domingo, 1 de mayo de 2016

El Archivo CDXIX – Los Sindicatos y Los Inmigrantes.

En todo el planeta tierra hay constantes movimientos de seres humanos, sea por razones políticas, religiosas, fenómenos telúricos o económicos, lo que conlleva dificultades por diferencias en cultura, costumbres e idiomas y somos tan inoperantes, que no hemos podido diseñar un ordenamiento, para que estas víctimas se logren asimilar en países, que gracias a viejas inmigraciones han logrado su desarrollo.

Este domingo primero el mundo rinde homenaje a los trabajadores, costumbre iniciada en USA en 1882. Dispersos en el mundo, sin distingos de raza, religión u origen étnico, trabajen en zonas rurales, urbanas, bajo tierra o en el mar, sean inmigrantes con documentos o sin ellos; este día se reconoce que el trabajo es un laurel y una bendición para el ser humano. Formalmente el primero de mayo fue escogido en Paris en 1889 por el congreso de la "Segunda Internacional", organización de los partidos socialistas y laboristas, que siempre andan llevando agua para su molino y usando a los sindicalistas mártires de Chicago, muertos en 1886 por participar en luchas reivindicatorias del trabajador estadounidense y canadiense para conseguir una jornada de trabajo de ocho horas, ya que en esa época, amparados por la legislación vigente, era usual trabajar 12 horas y hasta 18.

El lema era: "Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa". El presidente Andrew Johnson promulgó la "Ley Ingersol" estableciendo las 8 horas en 1886, pero como los empleadores se negaron a acatarla, los obreros de Chicago iniciaron una huelga el 1 de mayo, que comenzó con 80,000 trabajadores y llegó a extenderse hasta 400,000 en 5,000 huelgas simultaneas. La magnitud del conflicto causó preocupación, etiquetando el movimiento como una revolución anarquista, que produjo enfrentamientos violentos entre los huelguistas y la policía, hasta llegar al fatídico 4 de mayo, día en que 20,000 obreros se enfrentaron a 200 policías en la Plaza "Haymarket" de Chicago, la policía, armada, disparó matando e hiriendo a varios huelguistas, lo que permitió al gobierno declarar el estado de sitio y toque de queda, deteniendo a numerosos líderes, de los cuales, enjuició a 31, que fueron condenados, enviando 5 a la horca.

Con este baño de sangre, los empresarios comenzaron a aceptar la jornada de 8 horas, que poco a poco fue universalizándose. He ahí el comienzo del derecho al trabajo, que produjo un conjunto de mecanismos para proteger al trabajador de los abusos que todavía en estos días se cometen, especialmente con el trabajador inmigrante y he aquí donde el ser humano ha perdido su norte, ya que si el comercio y la industria se han globalizado, no así el derecho del trabajador o sea, que así como se firman tratados de intercambio de bienes y artículos, deberíamos firmar acuerdos para que el trabajador pueda ganarse el sustento familiar, prestando sus servicios entre los diferentes países que necesiten de su esfuerzo y sudor.

De lo contrario, el trabajador al emigrar, está expuesto a toda clase de abusos y arbitrariedades, que en países federales como los Estados Unidos e incluso en la Unión Europea, sus avanzadas legislaciones no los protegen.

Los sindicatos unidos conforman poderosas Confederaciones de Trabajadores que podrían jugar un importante papel y reforzar su membresía, que en los últimos tiempos se ha venido debilitando, acogiendo a los inmigrantes de acuerdo a sus categorías laborales e invitarlos a ingresar a sus respectivos Sindicatos, asegurándose con ello proteger al movimiento obrero mundial, en especial de nuestra América, para lo cual ofrecieron su vida los "mártires de Chicago".

El movimiento sindical es tan poderoso en USA que ningún partido político se atrevería a detener la modernización de la Ley Migratoria si ellos la apoyaran, son ellos los llamados a apoyarla y no a oponerse, como ha sido el caso. Su fuerza está en el ordenamiento, y fuerza de la clase obrera, y eso es lo que mayoritariamente emigran de Latinoamérica, trabajadores esforzados, muchos de ellos especializados, que vienen a complementar la fuerza laboral tecnificada de este país, no drogadictos, traficantes, ni terroristas, como dice un aberrado político que está exacerbando la xenofobia de ciertas minorías que tiende a confundir la mente de quienes ignoran que el desarrollo de esta ejemplar nación es, casualmente, sus ciudadanos inmigrantes, ya que todos, sin excepción, en lo cual incluyo a los forjadores de la nación, fueron hijos o descendientes de inmigrantes.

Los inmigrantes no tienen documentos para poder defenderse de los abusos, pagan el impuesto sobre la renta pues el Internal Revenue Service (IRS), encargado del asunto, les adjudica un número, ITIN, que no les sirve para identificación alguna, solamente para pagar impuestos. En pocas palabras, pagan impuestos pero no reciben los servicios a los que les da derecho el pagarlos, tienen obligaciones pero no los derechos que implican cumplir las obligaciones, ese ITIN es el equivalente al número de "Social Security", indispensable en USA para cualquier actividad. Cuando los políticos reconozcan las ventajas de legalizar a ciudadanos indocumentados, que tengan representación, los protegerán reformando las leyes de inmigración.

Hasta el próximo ARCHIVO, desde un bello e inmenso bosque que protege el ambiente de los que residen en el Estado de Washington, uno de los más progresistas y protectores del medio ambiente de la Unión América.

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