El Archivo DCCLXXXVI

Compartir, Sinónimo de Thanksgiving

El día de Thanksgiving (Acción de Gracias) se celebró en Estados Unidos el pasado jueves 24, un evento familiar lleno de leyendas y simbolismos, pero lo más importante es que, al incitarnos a compartir, hacemos feliz al prójimo, por lo que le damos gracias al Creador.

Es un gesto de altruismo, de felicidad, pues no se trata de compartir riquezas, es un acto humanitario que nos confirma que todos podemos convivir, compartiendo las cosechas y bendiciones de la vida, como lo hicieron los colonos ingleses (peregrinos) de Plymouth, Massachusetts, quienes se reunieron con la comunidad indígena Wampanoag en 1621, la primera "mesa de la amistad".

Debido a ese gesto de fraternidad, de unión de familias, donde se intercambia amor, sin rencores o egoísmo, es sin duda, el feriado más importante de Estados Unidos, ya que es el nacimiento de la amistad, de la convivencia que crece y solidifica la unión americana.

Una unión de bienestar y equidad, que a veces sufre embestidas disociadoras de quienes no han logrado ajustarse a la inalienable verdad de igualdad de derechos y obligaciones que proclamaron los patriotas de 1776, en búsqueda de la LIBERTAD, el don más preciado del ser humano.

No compartir alegrías, tristezas, bendiciones y compromisos, es dejar de vivir, es aislarnos, es ignorar la oportunidad de conocernos, es rehuir a las alegrías y la satisfacción de dar y darnos.

Lo que nos lleva al empecinamiento de ese clan de autócratas de países como Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que se mantienen aislados, enjaulando o apresando a sus conciudadanos que manifiestan su deseo de "compartir" bienestar y oportunidades en libertad.

Así es como los "mandamás" se encumbran en el espiral del auto engaño de que no hay mañana, de que su omnipotencia es eterna por designio divino, ya que hasta los "fallidos" guías espirituales, quienes ni siquiera tienen el coraje de reclamar, se los confirma, pues los llamados reverendos lo que recomiendan es "acomodo", ya que enfrentar es de rebeldes y la rebeldía es de incrédulos.

Por lo anterior es que todo se enturbia, desaparece la luz de la verdad, todo se oscurece envuelto en intereses bastardos, por ello es que existen autócratas que no aceptan que, como seres humanos, debemos darnos la oportunidad de compartir críticas e ideas.

No tratamos de catequizar y mucho menos adoctrinar, eso es difícil, por no decir casi imposible, penetrar las mentes de quienes viven en la oscuridad de la omnipotencia. Solamente estamos encendiendo una pequeña luz que nos guíe por el camino de la felicidad, del compartir.

Es un llamado a reflexionar, a buscar una nueva dirección de vida, a abandonar la zozobra; cambiar eso por algo que, a través de la historia, ha rendido frutos de felicidad: la concordia, el derecho a ser respetado, el derecho a ser feliz, consolidándolo con el compartir.

Abramos las puertas de esas mazmorras insalubres e integremos a esos valientes ciudadanos a opinar, para que los gobernantes administren con honestidad y eficiencia, ya que lo que anhelan sus conciudadanos, son oportunidades de trabajo, desarrollo, felicidad y bienestar; no tristeza, dolor, llantos, pobreza y éxodo del lar patrio.

El poder vivir en paz y libertad, compartiendo y demostrando que la fuerza está en dar y no en quitar, como lo plasmó el gran escritor del Quijote, Cervantes, a quien no nos cansamos de citar: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir al ser humano".