El Archivo DCCCVIII

La Frustración de Fidel: Colombia

Colombia fue para Fidel una frustración, y lo peor es que también lo es para sus compañeros del "Socialismo del Siglo XXI". No han podido dominarla, aunque si infiltrarla, lo cual es peligroso, tanto así que llegaron a lograr la elección de un presidente, el actual, que es un abierto simpatizante de lo que podríamos llamar la aberración "castrochavista" y, además, fue un guerrillero que, como Fidel, dejo las armas y se convirtió en político, lo cual es un arma más poderosa dentro del sistema democrático presidencialista, lo que le permite perforar al más intricado sistema democrático, y si dudamos, veamos de reojo a Venezuela.

El "Bogotazo" fue una frustración para el joven Fidel, según su propio relato, parte del cual, compartimos el domingo pasado. Anduvo de la seca a la meca tratando de ser parte de la "incontrolable explosión de un pueblo, que sin líder y sin meta, se volcó en una todavía inexplicable ola destructiva" y como dicen, "unos a la bulla y otros a la cabuya" –que alguien se aprovecha de las situaciones caóticas–, los saqueos y destrucción, no se hicieron esperar.

Lo que si vivió Fidel en el "Bogotazo" fue una clase avanzada de formación para su guerra de guerrillas. Para Castro, la desorganización de la gente el 9 de abril de 1948, era evidente: "Estoy viendo un gran desorden, una gran indisciplina, que no hay organización".

Cuba es uno de los países más influyentes de la historia del mundo guerrillero, y Fidel también lo fue, sin quererlo, de uno de los episodios más dramáticos de la historia de Colombia, que al final le ayudó a entender cómo tendría que canalizar el descontento social.

Ese conocimiento fue reciclado años más tarde, cuando Cuba exportó la revolución cubana a Latinoamérica, de la mano del Che Guevara y otros que emularon el pensamiento del líder cubano, tales como los "Sandinistas" de Nicaragua, etc.

Sigamos con el relato de Fidel: "Entré en una de las habitaciones; había allí un grupo, que después comprendí que eran oficiales completamente desmoralizados y acobardados. Les pregunté si tenían armas o ropa de campaña, ropa militar; y, por cierto, no se me podrá olvidar que, habiéndome sentado en una de las camas en disposición de ponerme unas botas militares, uno de aquellos oficiales, en medio de aquel caos, no se le ocurrió otra cosa que gritarme lleno de preocupación: ¡Mis boticas no! Salí al fin con unas botas, un capote militar y una gorra sin visera. Mientras tanto, un tiroteo descomunal tenía lugar en el patio. Bajé, y eran los primeros hombres del pueblo armados probando sus armas al aire.

En medio del patio un oficial armado de un fusil trataba de formar una escuadra; me arrimé allí y también me formé en la escuadra. Cuando aquel oficial me vio con tantas cananas y la escopeta de gases lacrimógenos, se dirigió a mí, y me dijo ¿Qué vas a hacer con todo esto? Mira, mejor dámelo y yo te entrego el fusil este. Para recibirlo, en medio de mucha gente que quería armas, tuve que forcejear duramente. Y así tuve al fin un fusil 'Mauser' con 16 balas, de las cuales empleé cuatro cuando estaba de patrulla. En realidad, es increíble que no nos mataran".

Pero vio que ahí no había nada que hacer, entonces decidió irse: "La representación diplomática de Cuba –Grau San Martin era presidente– gestionó los medios para que nosotros –el grupo cubano– saliéramos del país. Y en un avión que había ido por aquellos días a recoger unos toros para una lid de toros en La Habana en un viaje de cinco horas".

Si hay algo que no deseamos para ninguna ciudad es otro Bogotazo, sea cual fuese la causa, pues como dice un amigo; sería más destructivo, debido a las redes sociales del internet. Debemos de luchar por la convivencia y tolerancia democrática de gobierno. Es lo único que nos puede llevar al desarrollo y bienestar que merecen nuestros pueblos. Lo contrario lo demuestra el caos económico y político de los países del mal llamado "Socialismo del Siglo XXI". Así que mucho cuidado, queridos iberoamericanos.