El Archivo DCCLXXXIV

Tengamos Fe en la Democracia

Lo más importante de las elecciones del pasado martes 8 en Estados Unidos es que, a pesar del empecinamiento de ciertos ofuscados ciudadanos que no aprecian los valores y logros de su bicentenaria lucha por vivir en libertad, el país confirma elección tras elección, que todos sus ciudadanos tienen derecho a la oportunidad de triunfar, siempre y cuando cumplan con las obligaciones ciudadanas, sus leyes y los reglamentos del sistema democrático.

Todo partido en el poder se desgasta, pues es imposible complacer todas las demandas ciudadanas, siempre innumerables, pero cuando hay honestidad administrativa y de propósitos, el desgaste no es catastrófico. Son ejemplo de esto las elecciones pasadas que, a pesar del "gerrymandering" (manipulación / obstáculo) que ciertos ciudadanos recalcitrantes de estados donde todavía se sufre la discriminación, o superioridad racial, aprovechan el ya obsoleto proceso electoral: la democracia de las 13 Colonias originales, pues la democracia demanda igualdad de oportunidades para ejercer el voto.

Es inconcebible que en Florida, donde se han refugiado millones de víctimas del cáncer político que ha eliminado las democracias en nuestras Américas hispanas, se encuentren los más recalcitrantes seguidores de las directrices de quienes añoran por convertir a Estados Unidos en un país de extremistas y racistas. Quizás sea en añoranza de lo que perdieron durante los regímenes en que usaban la democracia como pantalla de sus propios abusos y corrupción.

Es tan diverso el proceso democrático en el mundo que, para apreciarlo, es recomendable leer y escuchar opiniones de ojos que miran desde afuera, como el Editorial del diario español "El País" que nos analiza con imparcialidad lo sucedido en las citadas elecciones, donde se jugó el futuro democrático de Estados Unidos. El editorial: "El tsunami trumpista no ha llegado. Estados Unidos ha vivido unos trascendentales comicios en los que se jugaba mucho más que la elección de senadores, representantes, gobernadores y miles de cargos estatales y locales. El propio futuro de la democracia estaba en parte en juego. El resultado electoral muestra un país dividido, pero también avanzan algunas señales de rechazo a las posiciones más extremistas, lo que permite albergar esperanzas de que la democracia ha pasado la prueba."

"La arrolladora ola roja que pronosticaba Donald Trump se ha quedado corta porque los demócratas han resistido mucho mejor de lo que se esperaba. Tienen grandes posibilidades de mantener el control del Senado y han perdido la Cámara de Representantes por un escaso margen. Si los republicanos querían que esto fuera un referéndum sobre Joe Biden, este ha logrado una victoria moral, pues los datos provisionales apuntan a que es el presidente menos castigado en unas legislativas en los últimos 20 años, pese a lidiar con la inflación más alta en cuatro décadas y una fuerte erosión de su popularidad."

"Biden aprovechó que tenía a Trump enfrente para hacer una ardua defensa de la democracia que parece haber rendido sus frutos. Pero esa especie de dulce derrota no puede ocultar que a los republicanos les bastará controlar la Cámara de Representantes por estrecha mayoría, como indican los primeros resultados, para tratar de hacer la vida imposible a Biden con un bloqueo legislativo, comisiones de investigación y procesamientos políticos justificados o no, así como un cuestionamiento del apoyo económico y militar a Ucrania ante la agresión rusa."

Solo tengo un comentario; Biden, como experimentado político del Partido Demócrata, siempre ha estado anuente a encontrar un entendimiento con los Republicanos, muchos de ellos conscientes del peligro "trumpista", además tiene el "constitucional" derecho al VETO, que para anularlo requieren de un voto de dos tercios a favor en cada cámara, punto en el cual el proyecto se convierte en ley, pero esto no lo tienen los republicanos, por lo que el 8 de noviembre fue un gran día para la democracia y por ende para Estados Unidos.