domingo, 31 de mayo de 2020

El Archivo DCLV

Responsabilidad y Respeto al Prójimo
Para quienes no creen que el Covid-19 es letal y alegan es una conspiración económica (aunque en verdad es una de sus consecuencias), permítanme compartir con ustedes la historia de una pareja de Suecia, mayores de 70 años, que viajaron a Quito, Ecuador, a mediados de febrero.

A los cuatro días de estar en la casa de su hijo en Quito, la señora madre entro en estado crítico y tuvieron que llevarla al Hospital, donde le hicieron la prueba para Covid-19, resultando positiva, como consecuencia le hicieron la prueba al resto de la familia, saliendo todos positivos, extendieron la búsqueda y el taxista, que los llevo del aeropuerto a la casa, resulto también positivo. Todos quedaron en cuarentena, la madre hospitalizada en cuidados intensivos y con respirador por más de un mes. Finalmente murió y allí comenzó otro problema, la entrega del cadáver que duro varios días, para luego ser cremada y esperar dos meses para poder viajar en un vuelo humanitario a su país de origen, en el sepelio, en Suecia, solo pudo acompañarlo su hija.


Lo anterior, queridos lectores, es una realidad que está sucediendo a nivel mundial, por lo que condenamos la irresponsabilidad de quienes se burlan de esta pandemia y la han tomado como si fuera un juego, saliendo a las calles sin necesidad y sin las debidas precauciones, como son el distanciamiento de por lo menos dos metros, llevando puesto el tapabocas, que cubra nariz y boca y no usarlo, como muchos irresponsables, en la parte del cuello.

Me place compartir las recomendaciones del mundialmente reconocido científico colombiano, Manuel Elkin Patarroyo, quien dice "El virus Covit-19 que origina la pandemia, no lo detiene nadie hasta que se logre crear una vacuna que destruye su estructura de origen. Hay que decirle la verdad al país… ¿Entonces que hay que hacer? Primero que todo, cambiar el régimen alimenticio, crear una nueva cultura saludable. Consumir limón, ajo, jengibre (ginger), mango, manzana, frutos cítricos como la naranja, toronja, piña y apio. Tomar té, mucha agua, por lo menos diez vasos al día. Las madres deben dar leche materna a sus hijos y, hacer ejercicio todos los días".


Culpa de la tragedia que nos acosa actualmente al mundo, es principalmente la inercia de las organizaciones que fueron creadas para proteger al ser humano, cuyos dirigentes están paralizados ante la irresponsabilidad de unos gobernantes que por conveniencia de sus intereses políticos, quienes están ocasionando un "holocausto" alevoso y cobarde a sus pueblos. No son "locos", son "asesinos", y quienes no los combaten son cómplices de los asesinos, así de claro es el horror de esta pandemia.

Acepto que hay mucha diferencia entre vivir en un país donde las leyes son justas y respetadas, contrario a donde estas son ignoradas y el ciudadano está expuesto al abuso de las llamadas fuerzas de seguridad pública, que en realidad, son "matones" asalariados, quienes podrían ser neutralizados por una fuerza internacional que proteja a los ciudadanos indefensos, pues para eso fueron creadas.


En estos días de "quedarnos en casa" hemos podido repasar la historia del sangriento siglo veinte, las masacres de la primera y segunda "Guerra Mundial", así como la sangrienta y cruel revolución bolchevique, que unida al nazismo, al fascismo y sus fatídicas herencias, estamos todavía sufriendo sin encontrarle solución, ya que mientras exista un solo gobierno dictatorial, no habrá PAZ y el ser humano será siempre víctima de abuso político y social.

Es necesario despertar y aceptar que la lucha es individual, cada uno en su trinchera, con su bandera, voluntad y obligación de ser ciudadano honesto y responsable de sus derechos y deberes cívicos, a los que no podemos ignorar ni renunciar.

Somos nosotros, cada uno, individualmente, quienes permitimos los abusos, que de allí pasan a convertirse en crímenes, que aprovechan las fuerzas del mal, para dominar y perpetuarse en el Poder, lo que podemos eliminar con solo sabernos hacer respetar y querer, pues ¡la Libertad es un don, no una dadiva!

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