domingo, 25 de diciembre de 2016

El Archivo CDLXXIII – ¡Comparando Dos Revoluciones!


Solicite a un amigo escribir un resumen sobre las revoluciones de Cuba y Nicaragua, ahora que falleció Fidel, líder de la primera y padrino de la segunda, con el propósito de capitalizar conocimientos útiles. Guillermo A. Nóffal-Zepeda, Ingeniero Civil, nicaragüense, con varias maestrías que lo llevaron a Brasil y Estados Unidos de América a aplicar sus habilidades académicas y asesorar organismos internacionales, que reside actualmente en Las Vegas, Nevada, accedió, pidiéndome editarlas, lo que con gusto hice.


Les dejo con Guillermo:

Sin la menor simpatía por las revoluciones, pues causan muertes y destrucción, comenzaré recordando el curso de "Desarrollo Económico" que dirigí para el Ministerio del Interior de Brasil, para el cual contrate al Dr. Jorge Hardoy, arquitecto argentino con post-grado en Harvard, quien me contó que en 1974, Cuba era el país más avanzado de América en "prefabrication" que usaba para construir escuelas en toda la Isla.

Para descifrar los efectos prolongados de ambas revoluciones me limitare al ingreso por habitante ajustado (IPHA) usando las estadísticas del Dr. Hans Rosling, médico y econometrista sueco, me sorprendí al encontrar que Cuba, con un IPHA de US$21,300.00 en 2015, se coloca en el octavo lugar en nuestro continente, por encima de Argentina, México, Venezuela, Brasil, etc… Jamás hubiese pensado que tal cosa fuese posible, dado que las noticias relatan y muestran solo calamidades.


Cuba tenía un IPHA de casi US$10,000.00 en 1957, iniciadas las hostilidades. Dos años después, triunfada la revolución, cayó un 16%. Sorpresivamente el IPHA comenzó a aumentar, pero tuvo que caer por el embargo comercial al que fue sometida por EEUU, aliviándose temporalmente, gracias al trueque que logro con la Unión Soviética de Petróleo por azúcar, a precios preferenciales.

El hambre sorprendió a Cuba y el IPHA cayó hasta llegar a un valor inferior al que tuvo cuando triunfó la revolución y el cubano promedio perdió más de 20 libras de peso, según Oxfam, entidad filantrópica que colaboró con Cuba para ayudarla a salir del atolladero. El gobierno –léase Fidel– quizás aconsejado por la misma Oxfam, decretó que los cubanos podrían cultivar y vender con toda libertad, contrario a la restricción anterior, de centralizarlo todo en las fincas nacionales. Le pusieron el yugo a los bueyes que habían conservado y los hicieron trabajar para sustituir a la flota de arados automotrices; comenzaron a cultivar orgánicamente y en dos o tres años el cubano promedio recupero el peso perdido, volviendo el IPHA a crecer significativamente hasta llegar al valor de US$21,300.00 en 2015, más del doble del que tenía el país al inicio de las hostilidades.


A Nicaragua le sucedió algo parecido, con la diferencia que los estragos debidos a la revolución fueron mucho más severos, pues el IPHA cayó de $7,100.00 en 1977 (supuesto inicio de hostilidades) a US$2,100.00 en 1993, para una disminución de 70% en 16 años.

¿A qué se debe tanta diferencia entre ambas revoluciones?
  1. Al inicio de las hostilidades, Cuba era uno de los países más desarrollados de Latinoamérica, lo que posibilitó que Cuba respetase los bienes nacionales duraderos mientras que Nicaragua abusó hasta de la flota vehicular, hasta destruirla.

  2. Lo anterior es consecuencia directa del grado de educación de la población: valga decir que mientras Cuba conservó a sus bueyes, en algunas haciendas de Nicaragua sacrificaron hasta los sementales.

  3. Cuba tenía un turismo desarrollado, hoteles y personal de primera clase, lo que le sirvió y sirve para mantener un Turismo de clase, muy productivo, mientras que Nicaragua, aún hoy en día, tiene un turismo incipiente.

  4. Gran parte de los profesionales de Cuba y Nicaragua salieron exiliados, pero Cuba los sustituyo en poco tiempo gracias a su tradición académica. Y

  5. Cuba es hoy en día un ejemplo en el mundo del cuido del medio ambiente, mientras que Nicaragua se ha caracterizado por la destrucción de sus bosques, la pérdida de tierra fértil y vegetación por erosión y la contaminación de todo tipo a sus lagos.


¿Cuáles son las lecciones principales que podemos derivar de lo acontecido?
  1. Nicaragua no puede, ni debe, volver a tener una revolución armada so pena de convertirse en paupérrima para siempre.

  2. Para poder salir de la condición actual, Nicaragua tiene que dedicarse a la educación del ciudadano promedio.

  3. Nicaragua tiene que reforestar sus bosques, revegetar, reforestar sus terrenos, controlar la erosión, conservar el lago Cocibolca, recuperar el lago Xolotlán y deshacerse del contrato de entrega de la soberanía nacional a un empresario extranjero, basado en una política externa entreguista, dañina y vergonzosa.

Nicaragua comparte parcialmente el uso del Río San Juan con Costa Rica, por lo que es absolutamente necesario desarrollar una política que le permita aprovechar las aguas de ese río para fines electro-agrícolas e irrigar las planicies más fértiles del país, lo que creará empleos permanentes en el campo, desarrollará la explotación de sus bosques y establecerá la industria maderera para la construcción de viviendas con el material más apropiado para resistir los terremotos.

Hasta aquí las palabras de Guillermo.

Querido lector y amigo, deseándoles salud y felicidades en estos días navideños, nos reencontramos el primero de enero del 2017, con El Archivo CDLXXIII. Me despido con el ruego de siempre, compártanlo y coméntennos.

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