nuestra historia ha destruido esperanzas y anhelos de paz, desarrollo y bienestar.

El concepto de mensajes personales, positivos y honestos, no es para derrocar gobiernos, es para hacerles ver que, aunque su sistema ha obstaculizado el derecho ciudadano, existe una mayoría que patrióticamente anhela restaurarlo en forma pacífica y positiva.
No es un sueño el pretender que nuestro continente se convierta en un ejemplo, a nivel mundial, de convivencia y estabilidad social y política, pues tenemos países, como Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Uruguay y Panamá, donde la democracia es completa, otros con democracia flexible o hibrida, pero solo tres; Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde es ausente, y el autoritarismo es la razón de su pobreza, incertidumbre e inequidad, que está afectando y muy seriamente, el balance migratorio de toda América.

Esos mensajes que insisto en promover, es común en las democracias, el martes 7 por la noche, en la comparecencia del Presidente Biden ante el Congreso de esa nación, hizo mención de una de las cartas que diariamente recibe; lamentando la barbarie policial perpetrada por la policía de Memphis, Tennessee, en un joven afroamericano, Tyre Nichols. Felicitamos al Presidente   Biden, por su discurso, pues como dice Susan B. Glasser en ´The New Yorker’, fueron palabras "razonables, centradas, constructivas y apasionadas" Los latinoamericanos en general, somos indolentes, nos hace falta espíritu de lucha cívica, por lo menos deberíamos recordar aquella frase de Rubén Darío: ¡Oh Señor Jesucristo, por qué tardas! ¡Qué esperas para tender tu mano de luz sobre las fieras y hacer brillar al Sol tus divinas banderas!
En cuanto a los 222 liberados, nos queda el compromiso de apoyarlos, de contribuir a su asentamiento, espero que la diáspora se una en esfuerzos y les diga presente, agradeciendo a la Administración Biden-Harris por su cooperación en este histórico evento, y al Goberno y pueblo Español por su rápido ofrecimiento de nacionalidad española a los mismos.

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