domingo, 31 de julio de 2022

El Archivo DCCLIX – El Nicaragüense

El Nicaragüense
Desde las protestas cívicas "abril 18 de 2018" del pueblo nicaragüense, reprimidas salvajemente por el actual régimen de la familia Ortega-Murillo, nos hemos preguntado ¿por qué?, ya que no era un levantamiento agresivo y mucho menos armado, era un mensaje de que se necesitaba un cambio, era un reclamo cívico a los responsables de algunos desaciertos que perjudicaban al país; era un empujón para enderezar la nave, para enmendar errores, lo que beneficiaba a gobernantes y gobernados. O sea, se buscaba el bienestar común.

Pero la respuesta fue una agresión salvaje que enluto al país, que paralizó corazones, una ofensiva odiosa a ritmo de pregones como "Vamos con Todo" y "Plomo", ofensiva que, además de venir recrudeciendo, va incrementando la inestabilidad, la incertidumbre y los sufrimientos, sin visualizarse señal de ese "amor y paz" que toda nación necesita.
Cuando se talan árboles en los bosques, el "hachero" da la alarma antes de que caiga el tronco y grita con fuerza "¡TIMBER!" y lo que se oye después, es el estruendoso golpe del árbol en el suelo. Esto podría compararse con el grito ensordecedor que se escucha del mundo civilizado cuando, desacertadamente, los "perseguidos", los supuestamente "arrinconados", expulsan sin razón alguna, a unas Misioneras que estaban, sin siquiera "chistar", ayudando, curando, sanando con amor al pueblo sufrido. Por lo que no entendemos el arrebato de los que sufren "pesadillas", al sacar a estas humildes mujeres por la frontera Sur, a Costa Rica, donde seguramente ayudaran a los cientos de miles de exilados nicaragüenses, que ese hospitalario país, acoge y refugia con amor.

El ¿por qué? Crecía. De repente, vi entre mis libros, "El Nicaragüense", de Pablo Antonio Cuadra, un emérito intelectual con una clara visión de su bendita tierra, Nicaragua, que por siglos ha sido puente y albergue, que Pablo Antonio sintetiza, de un mestizaje extravertido, comunicativo, efusivo, que fácilmente llega –en extremo– hasta renegar. Ama su patria contra su patria, cariño a golpes. "¡Este país de mierda!" Es la exclamación corriente en "Los de arriba y en los de abajo".
El nicaragüense lleva adentro –dice Pablo Antonio en su libro– "dos culturas indígenas madres muy influyentes. El caso de los 'chorotegas' es especialmente fascinante, porque según el criterio del etnólogo Krickeberg, fueron en su antigüedad una de las culturas fermento de la cultura Maya y que, expulsados por los mismos Mayas, entraron a Nicaragua. Los 'chorotegas' era gente valerosa, amorosos con sus mujeres, gustaban de la vida familiar, en cambio los Náhuatl o Nicaraguas –la otra cultura madre–, según el mismo cronista, eran muy crudos, sin misericordia o piedad, muy señores, machistas. Los Chorotegas era más civiles, los Náhuatl militaristas.

El mestizaje hispano-náguatl, según el libro de Pablo Antonio, "fue mucho menos indio que el hispano-chorotega y penetra en las estructuras socio políticas y formas de gobiernos; los chorotegas no se gobernaban por caciques, sino a manera de comunidades o senados, cierto número de viejos escogidos por votos. En cambio los Nahuas se gobernaban con mando único y dictatorial, que los españoles, según el historiador Gonzalo Fernández de Oviedo, se aprovechaban, ya que como ahora el 'gran capital' o los 'intereses foráneos' prefieren entenderse con dictadores, en vez que con democracias.
Pero lo peor fue el militarismo náhuatl, ya que marcó un retroceso en nuestra cultura indígena, introduciendo la crueldad y los sacrificios humanos, que en nuestros tiempos, lo ejercen los 'francotiradores', y por supuesto 'el caciquismo'.

Lo triste, según Pablo Antonio, es que estas dos tendencias, la llevan los nicaragüenses en la sangre y afloran constantemente en su historia. He ahí el "por qué", como decía un héroe que donó su sangre por la libertad, Pedro Joaquín Chamorro, es necesario que 'Nicaragua vuelva a ser Republica' y esto solo se logra con la democracia, donde las 'buenas izquierdas', hacen 'buenas derechas' y viceversa, como dice Pablo Antonio en su libro, que les recomiendo buscar y que fue publicado por HISPAMER (bit.ly/ElArchivo019) y también lo encuentran en "La Casa del Libro" (bit.ly/ElArchivo018).

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