El Archivo DCXLVII

¿Qué se hizo la Dignidad?

Todo ese esfuerzo que se ha hecho para evitar la repetición de los nefastos acontecimientos que culminaron con la Segunda Guerra Mundial, guerra que demostró que sin DIGNIDAD los pueblos son presas de la maldad, han sido anulados por las mismas organizaciones creadas para evitarlos.

Todos las conocemos, pues son templos donde operan los intereses de las burocracias, de la política y del capitalismo salvaje -el cual carece de ideología y patria- que sin dignidad, ni responsabilidad cívica, permiten que los "gusanos malignos" contagien al mundo convirtiéndolo en fácil presa de sus corruptos intereses, utilizando las mismas tácticas de los nefastos líderes de la destrucción (Mao Zedong, Stalin, Hitler, Tojo, etc…) que ocasionaron la muerte de cientos de millones de seres humanos.

El General Eisenhower, testigo ocular del holocausto nazi, ordenó que se filmaran en esos tétricos lugares de muerte llamados campos de concentración las famélicas figuras de las víctimas que todavía estaban con vida, asi como las pilas de cadáveres, pero parece que esa documentación han quedado en los almacenes del olvido, pues permitimos que "déspotas" sigan destruyendo las esperanzas de los pueblos, hipnotizados por la falsa premisa de que la soberanía es de los gobiernos y no de los pueblos. Soberanía que esos organismos trasladan, sin responsabilidad alguna, a quienes lo utilizan para destruir y esclavizar a sus conciudadanos.

Mientras ignoremos la historia de la humanidad, estamos condenados a repetir sus aberraciones; nos aislamos, somos "borregos", somos indignos e irresponsables, ya que ni siquiera tenemos el valor de defender nuestros intereses, que en una sociedad como la actual, es de todos, pues ese "todos" es el mundo en que convivimos.

En la globalización de hoy no se puede permitir regímenes que ignoren el bienestar de la humanidad y del planeta, no se puede ignorar que hay temor y destrucción, que existe un elemento viral que nos está destruyendo. Es inconcebible que se permita a "asesinos y destructores dementes", a vista y paciencia del mundo, promover todo lo que los organismos mundiales de la salud dicen no hacer, que promuevan la propagación, es decir la muerte. ¿Dónde están los organismos que supuestamente son los vigilantes del bienestar de la humanidad?

El caso de Nicaragua se ha convertido nuevamente en un reto al mundo. Su Presidente no da señales de que le importe el bienestar de su pueblo. Ni una sola vez, durante todas las semanas que este virus ha amenazado con propagarse en el mundo y en su país, se ha pronunciado, es como si se hubiese esfumado, lo cual sería más humano, que su ausencia.

Aunque él no es el país, ya que la nación la conforman gobierno y gobernados, él está obligado a presidir; y si por cualquier razón se ve imposibilitado o ha fallecido, el Congreso debe no solo informar, sino habilitar a su vicepresidente, que en este insólito caso, es su esposa y vocera, quien carece de la decencia de explicar la ausencia del presidente, y que además, ignorando todas las recomendaciones de los organismos mundiales de la salud, promueve actividades grupales partidistas y de beneficios particulares, poniendo en peligro de muerte a sus propios seguidores incondicionales.

Más indigno aún, es la ausencia de voces de personas responsables o grupos que tienen fuerza económica y moral para llamar al orden a estos indignos responsables de desgobernar, quienes sin duda se atienen a que siempre hay componendas, que la "impunidad" es y ha sido el orden del día, por lo que se aferran a una autoridad corrupta y criminal.

La pregunta que nos avergüenza es: ¿dónde está la DIGNIDAD? ¿a dónde se QUEDÓ el amor propio? Pues amarnos es amar al prójimo, es amar al terruño, que es de todos, que es en sí la victima común de la INDIGNIDAD.

Cristo Jesús es el sinónimo de la DIGNIDAD, el Padre nos los envió y permitió su sacrificio para que el mundo se inspirase en sus enseñanzas, las mismas que sus apóstoles continúan perpetuamente. El valor y fuerza del "cristianismo" está en el amor al prójimo, en ser dignos y disciplinados ciudadanos, en sus luchas por el bienestar de toda la humanidad, creada a imagen y semejanza de Dios.

Protejámonos, y protejamos al inocente pueblo nicaragüense. Hoy por ellos, ¡mañana y siempre por el mundo! ¡Bendiciones, salud y felicidad Pascual a todos!