El Archivo DCCLXVII

Liderazgo Vigoroso e Inteligente

Julio Ernesto Icaza Gallard, diplomático a nivel de embajador, abogado y escritor nicaragüense que reside en España, lamenta la posible desintegración de Estados Unidos, nos comenta que "la separación de un Estado de la Unión sería un proceso largo y complejo. Antes de llegar a soluciones tan radicales como la desintegración del "Pacto Federal" habría que hacer un esfuerzo en la búsqueda de un nuevo consenso nacional. Lo primero es aislar a los intolerantes, a los dogmáticos y a los instigadores del odio y la exclusión"

Seguidamente opina que se debe "iniciar cuanto antes un diálogo sobre la renovación del pacto social que necesita Estados Unidos, la refundación de la República Federal. También hay elementos externos que no pueden ser ignorados: Rusia y China, que tienen obviamente interés en la desintegración y el consiguiente debilitamiento de Estados Unidos. El problema es que esa tarea requiere un vigoroso e inteligente liderazgo, a la altura de los Padres Fundadores".

Y "eso no se visualiza, por el contrario, la clase política está plagada de aves de carroña, depredadores y todo tipo de alimañas. Por otro lado, la ciudadanía ha sido intoxicada por los discursos de odio y exclusión, oscila entre la clásica indiferencia y las alternativas violentas".

Así como Julio Ernesto, somos muchos los que, "Esperamos que, en medio de este desierto, surjan cuanto antes las voces que reclamen la sensatez y el diálogo, ya que sin duda 'el panorama es desolador', nos coloca en una encrucijada que debilita nuestro sistema democrático y favorece al autoritarismo con el que Putin, está tratando de dominar el mundo.

Queda claro; necesitamos INTELIGENCIA y VALENTÍA, atributos que los ucranianos están usando para defenderse de la invasión del nefasto Putin, cuyas "garras" sangrientas e inhumanas encontramos por doquier en su afán destructivo de la democracia.

Es obvio que las "garras" de Putin, manejan los hilos de la incertidumbre política de Cuba, de Nicaragua y de Venezuela, satélites, donde se mantiene esclavizados a sus pueblos y en mazmorras inhumanas, a cientos de sus ciudadanos.

Abusos abominables y criminales de grupos esclavizantes dominan varios países de nuestras Américas, por lo que nos preguntamos ¿Qué estamos haciendo para protegerlos? En verdad nos hemos quedado de espectadores de aberrados y corruptos vivianes, que siguiendo las directrices de PUTIN, infunden terror y temor, lo cual ha producido el éxodo de millones de inmigrantes, los que ponen a países democráticos en dificultades para asimilarlos y provocan en los países abandonados, la pérdida de ese tesoro humano que se debe rescatar.

¿Como defender esta abierta agresión a nuestra democracia? Distanciándonos de ellos y aplicando boicot a todo lo relacionado con Rusia y sus satélites.

La historia nos enseña que la libertad solo se logra luchando con inteligencia y perseverancia, sin componendas, ni pactos de conveniencia. También es indispensable saber quiénes son los "incondicionales" de estos déspotas, quienes son los infiltrados y en quienes podemos confiar.

En fin, ser discretos, menos dicharacheros, más serviciales, cooperar en obras comunitarias por el bien común, identificándonos así como comunidad, sembrando confianza, conviviendo con alegrías y esperanza, sin odios ni recriminaciones, ya que todos, aun los que se acomodan en el "yoquepierdismo" y los que los apoyan, son víctimas.

Estar lejos de los hechos en estos países nos mantiene en incertidumbre, pero no nos inhibe de ayudar. Nuestras diásporas han crecido y no solo deben ser fuentes de remesas. Se deben organizar, unir y elegir dirigentes que pongan en práctica, secretamente, planes de resistencia cívica, recolectando para ello, de cinco en cinco, dólares o euros, para proveer ayuda alimentaria y de salud a quienes han quedado en los países afectados y a quienes, los "déspotas", extorsionan y distraen con migas.

Es necesario parar la deserción, el éxodo, necesitamos esos brazos productores, necesitamos a nuestros profesionales, necesitamos a nuestros maestros, necesitamos reanimar a nuestros pueblos. Debemos contrarrestar la tristeza, con alegría y esperanza. Solo así, podremos liberar a nuestros pueblos y salvar nuestro sistema democrático.