ETICA, EDUCACION, SALUD Y CULTURA, son las piezas que une la familia y aunque en las familias, hay de todo, incluso corruptos, irresponsables, inconcientes y egoistas, en alguna etapa de sus vidas, sigue siendo el núcleo más unido que todavía tenemos en Nicaragua.
El viernes 15, tuve la oportunidad de presenciar una demostración de esa unidad en la peregrinación de familias campesinas que residen en los comarcas de los valles de Jinotega, quienes anualmente rinden tributo a San Isidro Labrador, rogándole que les bendiga con un buen invierno. Era un mar de gente a pie, a caballo y en carretas alegóricas, que hacían el recorrido acompañado por grupos musicales, cohetes y morteros, desde La iglesia del Llano de la Tejera hasta la Catedral de San Juan, donde con devoción cantaron, oraron y escucharon el sermón del Párroco y la celebración de la Santa Misa.
Este grupo familiar campesino, humilde, honesto, digno y noble, multiplicado a nivel nacional, es la esperanza de esta Nicaragua agraria, y son los pastores de la Iglesia de Cristo, quienes predicando con amor y fe, deben animarles a continuar en sus esfuerzos laborales y productivos por su bienestar y progreso, incentivándoles a ver la importancia de la educación en el futuro de sus hijos.
La semana pasada estuvieron reunidos en Managua, los Obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano, quienes hablaron de una renovada evangelización, “de la importancia de promover la ética como punto de referencia indispensable en una sociedad plural” que debido a “la crisis económica global” ha repuntado ”la pobreza en varios países, con cierto desencanto de la democracia que ha llevado a la búsqueda de nuevos modelos políticos mezclados con populismo” instando con esto a los laicos que se unan y luchen por sus derechos.
Agradezco las opiniones sobre nuestro ARCHIVO anterior, donde muchos lectores reclaman estabilidad constitucional. Coincidentemente, el Arzobispo Brenes, les responde al sugerir se convoque un Referéndum sobre si la ciudadanía aprueba o no, cambios en la Carta Magna.
Es por esto que las Iglesias y Templos están llamados a hacerle ver a sus fieles la necesidad de unir esfuerzos dentro de sus respectivas comunidades, para luchar con dignidad cívica por sus derechos, ya que de la seguridad institucional, dependen sus oportunidades de trabajo y bienestar. Esto es cumplir con la labor evangélica que Cristo encomendó a sus apóstoles. No es politiquería.
Tenemos que despertar, ya que los que están dedicados a la destrucción de la República, no van a detenerse. Nuestros males, se encuentran enraizados en las “Maras políticas”, que hace tiempo dominan nuestra vida publica, entre las cuales, hay capos de familias influyentes, quienes, se alimentan, enriquecen y fortalecen su prepotencia en el fango de la miseria de nuestro pueblo, pero felizmente, nuestra historia nos enseña, de que todo esto y más, lo ha derrumbado ese mismo pueblo.
Otro problema es la impunidad, aquí no hay castigo, y lo peor es que ya no importa si el asesino, abusador sexual, cuatrero, ladrón de tierras o bienes, se viste de traje, guayabera o cotona, ya que para todos hay un precio, pero esto no quiere decir que las cárceles estén vacías, ya que los reclusos, en su gran mayoría, rateros, asalta taxis, carteristas, roba cadenas, relojes, celulares, etc., pasan allí sus temporadas, debido a que la “corrupción” o las conexiones políticas son tan eficientes, que salen libres más rápido que un mago hace aparecer un conejo en un escenario.
Y como no contamos con un Poder Judicial que garantice y demande respeto a nuestras leyes, ya que tanto Magistrados como Jueces son nombrados por sus respectivas afiliaciones partidarias, he aquí donde LA FAMILIA es nuestra esperanza, donde los experimentados y responsables abuelos, como esos que forman el Consejo de Ancianos de nuestros hermanos de la Costa Atlántica, deben de comenzar a convocar Concilios familiares en el resto de la República, para motivar la dignidad, la ética y el derecho a tener una nación donde impere la Ley y la Justicia.
