martes, 4 de febrero de 2020

El Archivo DCXXXVII

La Constitución y la Democracia
Desde que Marco Rubio, Senador de Estados Unidos, en un arrebato de ignorancia y arrogancia declarara que "si la Cámara de Representantes (Diputados) decide enjuiciar, el Senado decide no solo si es culpable o inocente, sino también si su remoción es en el mejor interés de la Nación", y a renglón seguido escribe que "AUNQUE (no SI AUNQUE), el 'Primer Artículo' se puede probar, su remoción no serviría al mejor interés de la Nación" y para cerrar se burla del "Articulo Segundo" de la Constitución ratificada por el número de Estados requeridos en 1788, al decir que "el Artículo es una broma”, hemos llegado a la conclusión que el país que ha sido el faro que ha iluminado la lucha por sostener el sistema democrático en el mundo, está en serios problemas.

El Artículo II de la Constitución de los Estados Unidos crea el "Poder Ejecutivo" del gobierno estadounidense, el cual está formado por el Presidente, el Vice Presidente y otros funcionarios principales y en él se establece el procedimiento de "impeachment". No vemos en el Artículo dos ninguna frase o línea que puede catalogarse como "broma", lo que coloca al Rubio, como un parlanchín irrespetuoso de la Carta Constitutiva, que con sus 46 enmiendas constitucionales ha guiado por 232 años, el desarrollo y el progreso de la nación.


La democracia está pasando por un momento crucial con los procedimientos del "impeachment", juicio político al Presidente Trump que se lleva a cabo en el Senado, quienes actúan como Jurados y el Presidente de la Corte Suprema como Juez. Lo relevante de la última semana es la actitud de los Senadores Republicanos, quienes deliberando, cosa inusual entre los jurados en un juicio, deciden prohibir la presentación de nuevas pruebas y testigos en el Juicio, por lo que ya se da por descontado su veredicto final, que lo convierte en una pantomima de juicio, más bien dicho es una aberración jurídica que desdice de la seriedad y ecuanimidad con que los fundadores lo incluyeron en la Constitución.

En este escenario, fue el representante Adam Schiff quien cerró los alegatos de la acusación con un encendido discurso, que para nosotros pertenece a la historia, ya que según la agenda, el Senado o sea el Jurado, votará el miércoles la probable absolución o condena del presidente estadounidense.


El jefe de los fiscales demócratas, Adam Schiff, calificó a Donald Trump como amenaza para la democracia.

Pese a que la absolución es prácticamente segura, los fiscales demócratas en el impeachment al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzaron un fuerte ataque en su contra el lunes acusándolo de ser una persona sin sentido ético que debe ser destituida para proteger la democracia estadounidense, pues "Cuando un presidente intenta coaccionar a un aliado para que lo ayude a hacer trampa en nuestras elecciones, y luego trata de encubrir el asunto, debemos decir basta", afirmó Schiff.

"Hemos demostrado que Donald Trump es culpable. Ahora impartan justicia imparcial y condénenlo", concluyó Schiff en un encendido discurso ante los 100 miembros del Senado, de mayoría Republicana, lo que hace improbable un veredicto condenatorio.

La Constitución requiere una mayoría de dos tercios (67 votos) para destituir a un presidente y los 53 senadores republicanos respaldan a Trump. A ellos se dirigió Schiff.


"No se puede confiar en que este presidente haga lo correcto. Él no va a cambiar y ustedes los saben", dijo y cifró en "cien por ciento" la probabilidad de que "continúe intentando hacer trampa" para ganar las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

"La verdad le importa poco. Lo correcto le importa aún menos. Y la decencia no le importa en absoluto", subrayó.

Pero "la verdad es importante para ustedes. Lo correcto es importante para ustedes. Ustedes son decentes, no son como él", apuntó Schiff, instando a los senadores a decir "basta".

Schiff dijo a los senadores que los fundadores de la nación establecieron el impeachment en la Constitución para dar al Congreso el poder de destituir a un presidente por cometer "crímenes y delitos menores" como un contrapeso para limitar el mal.


"Querían que se usara raramente, pero lo pusieron en la Constitución por una razón. Para cuando un hombre quisiera vender a su país por un favor político. Para un hombre que (socava) la integridad de nuestras elecciones. Para un hombre que invita a la interferencia extranjera en nuestros asuntos. Para un hombre que socavaría nuestra seguridad nacional y la de nuestros aliados. Para un hombre como Donald J. Trump", remarcó Schiff.

Las actuaciones de Trump no beneficia a los Estados Unidos de América, pero parece que ¡a los Republicanos sí! razón por la cual hacen caso omiso de los principios constitucionales.

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