domingo, 7 de enero de 2024

El Archivo DCCCXLV

¡Acerquémonos!
Así como los Reyes Magos visitaron al niño Jesús, visitémonos frecuentemente, ya sea personalmente, con videollamada o con una llamada, mantengamos la unión familiar, la cercanía de los amigos y vecinos. No usemos como excusa el aceleramiento del mundo moderno, por el contrario, utilicémoslo para acercarnos. Hagamos buen uso de esa magia del "celular", no lo prostituyamos.

Las esperanzas se acrecentarán en 2024, ya que existe "unión de propósitos", a pesar de nuestras diferencias, una característica del ser humano, ya que somos una mezcla de tonos y colores que absorbemos y mezclamos en el curso de la vida. Aceptémoslo, cada nuevo día es una oportunidad para que nos acerquemos y nos esforcemos a convivir y aceptar el derecho ajeno como propio.
En el Archivo del pasado 31, sugerimos un acercamiento a través de FUNIDES, pero su fundador me dice que dejó de existir, por lo que debemos seguir en búsqueda de un grupo que redacte una "Carta de Principios" que guíe a nuestros pueblos hacia una libre, soberana y democrática "República".

La sugerencia comienza uniendo voluntades, sueños e ideales, sólo así se puede derrumbar el muro de la ignominia y en la planicie, demostrar que no se buscan líderes, ni enfrentamientos letales, ya que ni el uno ni el otro ha resuelto los problemas originados de la falta de convivencia. Sin vencedores, ni vencidos, o sea, en una democracia plena, donde haya oportunidades para todos de vivir en libertad.

No es una utopía, nadie pierde, todos ganamos, incluso los que, habiendo abusado de sus oportunidades, enloquecen y ordenan arrasar con todo, despreciando el amor honesto y sincero de la ciudadanía, que sueña con una oportunidad, convertir el odio y la envidia, en convivencia.
Al sur del Río Bravo, nuestras Américas, hay una verdad que silenciosamente nos abraza, Darío, el poeta inmortal nos lo recuerda en su poema: Salutación del Optimista: "Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda, / espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve!"

Esas "razas ubérrimas" son nuestra riqueza, nuestra fuerza, que al unirse, busca las vías de cómo llegar a crear esperanzas, para cimentar democracias plenas que tanto anhelamos.

Admitir que nos equivocamos, no es fácil, y menos aún de aquellas equivocaciones que se eternizan por temor a "responsabilizarnos" de ellas, ya que siempre tenemos la excusa expiatoria de que "fue el que se fue". Sí, el problema es que muchos se han ido y todo sigue igual o peor.

No se trata de buscar culpables, ya que en nuestras Américas siempre ha existido la discriminación política, así como los que comen completo y los que no; donde las mujeres y madres solteras, pagan con estoicismo el muy humano deseo de amar, asumiendo la responsabilidad paternal.
Es curioso, al analizar la historia política de algunos países de Latinoamérica, encontramos ciertos profesionales (médicos y comunicadores especialmente) que abandonan su profesión y se convierten en "Políticos Populistas"; así como a una juventud que siempre culpa al que ayer era joven y este al de anteayer.

Los que hoy hacen y deshacen, leyeron bien la historia de Latinoamérica: que a lo largo de su vida republicana ha sido posesión de unos pocos, porque sus fuerzas vivas son acomodaticias; van siempre con el ganador del momento, y esto es producto de la institucionalización de la corrupción en las Américas. Pues he allí la razón de planificar un camino hacia la responsabilidad cívica, para lograr que nuestros países, que tienen una naturaleza diversa y abundante, cuiden su medio ambiente ¡dentro de una democracia plena! así sus pueblos dejarán de emigrar y convivirán en libertad.
Guillermo Barreto, nicaragüense residente en México, envía regularmente pensamientos y frases históricas, hoy replicamos una, de Alejandro Magno, de validez vitalicia: "Quiero que a mi muerte, a lo largo del camino por donde conduzcan mi cadáver, se esparza mi riqueza para que todos puedan ver que las riquezas obtenidas en la tierra, se quedarán en la tierra. Quiero que mis manos se balanceen libremente al viento para que la gente entienda que nacemos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías".

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