Desde Managua, la semana del 18 al 24 de Mayo del 2009. Hasta EL ARCHIVO XLI.
alejandrojosesr
El viernes 15, tuve la oportunidad de presenciar una demostración de esa unidad en la peregrinación de familias campesinas que residen en los comarcas de los valles de Jinotega, quienes anualmente rinden tributo a San Isidro Labrador, rogándole que les bendiga con un buen invierno. Era un mar de gente a pie, a caballo y en carretas alegóricas, que hacían el recorrido acompañado por grupos musicales, cohetes y morteros, desde La iglesia del Llano de la Tejera hasta la Catedral de San Juan, donde con devoción cantaron, oraron y escucharon el sermón del Párroco y la celebración de la Santa Misa.
Este grupo familiar campesino, humilde, honesto, digno y noble, multiplicado a nivel nacional, es la esperanza de esta Nicaragua agraria, y son los pastores de la Iglesia de Cristo, quienes predicando con amor y fe, deben animarles a continuar en sus esfuerzos laborales y productivos por su bienestar y progreso, incentivándoles a ver la importancia de la educación en el futuro de sus hijos.
La semana pasada estuvieron reunidos en Managua, los Obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano, quienes hablaron de una renovada evangelización, “de la importancia de promover la ética como punto de referencia indispensable en una sociedad plural” que debido a “la crisis económica global” ha repuntado ”la pobreza en varios países, con cierto desencanto de la democracia que ha llevado a la búsqueda de nuevos modelos políticos mezclados con populismo” instando con esto a los laicos que se unan y luchen por sus derechos.
Agradezco las opiniones sobre nuestro ARCHIVO anterior, donde muchos lectores reclaman estabilidad constitucional. Coincidentemente, el Arzobispo Brenes, les responde al sugerir se convoque un Referéndum sobre si la ciudadanía aprueba o no, cambios en la Carta Magna.
Es por esto que las Iglesias y Templos están llamados a hacerle ver a sus fieles la necesidad de unir esfuerzos dentro de sus respectivas comunidades, para luchar con dignidad cívica por sus derechos, ya que de la seguridad institucional, dependen sus oportunidades de trabajo y bienestar. Esto es cumplir con la labor evangélica que Cristo encomendó a sus apóstoles. No es politiquería.
Tenemos que despertar, ya que los que están dedicados a la destrucción de la República, no van a detenerse. Nuestros males, se encuentran enraizados en las “Maras políticas”, que hace tiempo dominan nuestra vida publica, entre las cuales, hay capos de familias influyentes, quienes, se alimentan, enriquecen y fortalecen su prepotencia en el fango de la miseria de nuestro pueblo, pero felizmente, nuestra historia nos enseña, de que todo esto y más, lo ha derrumbado ese mismo pueblo.
Otro problema es la impunidad, aquí no hay castigo, y lo peor es que ya no importa si el asesino, abusador sexual, cuatrero, ladrón de tierras o bienes, se viste de traje, guayabera o cotona, ya que para todos hay un precio, pero esto no quiere decir que las cárceles estén vacías, ya que los reclusos, en su gran mayoría, rateros, asalta taxis, carteristas, roba cadenas, relojes, celulares, etc., pasan allí sus temporadas, debido a que la “corrupción” o las conexiones políticas son tan eficientes, que salen libres más rápido que un mago hace aparecer un conejo en un escenario.
Y como no contamos con un Poder Judicial que garantice y demande respeto a nuestras leyes, ya que tanto Magistrados como Jueces son nombrados por sus respectivas afiliaciones partidarias, he aquí donde LA FAMILIA es nuestra esperanza, donde los experimentados y responsables abuelos, como esos que forman el Consejo de Ancianos de nuestros hermanos de la Costa Atlántica, deben de comenzar a convocar Concilios familiares en el resto de la República, para motivar la dignidad, la ética y el derecho a tener una nación donde impere la Ley y la Justicia.
Desde Managua, la semana del 18 al 24 de Mayo del 2009. Hasta EL ARCHIVO XLI.
alejandrojosesr
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