Elecciones en USA y sus Lecciones
En mis 95 años he votado en 14 elecciones presidenciales en Estados Unidos, nunca sentí el temor de que mi voto fuese manipulado, siempre admire el sistema de control, sencillo pero eficaz, por lo que no acepto las estridentes acusaciones del Presidente actual que, en su delirio de mal perdedor, está destruyendo la imagen de su propio país al acusar, sin base alguna, a los encargados del proceso electoral actual, que si bien pone a su contrincante, Joseph Biden Jr. en posición ganadora, le ha adjudicado a él, varios triunfos en los Estados donde su partido tiende a tener mayoría.
Sembrar dudas sobre la imparcialidad y honestidad del versátil sistema electoral de Estados Unidos es malévolo, además, una afrenta a la Constitución que contiene una clara garantía por un proceso electoral que, gracias a sus enmiendas, se ha venido poniendo de acuerdo con el progreso y cambio exigidos por los tiempos.
La historia nos relata abusos y errores, algo humano, ya que cómo dijo el lobo, en "los motivos del Lobo" de Rubén Darío, algunos estamos hecho de mala levadura.
En estas elecciones han salido a relucir problemas, pendientes ahora a resolver, como la falta de uniformidad de los procesos a nivel nacional, lo que ayudaría a eliminar las diferentes interpretaciones de como ejercer el voto en el siglo que nos brinda tantas facilidades, una de ellas el voto electrónico, que según experimenté demanda tanta o más seguridad del que se hace por correo, aparte de brindar gran agilidad.
Otro de los pendientes es la amenaza de intromisión de la Corte Suprema en el proceso electoral, pues ella está para interpretar o resolver, en última instancia, los casos legales que se le presentan de acuerdo a lo estipulado en la Constitución y no para entorpecer el derecho constitucional de ejercer el voto, y de que todo voto emitido y aceptado por las autoridades electorales sea contabilizado sin cortapisa alguna. Estados Unidos de América es una república democrática, se rige por su Constitución, no por caprichos de "dictadorzuelos populistas".
Otro pendiente es el financiamiento de estas contiendas, cada día más largas. Ha habido muchos intentos de solventarlo, pero está de por medio el derecho o libertad al financiamiento de actividades licitas, que en este caso es lograr ser electo a un cargo público, por lo que lo único podría caber, es acortar el tiempo de competencia y limitar los gastos a los candidatos, lo que no sería fácil, pero si factible.
Creo que el día de la votación es necesario declararlo festivo, pues en verdad es la más importante fiesta cívica de una nación que se da el privilegio de consultar con sus ciudadanos el curso a seguir, y con quien seguirlo. Y ya que hablamos de la más importante actividad ciudadana, sería de gran beneficio que el voto sea obligatorio, una obligación que todo ciudadano le debe al país que lo protege.
En lo personal, por ser iberoamericano, me apena la actitud de algunos, aferrados a razones egoístas y pasiones personales, que descarrilaron la oportunidad de apoyar al candidato que representaba la decencia, la honestidad, la sinceridad, la experiencia y buena voluntad de resolver los problemas migratorios que nuestras diásporas y sus descendientes sufren, a favor de un racista odioso y vulgar que nos insulta y desprecia.
No habíamos tenido la oportunidad de impactar como Diáspora, unida, responsable y culta, como en estas elecciones. Desgraciadamente nos dejamos llevar por falsas apreciaciones de forma y no de fondo en cuanto a nuestros problemas. Respeto las creencias religiosas, y reconozco que ayer era tarde para liberar a nuestras patrias nativas de oprobiosos dictadores, pero debemos ver el árbol y no las ramas, ya que nuestro árbol es la unión cívica de nuestras etnias, sin discriminación de raza, sexo, profesión, ocupación o religión.
El proceso del recuento de votos ha tardado por la cantidad enviada por correo, debido al temor de la ciudadanía al Covid-19, pero ayer sábado 7 al mediodía, Pennsylvania con sus 20 votos, aseguro a Joseph Biden y Kamala Harris, rebasar el mínimo de 270 Votos que demanda la Ley para ser Presidente y Vicepresidente electos.
Este año el Colegio (Collegium) Electoral emitirá formalmente sus votos el 14 de diciembre y el 6 de enero del 2021, el Congreso los recuenta y certifica. Al mediodía del 20 del mismo mes, los electos, juran el cargo en las escaleras del Capitolio ante el Presidente del Tribunal Supremo, iniciando oficialmente su mandato como Presidente y Vicepresidente del Gobierno de los Estados Unidos de América, para el período (2021-2025). ¡Dios Salve a América!
No hay comentarios:
Publicar un comentario