El Archivo DCCXCV

Perseverar es Primordial

PERSEVERAR por el bien común, por salvar vidas y crear esperanzas, es primordial, es nuestro deber.

Toda sugerencia o mensaje que se realiza con perseverancia y honestidad, sin trucos ni "guatusas", tiene posibilidades de lograr la atención del poder y es hasta posible que este lo tome en consideración.

No sé si esta sería la primera vez que ese tipo de esfuerzo se haya intentado, pero sí sé qué fui intermediario –por empatía y amistad de familias– de un esfuerzo semejante, entre un grupo de patriotas liberales y el poderoso de la época, el General y Presidente de la República, Anastasio Somoza Debayle, esfuerzo en el cual él se quitaría el quepis de "Jefe", para ponerse el de "Líder", líder de un proceso que daría a Nicaragua; estabilidad económica, respetabilidad política y, lo más importante, paz, que hubiese evitado el sacrificio de miles de jóvenes, que perdían la oportunidad de formar familias y trabajar por el desarrollo del país. Para el beneficio de la historia, doy fe que Somoza demostró bastante interés, pero mientras conversábamos entró al despacho uno de sus oportunistas paniaguados, quien al escuchar el resumen de la propuesta, exaltado replicó que: "lo que 'estos' –en forma despectiva– quieren, es tomar el poder, algo imposible, ¡Nicaragua dejaría de existir sin Somoza!", lo que dio por terminada nuestra conversación, con las tristes, sangrientas y destructivas consecuencias.

En este escrito también presento una propuesta, pero no tiene intermediario, simplemente se invita al ciudadano común y corriente de nuestros países, a demostrar que existe espíritu y unión de valores cívicos y como sugerencia, una carta, la que se enviaría por correo postal. Puede ser modificada conforme sentimientos y educación del ciudadano firmante, y las metas son: "humanizar" la gestión gubernamental, incentivar convivencia y que el Presidente en funciones, sea el "Líder" del proceso democrático de una República, donde todos puedan ejercer sus derechos sin discriminación política o social alguna. Otra meta sería eliminar la incertidumbre que producen los abusos de poder, revistiendo al Primer Magistrado de esa "compasión humana" que identifica al ser humano, con dignidad y patriotismo.

Es escribir una carta solicitando a los Presidentes de nuestras Américas, liberar a los conciudadanos que mantienen encarcelados o bajo detención domiciliaria, por el solo hecho de disentir y expresar cívicamente su desacuerdo con sus formas de gobierno, así de simple, como fue simple apresarlos. Una carta patriótica, por correo postal, nada de misivas virtuales. Y que todo ciudadano que desee que su país progrese en libertad participe de este esfuerzo cívico, demostrando al mundo, que somos responsables de nuestros lares nativos.

Es un mensaje de convivencia para poder lograr el tan necesitado desarrollo económico en el que, gobernantes y gobernados, debemos cumplir y respetar nuestras leyes y regulaciones, en libertad, democracia y libertad, un sueño de este joven Continente, por el que nuestras madres han derramado lágrimas, ya que el proceso, hasta hoy, ha sido cruel, sangriento y vacío de esperanzas.

Ejemplo de Carta, la que enviaré por correo postal al Señor Presidente de mi país natal:

Señor Comandante Daniel Ortega Saavedra
Presidente de la República de Nicaragua
Casa Presidencial - Villa El Carmen
Managua, Nicaragua.

Estimado Señor Presidente Ortega Saavedra,

Al felicitarle por el honor de ocupar el cargo de Presidente de la República de mi lar nativo, Nicaragua, deséole salud y felicidades en unión de su señora esposa, Doña Rosario e hijos.

El propósito de esta carta es incentivar su patriotismo, para llevar a todos los nicaragüenses, sin distinción alguna, la protección de su alto cargo, para que haya convivencia y todos podamos, con libertad y democracia, luchar por el desarrollo económico y social de Nicaragua, una Patria Libre.

Nuestra historia será representada por nuestros hechos y acciones. Nuestro legado será el impacto en nuestro mundo, el suyo, Nicaragua. Es lamentable, que los nicaragüenses no hayamos logrado, a través de años de luchas y sufrimiento, el respeto que todos nos merecemos de disentir, un derecho inalienable de todo ser humano, sea por falta de educación cívica o de patriotismo. Usted, Presidente Ortega, tiene la oportunidad de hacer historia y dejar un legado inigualable, al implementar libertades y democracia en nuestra bella Patria, y un buen comienzo sería liberar a los que, por disentir, guardan prisión o aislamiento domiciliar, e invitar a todos los que se encuentran en el exterior, a regresar a sus hogares, asegurándoles sus derechos civiles, y respetar todas las creencias religiosas, sus pastores y tradiciones, alimento espiritual que forma parte de nuestra cultura y, si no es mucho sugerirle, incentivar a los medios de expresión ciudadana: periódicos, radio y televisión, a reanudar su actividad, con su garantía, como Presidente de la República, al sagrado derecho de libertad de expresión.

Todo esto, Señor Presidente, es el comienzo para que el pueblo nicaragüense se una y luche por su bienestar con la bendición de Dios, nuestro Creador.

De usted, patrióticamente;


Alejandro José Gallard Prío,
nacido en León, un noviembre de 1925