domingo, 16 de mayo de 2021

El Archivo DCCV


¡Colombia!
Los colombianos y los que residimos en este muestrario de la naturaleza, estamos preocupados por la falta de visión de una minoría de "incautos" que, dejándose llevar por impulsos manada desembocada, están destruyendo ciudades en la bella Colombia, como marabunta de hormigas, cuando deberían ser los primeros en cuidarla, en protegerla, pues es su patrimonio.

La bella modelo colombiana, ahora empresaria y activista ambiental, María Victoria Montoya Maya (Toya), nos recuerda en una entrevista con Isabel Peláez, publicada el 25 de noviembre del 2020 en el diario "El País", de Cali, que Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, es amor y no merece ser mancillado.


"Vivir Colombia sin depredarla", sintetiza el apostolado de Toya que, después de desfilar por las más importantes pasarelas del mundo, regresó a su Colombia con amor, con el orgullo de poder mostrar al mundo un mosaico tropical entre macizos ramales de sierras que coquetean con el cielo celeste y blancas y grises nubes que intercalan con ciudades coloniales que, en su modernización, respetan el ayer mirando hacia el futuro.

El mestizaje producido a través de los siglos en el "colombiano" es antítesis de la discriminación. Indígenas, europeos y africanos se acoplaron produciendo un "latino criollo", un latino que canta y baila la alegre cumbia, esa música romántica que contagia, hace soñar e incentiva el desarrollo y el bienestar.


Tienen que ser "foráneos intereses" los empecinados en destruir Colombia. El colombiano no podría engendrar tanta envidia, tanta maldad. Él sabe de la riqueza de sus bosques, ríos, mares, montañas, llanos y tradiciones, que María Victoria, nos enseña en "caracoltv.com/viajeros-por-naturaleza", invitando al mundo a compartirlo en paz y armonía.

Decían los abuelos que no hay mal que venga solo, así que además del virus Covid-19, que exige aislamiento y limita la movilización, los que siempre dicen velar por el bienestar del pueblo, pero cuya meta es su esclavización, aprovechando el error de un gobierno –agotado por la pandemia– al proponer un plan de reestructuración tributaria en un momento de aflicciones, se apropian del justo derecho de protesta de un pacífico paro nacional, para infiltrar "terroristas e incautos" pagados y programados, a sembrar el caos.


Vándalos que deliberadamente destruyen bienes de servicio público, saquean almacenes, bancos y todo aquello que se identifica con el progreso en sus importantes ciudades, paralizando exportaciones, lo cual ha sido difundido hasta la saciedad por los medios, por lo que no necesitamos pormenorizarlo aquí. Ya que suficiente daño se ha hecho a Colombia presentándola como un país de irresponsables, cuando en verdad es un rincón de América que trabaja, canta, sueña y añora paz, después de haber dado su aporte con creces por su libertad a gozar y compartir con el mundo, los tesoros de su naturaleza e ingenio para preservarla.

Colombia, como el mundo, sufre una pandemia devastadora, por lo que necesita cooperación y sacrificios, no irresponsables y mercenarios egoístas y corruptos, tratando de destruirla, como ya lo han hecho con Venezuela.


Como una antítesis escogimos la invitación de María Victoria para visitar y compartir –a través del ecoturismo– los tesoros de esa Colombia que ama. Lo haremos una vez que logremos protegernos con las vacunas anti Covid-19 y cuando la ciudadanía patriótica y responsable, en unión de sus gobernantes, logren la paz y seguridad, y controlen ese estresante rigor de los virus letales que nos acosan.

Lo anterior nos dará el placer de viajar por su territorio, el cual esta entrelazado con magnificas carreteras y rutas aéreas y acuáticas. El intercambio y acercamiento es vital para la felicidad de todos, es un valor humanitario que conocemos como turismo, que significa en mi lenguaje, un abrazo virtual de la humanidad que siempre ha combativo el aislamiento.


Así mismo incito al latinoamericano a conocer los tesoros de los países de Las Américas, especialmente aquellos que conviven en democracia, con gobiernos que respetan los derechos de todos dentro de la Ley. Con ello, estaremos dando un paso más hacia esa unión que necesitamos para nuestro bienestar, desarrollo y paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario