domingo, 24 de abril de 2016

El Archivo CDXVIII – Emergencia, a Reforestar!

Hace un año que partió a la casa del Padre el espíritu angelical de la Reina Madre, Chepy, que siempre vive, nos protege y nos guía.

En su honor y recordando sus añoranzas de juventud en la ciudad de las brumas, Jinotega, Nicaragua, donde hoy sufren hasta escasez de agua, decidimos citar a quien ha tomado el apostolado de defender Nicaragua, la Nicaragua como ella la amaba, de quienes la destruyen por irresponsables, aprovechados y faltos de amor cívico.

Dice el Ingeniero Guillermo Nóffal-Zepeda que "El bochorno en las ciudades del Pacífico de Nicaragua está llegando a niveles realmente insoportables, producido por el exceso de gases en la atmósfera que dan el efecto invernadero, que obliga al país a tomar medidas drásticas y de inmediato".

Nos relata Guillermo, que en 1978, tuvo la oportunidad de escalar el volcán Momotombo, invitado por el vulcanólogo francés Alain Creusot, y nos dice:

"Salimos de Managua un sábado al atardecer y Monsieur Creusot me informó que estaba observando el comportamiento de algunos volcanes, uno de los cuales era el Momotombo. Me mostró uno de los lugares en donde había apostado aparatos en las faldas, el cual había registrado movimientos telúricos y aumento de temperatura. Me indicó que el "Momo" estaba aumentando su actividad, pues los registros le indicaban que el cono había incrementado volumen y temperatura, lo que significaba que la columna magmática estaba en ascenso. Le comente que podía ser algo transitorio y me ripostó que, cuando los volcanes entran en esa etapa de calentamiento, solo se vuelven a enfriar después de hacer erupción”.

Guillermo nos dice que salió de Nicaragua en mayo de 1979 y que no volvió a pensar en el Momotombo. Sin embargo, hace poco, 37 años después, supo que varios volcanes habían entrado en proceso de erupción, especialmente el Momotombo y acordándose de Alain, nos dijo:

"Eso de que tantos volcanes entren en acción simultáneamente es raro; la pregunta lógica seria que si es un fenómeno pasajero, o si se ha dado en el pasado, lo cual no se me había ocurrido, hasta que leí el artículo «La temperatura ambiental en Managua y el efecto invernadero» por Julio López de la Fuente, S.J. en la Revista de Temas Nicas edición de marzo, número 95. Dos jesuitas de la Universidad Centro Americana, UCA, los hermanos De la Fuente, relatan sus observaciones de las temperaturas ambientales diurnas y nocturnas de Managua en el período 1989-1998; midiendo un aumento, especialmente a partir de 1994. Ellos sospechan que el aumento, 3.5°C, desmedido para tan corto tiempo y mucho mayor que el promedio del aumento de 2.5°C pronosticado para el planeta en un siglo, es debido a la tala de árboles en casi todo el territorio, a la costumbre inveterada de quemar los despojos de las cosechas antes de la llegada del período lluvioso y al uso de leña para cocinar, pues aumenta el gas carbónico, CO2, en la atmósfera y el efecto invernadero".

Continua que en su última visita a Nicaragua, "tuvo la suerte de recibir el libro del Dr. José Antonio Milán Pérez, autor de «Apuntes sobre el cambio climático en Nicaragua», en el que se lee que se deben 'tomar las medidas eficaces para detener la acelerada deforestación que ha afectado al país, con mayor énfasis desde 1990'. Hay concordancia total entre lo anotado por el Dr. Milán lo observado y reportado por los dos jesuitas".

Volviendo a los volcanes, nos dice que "el aumento de temperatura que Alain detectó en el volcán Momotombo desde 1978, ha de haber estado ocurriendo en todos los volcanes de Nicaragua como consecuencia del calentamiento global que ya sufría el planeta, por lo que ahora que tenemos cinco volcanes en actividad, no me cabe duda que lo que me dijo Alain en 1978 es cien por ciento cierto, cuando las columnas magmáticas de los volcanes comienzan a subir, eso termina en erupción de alguna forma”.

Y como consecuencia, dice que "Ya es un hecho comprobado que la temperatura del planeta va en ascenso y que las causas principales, según los científicos, son: el uso intensivo de combustibles, carbón y petróleo, principalmente por parte de las naciones industrializadas; y la deforestación de gran parte de las selvas de los países menos desarrollados, siendo esto la razón principal por la cual los moradores del Pacífico de Nicaragua sienten el bochorno, debido a que la temperatura y humedad han aumentado, y el viento disminuido". El Archivo recomienda que Nicaragua reforeste apresuradamente todo su territorio, para salvar nuestros lagos y porque el aumento de su temperatura en nueve cortos años es muchísimo más elevado que el esperado para el planeta. Apoyamos el llamado del Ingeniero Nóffal y el de la Academia de Ciencias de Nicaragua de salvar nuestros lagos, comenzando por la cuenca hidrográfica del Xolotlán haciéndolo como proyecto piloto de urgencia extrema.

Irriguemos las áreas alrededor de los lagos y de las planicies feraces del centro y occidente, del país con elevaciones inferiores a los 75 metros SNM, así también aumentar la producción agrícola actual y crear fuentes de trabajo permanente en el campo y en las industrias alimenticias.

Hasta el próximo ARCHIVO, con el ruego de sus comentarios y por sobretodo de enviarlo a sus amistades. Salvemos Centroamérica!



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