El Archivo DCCLXVI

Estados Unidos Desintegrado?

¿Será posible la desintegración de Estados Unidos? Un estudioso politólogo estadounidense, Leonel A. Arana, antes un alto ejecutivo y ahora un observador escrupuloso de los acontecimientos políticos en las Américas, comenta sobre el posible desmembramiento de los Estados Unidos. Comienza recordándonos a Yugoeslavia y basa su análisis en el "odio acumulado en ciertos sectores de la sociedad, temerosos de perder sus privilegios, y que se reflejan especialmente en la imposición de 6 retrógrados jueces de la Corte Suprema de Justicia, que representan el retroceso, el fanatismo, la ignorancia y los intereses creados".

Opina que las posibilidades de un rompimiento son reales, "pues se trataría de una separación amistosa, basada en desequilibrios económicos en detrimento de los residentes de los Estados con un desarrollo económico, científico, social y cultural".

Comenta Leonel que "a Estados Unidos se le presenta una disyuntiva entre dejar que los cavernarios maten el progreso e impongan leyes basadas en el Puritanismo del Siglo XVII o quebrarse y que los Estados que quieran seguir avanzando lo puedan seguir haciendo por separado. La ruptura no tiene que ser violenta y aún más el comercio interestatal puede seguir por medio de acuerdos comerciales y militares como los de la Unión Europea y la NATO. Esa es "La Ruta" porque es anti natural que los Senadores de Alabama, Mississippi, Luisana, Iowa, Oklahoma, South Carolina y otros que siguen en el Siglo XVII rijan los destinos de un país que está en el Siglo XXI y quiere seguir avanzando", creando el siglo XXII.

Para mi hay tres enigmas en esta separación: Texas, Florida y Georgia. Tienen una población multiétnica, son bastante desarrollados pero con unas minorías fanáticas, racistas y archiconservadoras. ¿Se unirán a un grupo o formarán un tercero?

El malestar, agravado por el asalto al Capitolio del 6 de enero, ha sido "como consecuencia de lo ocurrido en las elecciones del 2020", según Paul Krugman, Doctor en Filosofía, premio Nobel de Economía 2008 y colaborador del NY Times, "Los actos de Trump fueron, lo peor que haya hecho nunca ningún presidente estadounidense".

Y sobre la Comisión investigadora dijo: "para los que hemos asistido, ha sido algo hipnotizante y aterrador… siendo realistas, ya no cabe duda de que Trump intentó invalidar los resultados de unas elecciones legales, y cuando todo lo demás falló, alentó y trató de instigar un ataque violento contra el Congreso".

Este aberrante ataque lo define por las diferencias de sus dos formaciones políticas, que sin duda ha causado un "odio acumulado", el que atiza la desintegración.

Dice que "El Partido Demócrata, aunque… más unificado que en el pasado, sigue siendo una coalición flexible de grupos de interés. Algunos de estos grupos son loables, otros no tanto, pero, en todo caso, la flexibilidad deja margen a los demócratas para criticar a sus líderes, y si así lo deciden, adoptar una posición de principios".

Por el otro lado, los Republicanos, "un ente mucho más monolítico, en el que los políticos compiten por quién acata con más fidelidad la línea del partido. Antes, esa línea estaba definida por la ideología económica, pero en los tiempos que corren consiste más en un posicionamiento en las guerras culturales, y en la lealtad personal a Trump. Hace falta mucho coraje moral para que los republicanos desafíen los dictados del partido, y quienes lo hacen son excomulgados a la primera de cambio".

El Archivo boga por un cambio de actitud, con el fin de actuar de acuerdo con el patriotismo que se percibe por todos los senderos y calles de los más humildes poblados de este "bravo pueblo". Por desgracia, hay falta de mentes educadas, mucha falta, pues si los demócratas son coalición de grupos de interés, los republicanos no se quedan atrás y representan, además, un grave peligro por su empecinamiento en venerar a un "gánster".