El Archivo DCCLXXXV

Testigos de la Historia

Hacen falta videos clandestinos de los centros de detención en nuestras Américas. La excepción son los que se publicaron sobre los deshumanizantes episodios ocurridos en el Ecuador, pero ninguna toma profundiza en detalles, lo cual solo vemos en películas. Los encargados, deberían comenzar a filmarlos, pues aparte de que los podrían vender al mejor postor, ayudaría a erradicarlos y construir lugares, donde el ser humano sea rehabilitado, no hacinado como animal salvaje.

Pero lo que en verdad nos motiva a este tema, es el aberrado concepto de reos políticos, una afrenta a la democracia, al inalienable derecho a disentir, a organizar protestas cívicas, huelgas y todo aquello que es derecho del hombre por liberarse de la opresión y malos gobiernos.

Las imágenes, y más con movimiento, son poderosos testigos de la historia, tanto así, que cuando el General Eisenhower visito los tenebrosos sitios del Holocausto de los Nazis en su demencial creencia de purificación de la raza aria, dio instrucciones para que se filmaran, dejando así constancia de ese horror, para que nadie lo pudiera negar. Lamentablemente, algunos todavía lo niegan a pesar de esa evidencia, y otros, los aberrados "mandamás" del momento, usando otras atrocidades, siguen exterminando a sus pueblos.

Queridos lectores, ¿han trasladado sus mentes, a meditar lo que significa estar hacinado en esos llamados centros de detención? O tan solo estar confinado en tu casa de habitación, con tu familia, pero rodeado de extraños que, arma cargada y en mano, vigilan todo movimiento.

Todos sabemos que ninguna de nuestras prisiones son centros de rehabilitación, que todas carecen de humanidad. El argumento es que las cárceles son castigo por actos de maldad, pero como decía aquel que predicó el amor. ¿Quién está ajeno a pecar? ¿Quién es aquel que puede tirar la primera piedra? Por eso es tan importante tener un sistema judicial sin prejuicios, donde el juzgado culpable, sea enviado a rehabilitación y pueda encontrar la esperanza de convivir entre sus semejantes, para servir y no para agredir.

¿Pero que agresión han cometido, esos valientes y honorables ciudadanos, que gobernantes, en actos de soberbia, hacinan en esos deshumanizantes centros? ¿Creen, o les hacen creer sus mal llamados asesores, que mancillando la dignidad de sus conciudadanos por el solo hecho de disentir, de protestar, de reclamar respeto a los inalienables derechos humanos, merecen tan ignominioso acto de odio?

Esto trae a mi memoria una anécdota de mi padre, quien una vez fue a visitar a su amigo personal, pero adversario político en la Presidencia, el General Somoza García, para pedirle liberára a unos presos políticos, recibiendo como respuesta del General ¿Cómo te atreves? ¿Solicitarme que los libere cuando bien sabes que complotaban para asesinarme? y mi padre le contestó, ¡Por eso! ¡Casualmente por eso! Porque estás vivo ¡Y te toca demostrar que estaban equivocados!

Todos podemos equivocarnos, nadie es poseedor de la verdad absoluta, pero el que gobierna, es un árbitro del bien, no un verdugo de los errores de los gobernados. Por lo que encarcelar a quienes nos adversan, es una aberración.

El genio de cine mexicano por todos conocido como Cantinflas, filmó una serie de películas basadas en hechos de la vida real, que por sus mensajes moralizadores y conmovedores, deberían ser vistos por los gobernantes y divulgados en todos nuestros centros de estudios, ya que en ellos, Mario Moreno, genio del arte cinematográfico, nos lega un sabio mensaje, que solo siendo patriota, responsable y respetuoso de los derechos de sus gobernados, se puede encontrar la respuesta al desarrollo, bienestar y estabilidad de nuestro mundo iberoamericano y la paz y felicidad de los gobernantes está ligado a ello.

La mejor película de la historia cinematográfica, es Cadena Perpetua. Una constante lucha entre la esperanza y la resignación. "Todo se reduce a eso: empeñarse en vivir o empeñarse en morir". ¿Cómo sortear las injusticias de la sociedad, del sistema y encontrar la felicidad? Quién sabe. Lo que sí sé, es que, desde luego, siempre hará falta en el proceso, una buena dosis de esperanza y que, para encontrarla, hay que luchar. Luchemos por liberar la injusta prisión de nuestros políticos iberoamericanos.

Qué bello sería que el día de "Acción de Gracias", el próximo jueves 24, el espíritu de amor iluminara las mentes de quienes pueden liberar a los detenidos por razones políticas en nuestras Américas y así convivir en paz y armonía. ¡Todo es posible, con amor y buena voluntad!