El Archivo DCL

¡La Desinformación Sobre Nicaragua!

A pesar de que los medios independientes, nacionales e internacionales, mantienen un flujo informativo amplio, persiste una desinformación que acogen los medios de izquierda a nivel mundial, para crear dudas sobre la realidad del acontecer nicaragüense.

Aunque la tragedia de su inestabilidad política y social data mas de una década, la presente debacle es resultado de la salvaje reacción del gobierno actual a la auto convocación cívica de la juventud desde el 18 de abril de 2018, la cual creció a consecuencia del innecesario asesinato de cientos de ciudadanos por franco tiradores que, utilizando armas de alta precisión y calibre que solamente las fuerzas armadas poseen, asesinaron a mansalva niños, jóvenes y ancianos.

Durante estos acontecimientos yo estaba en Nicaragua y puedo dar fe del valor cívico de una ciudadanía que no desea conflictos armados, los cuales han causado muchas veces al país en el pasado destrucción y muertes. Lo triste es que el gobierno ignoró e ignora esta tendencia civilista del heroico pueblo nicaragüense y hoy, nos encontramos con una República desgobernada y abandonada.

Como este servidor ya no reside en Nicaragua, debo valerme de los comentarios y experiencias de los que aún resisten y comparten las penurias y salvajismos en el amado terruño.

Mucho se habla de que el gobierno alientan las reuniones masivas y las actividades en grupo, lo cual resulta ser verdad, entonces preguntamos ¿por qué la población no ha caído víctima de la pandemia que arrasa con los países más pudientes? ¿por qué reportan menos contagiados que sus países vecinos? El Salvador cerro sus fronteras muy temprano y está más afectado. Pues resulta que esa verdad es evaluada por el pueblo como indicación de que se debe hacer lo contrario, y han tomado el distanciamiento social y la auto cuarentena muy seriamente.

Las Universidades y colegios privados cerraron preventivamente las clases y activaron el modo virtual, cosa en que ya se tenía experiencia y medios debido a los sucesos de abril, cuando el salir a las calles era atentar contra la propia vida, el ser joven era, y es aún en menor grado, portar un rótulo de terrorista, portar algo azul y blanco, los colores patrios, como andar un fusil apuntando al gobierno.

Los negocios cerraron también las puertas, los supermercados anunciaron las primeras horas atención solo para los adultos mayores, a la entrada hay una persona que aplica alcohol o desinfectante en las manos a todas las personas que entran y al carrito de compras, todo el personal usa mascarillas y guantes permanentemente, han instalado mamparas de plástico entre los cajeros y el cliente, han colocado marcas en el piso para las personas que están en fila no se aproximen unos a otros.

También se menciona que las muertes por Covid eran declaradas como neumonías atípicas, me explican que en realidad esas muertes no difieren a las ocurridas el mismo período del año anterior, la verdad es que la propagación ha existido, pero otros factores como el cierre de las fronteras de los países vecinos, que evita las entradas, y la suspensión de los vuelos son factores que han resultado determinantes.

Otro factor muy decisivo es que, desde abril, el turismo, siempre en ascenso, pasó de golpe a cero, un solo turista no llegaba a Nicaragua. A mediados del 2019 el turismo comenzó de nuevo, pero subía muy lentamente, a pesar de importantes sumas en propaganda que el gobierno hacía, pocos turistas pudieron venir cuando podían traer la pandemia, el virus no encontró ese flujo de visitantes que necesitaba para difundirse, salvo los coyotes que trafican entre nuestros países.

La economía en Nicaragua está destruida, el dinero no fluye y es el motivo que el gobierno, desesperadamente, trata que la industria y el comercio no se detenga, se está ahogando, a pesar de medidas impositivas leoninas que han implementado. Ese es el motivo de que ignoren las recomendaciones protecivas de los organismos panamericano y mundial de salud, ni la pandemia del Covid ha logrado causar los daños que el gobierno y sus secuaces han perpetrado en sus coterraneos, desde ese grito de BASTA YA en abril.