Una propuesta del Papa Francisco para ayudar a los pobres, titulando el mensaje de la II jornada mundial de los pobres: "Este pobre gritó y el Señor lo escuchó".
Eso es casualmente lo que está sucediendo en Nicaragua, el "pobre" está gritando, ya no aguanta, la ciudadanía en general está respondiendo y el pueblo se está liberando.
Y, debido a que gritó el pobre a través de esos valientes estudiantes, el "pueblo", que es a imagen y semejanza de Dios, escuchó y está en pie, en una lucha cívica sin precedentes en la historia de nuestra sufrida Latinoamérica.
Lo que realmente me entristece es la falta de decisión de los gobiernos hermanos de América, en especial los Centroamericanos que están siendo perjudicados por estos cobardes asesinos, que disfrazados de paramilitares y anti motines, y apoyados por la mal llamada fuerza gubernamental, están diezmando a la juventud y a la población civil, desprovistas de armas letales para defenderse. Gritan en vano al mundo, ¡ayúdennos! ¡paren a estos genocidas!
Hay casos epopeyicos, que ya forman parte de la historia de un pueblo que niega callarse, que resiste con sus vidas los ataques salvajes de criminales sedientos de sangre, que más bien parecen fieras enloquecidas y desesperadas por mantener el desgobierno que está destruyendo el futuro de este pueblo que valientemente grita y lucha por su libertad.
Acciones inimaginables como el rociar desde avionetas las ciudades y pueblos en los que la policía ha perdido el control y se les impide entrar junto con los parapoliciales disfrazados de Juventus Sandinista, como Masaya y Carazo, con venenos y gases como cipermetrina y gas mostaza.
Múltiples casos en el propio Managua, donde por ejemplo le pasan la cuenta a una familia por rechazar la entrada de francotiradores a la azotera de su casa de tres pisos, desde donde podrían blanquear fácilmente a la población que levanta y protege los tranques que les impiden avanzar en su represión y su implantación del terror, casa que fue incendiada sin permitir que la familia pudiera salir, dejando 6 muertos, dos menores entre ellos.
Otro el de una madre que, por sus dolores de parto, al movilizarse a pie hacia el hospital, en la ciudad de Jinotepe, se encuentra de repente ante la lluvia de balas y le atienden en el propio tranque por no poder avanzar más, dando ahí mismo a luz.
Hagamos propia las palabras de Papa Francisco, gritemos a los cuatro vientos, respondámosle a los pobres, que son los que más sufren y en unión de ellos, LIBEREMOSNOS. ¡Basta Ya!
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