El 29 de mayo decidí regresar desde el plácido pueblito de Home, en el estado de Washington, para estar presente y acompañar a mis amigos y coterráneos en la "Madre de las Marchas" en honor a las madres de los mártires de esta gesta heroica de abril y mayo del pueblo de Nicaragua y a pesar de las 12 horas de vuelo y muchas más de espera en los aeropuertos. Llegue con la suficiente energía para caminar con mis queridos amigos Chamorro-Argeñal (Hilda, Sagrario y Jaime hijo), desde el Centro Comercial Galerías, en la "rotonda Jean Paul Genie", hasta la "rotonda Centroamérica", suficiente trayecto para sentir la emoción de que al fin nuestro pueblo ha encontrado el valor y el honor de ser nicaragüense.
Para mí esa monumental concentración ciudadana, era un sueño hecho realidad. Por fin, llego el día en que se unía la ciudadanía sin intereses partidarios ondeando su bandera azul y blanco. Se escuchaban vítores a la nacionalidad y reclamos patrióticos. Te sentías rodeado de seres valientes y rebosantes de hermandad. Había mujeres y hombres de todas las edades, algunos hasta en silla de ruedas y andariveles, pero más impactante aun, infantes en los regazos de sus padres o en sus cochecitos. Una emoción que sobrepasaba lo corporal, ni siquiera sentíamos el calor de nuestro brillante sol que no podía competir con el calor humano de seres que con su presencia reclamaban justicia, democracia y libertad.
Un río humano cobijados del color de cielo y paz, orgullosos de formar esa masa humana que con nobleza, amor y valentía reclamaban respeto a sus derechos y que exigían justicia y castigo ejemplar para quienes llevaron a nuestra juventud a sacrificar sus vidas por heredarnos ¡LIBERTAD EN VIDA!
Tuve la suerte de saludar a muchos conocidos pues era una marcha que nunca se le veía principio ni fin, en la cual resaltaban jóvenes matrimonios cargando sus infantes, así como matronas y adultos de hasta la cuarta edad. Durante el trayecto sentí que alguien, una niña, me tocaba y me ofrecía una toallita limpia para secarme el sudor, algo tan emocional que me transportó al paraíso, a un rincón terrenal donde se vive en hermandad, fue como un grito que me despertaba para confirmarme que nuestra juventud no está muriendo en vano, que ha nacido la nueva Nicaragua, libre y honesta, donde todos sus hijos, unidos, implantarán la nueva República, ese terruño que todos hemos soñado y del que nunca más tendremos que escapar.
Agradezco a mis amigas Hilda y Sagrario y a Jaime Martín (Jaime hijo), el haber compartido esa imborrable trayectoria de amistad patriótica, pero la verdad es que tanto ellos como este servidor, sentíamos ese ardor patriótico, esa fuerza del espíritu humano que nos abrazaba constantemente y nos animaba a seguir, nos alegraba sentirnos que estábamos siendo parte de una ola de amor, de ese amor que Jesús predicaba en búsqueda de la concordia del ser humano.
Los videos y fotos de esta histórica marcha nos dicen que Nicaragua está en rebeldía, no es ideología o filosofía partidaria, es patriotismo puro que nos hacía mucha falta, pues hemos sido víctimas de intereses de trasnochados y aprovechados de seres corruptos, que ni siquiera se les puede llamar ciudadanos, pues nunca conocieron que a la Patria se le sirve, no se le aprovecha.
Asesinar a sangre fría a seres inocentes, disparar con alevosía a familias que marchan pacíficamente es una monstruosidad salvaje, eso es lo que sucedió el "día de Las madres", este 30 de mayo. Hecho que cavó con la posibilidad de creer que podemos dialogar buscando la PAZ. Con bestias humanas enloquecidas por el poder y el dinero no se dialoga, se les combate, se les captura, se les juzga y se les castiga de acuerdo con la ley.
SI, Nicaragua es de todos, pero de todos los ciudadanos que la quieren y respetan, no de los que la asesinan y destruyen.
¡Viva Nicaragua Libre! ¡Patria Libre y Vivir!
video del diario "La Prensa"
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