Nadie sabe cómo evolucionará la política en el 2017, pero algunos creemos que una economía abierta que respete los derechos ciudadanos en una democracia representativa y estable, ayudará a promover inversiones y tecnología que son las bases para que nuestro mundo iberoamericano fomente oportunidades de trabajo, el mejor vehículo para eliminar la pobreza.
El fenómeno de la presidencia de un "energúmeno" en el Poder Ejecutivo de los EEUU, es preocupante, pero no es como para creer, por ejemplo, que toda esperanza de un medio ambiente protegido con el nombramiento de Scott Pruitt, como administrador de la agencia para el medio ambiente (Environmental Protection Agency EPA) deshaga los importantes avances que se han realizado contra el cambio climático, otra de nuestras amenazas, ya que como dice Paul Krugman, Premio Nobel de economía, "la experiencia demuestra que el crecimiento económico es perfectamente compatible con la mejora del medio ambiente. De hecho, la reducción de la contaminación reporta grandes beneficios económicos cuando se tienen en cuenta el coste de la atención sanitaria y los efectos de una menor contaminación sobre la productividad" y si hay algo que atrae a los "trumpistas" son los beneficios económicos.
Así mismo, una economía abierta no trabaja con restricciones al intercambio comercial, ya que para que crezcan las economías de los países exportadores, como EEUU, Europa y los tigres asiáticos, necesitan de una economía exitosa en las naciones consumidoras, por lo tanto no solo se debe mantener los tratados de libre comercio sino que mejorarlos, ya que la meta es elevar el estándar de vida de las regiones en desarrollo, en especial las de nuestra América.
Por lo tanto, es interesante la entrevista que el 14 de diciembre Pablo de Llano, de Cordon Press, publica en "El País", diario español, sobre la reacción de Al Cárdenas, un cubano-americano influyente, socio de la firma legal "Squire Patton Boggs", con 1500 abogados y 46 oficinas diseminadas en 21 países, con pulso en la economía y con invaluables conexiones políticas, al decir "voté por Donald Trump, aunque con muchas reservas. Primero, por lealtad al Partido Republicano. Y segundo, porque estaba convencido de que Hillary Clinton iba a ganar las elecciones". Todos tenemos derecho a equivocarnos.
Aunque Cárdenas acepta que Trump le causa preocupación, aplaude los nombramientos en Defensa, el Tesoro y la Secretaría de Estado, expresa: "Si miras el expediente de esas tres personas pensarías que los nombramientos los ha hecho Reagan y te sentirías bien a gusto", pero al comparar Reagan con Trump, dice que con Reagan "podías pronosticar con un 100% de certidumbre su respuesta a los problemas", pero "con Trump, no".
Admite que los nombramientos de Stephen Bannon y Jeff Session "le crean dudas", acepta que son inteligentes, pero "uno se pregunta qué opinarán sobre temas como derechos humanos o migración", tocando en la entrevista un tema muy interesante como es la diferencia entre racismo y nacionalismo, pues dice que "el racismo es tener prejuicios hacia otros que no son como tú y el nacionalismo es no sentirse cómodo con otros, no porque pienses que son inferiores, sino porque son diferentes. Esto último se está viendo también en Europa. Son dudas culturales. Por lo demás, creo que es un poco tarde para el nacionalismo. El americano de ascendencia europea en 20 años es menos del 50% del país. Cualquiera con buen juicio debería aceptar la realidad y contemplar la nueva América con actitud positiva".
En cuanto a una pregunta sobre la intromisión de Rusia en las elecciones responde: "Los peligros del mundo cibernético ya son mayores para la seguridad nacional que los de los armamentos nucleares". De Llano pregunta si él cree que Putin puede ser un buen aliado, a lo que responde: "Lo dudo mucho. Creo que dentro de su corazón lleva un conquistador, como lo fueron Alejandro El Grande, Stalin o Hitler".
Sobre las deportaciones masivas expresa no saber que pensar: "Trump tendrá una primera etapa centrada en asegurar la frontera y expulsar a los migrantes con registros criminales. La segunda etapa está por ver: podrían venir deportaciones masivas o soluciones más compasivas".
Y por supuesto tocan sobre la apertura económica y el respeto a los derechos humanos en Cuba, a lo que Cárdenas comenta sobre los temas que "hay contrastes. Por un lado ha nombrado Secretario de Estado a un hombre conocido por encontrar soluciones en los lares más complicados del mundo trabajando para Exxon Mobil", lo que le lleva a pensar que "seguirán adelante con las relaciones económicas iniciadas por Obama. Pero por otro lado en su equipo de transición ha incluido gente de línea dura sobre Cuba".
Por lo que El Archivo insta a los hombres de empresa, profesionales, políticos y líderes sindicales a luchar por la economía abierta, que impulsa democracia y dignidad humana, que es el futuro para el progreso de nuestra América.
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