El llamado "Socialismo del Siglo XXI" continúa en su plan demoledor de los derechos ciudadanos de las Américas, con Cuba como faro y comando, pues la democracia respetuosa del derecho a la libre determinación la defiende, a sabiendas que esa filosofía política mantiene en la miseria económica a muchos de nuestros pueblos.
Ya mencionamos el domingo pasado que "desde el 19 de abril, Nicaragua no es la misma". Se ha escrito y hablado mucho en estos 7 días, la gesta del 19 de abril, donde jóvenes universitarios sorprendieron a la ciudadanía con su gesta patriótica, pacífica, y auto convocada, protesta por una más de las aberraciones administrativas del régimen; cambió las regulaciones del Instituto de Seguro Social sin consenso, blandiendo una vez más su omnipotencia. El pueblo se les unió, y más aún cuando Rosario Murillo los llamo "minúsculos grupos" y todos claman ¡Si No Se Van, Los Vamos!
Lo triste de lo sucedido es que los Ortega-Murillo, creyéndose dueño de vidas y haciendas, dieron orden de usar armas de fuego, a cabeza y torzo, causando la muerte de jóvenes estudiantes, algunos hasta con tres disparos así como de un periodista e incluso miembros de su propia fuerzas de choque, la lista de fallecidos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y de la Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH) asciende a 63, mártires del movimiento, que no solo ha enviado un mensaje al mundo de determinación, planificación y arrojo, sino que coloca a Nicaragua en el camino hacia una república democrática respetuosa de los derechos ciudadanos, donde dejará de existir la corrupción, el abuso y el abandono al bienestar del pueblo, a base de educación y civismo.
Nos recuerda Oscar Arias Sánchez, Expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz que "los pueblos latinoamericanos no han logrado aprender a apartar los espejismos de la demagogia y del populismo, porque el problema no son nuestros falsos Mesías, sino los pueblos que acuden con palmas a celebrar su llegada". Desde el regreso del sandinismo, en enero de 2007, hasta hoy la democracia nicaragüense se ha ido desdibujando, convirtiéndose en un régimen cada día más autoritario.
El norteamericano Christopher Marlett, inversionista de zonas francas de Nicaragua, después de una emboscada en la presidencia se pregunta en el diario "La Prensa": ¿Dónde están las soluciones? Contestando en enviar "un mensaje real y al grano" de "esperanza" sobre lo que necesita el país.
Aclara Don Christopher que acudió a reunirse con Ortega, no para "apoyarlo ciegamente o ingenuamente", sino con la esperanza de ser una voz más en buscar soluciones, ya que los inversionistas solo tratan de proteger su inversión y he allí el problema, olvidan que esa inversión se convierte en ganancias, únicamente con el apoyo de los trabajadores, el "pueblo" de Nicaragua.
Christopher se queja, "videos sin sentido en la TV y redes sociales que exponen la celebración perversa de la miseria", pero es parte de los derechos a la libre expresión y a nosotros como padres nos toca encausar a nuestros hijos.
Se pregunta "¿Puede alguien encontrar las soluciones?... Nicaragua ha traído tanta alegría a mi familia desde que volvimos en 2003." (Christopher es de madre nicaragüense de apellido Pasos y casado con una caritativa dama americana locamente enamorada del país y su gente), "Es esa lucha por encontrar respuestas y soluciones trabajando con personas que aman a su país lo que ha impulsado nuestro sentido de propósito y felicidad y la que nos ha motivado a tanta inversión emocional".
Y sigue "A veces me pregunto: ¿Soy parte del problema o soy parte de la solución? En este caso, me veo como parte de la solución". Es cierto, pero lo triste es que con excepción de Piero Coen, un empresario innovador y humanitario, y unos pocos más, los actores principales de la empresa privada han guardado un penoso silencio, ni siquiera para lamentar la pérdida de una valiosa juventud, al menos influir en su "socio", un sistema que según ellos traía estabilidad económica y bienestar, que tristemente terminó asesinando a una juventud que, valiente y sin armas, decidió decirles Basta Ya de Cuentos de Hadas, estamos subsistiendo de abuso en abuso y esto no puede continuar.
En un país, donde existen hasta detalles, cómo tener que regresar el Escudo Nacional estipulado en la Constitución a los membretes de todos los documentos y comunicados del Estado. El trabajo de regresar a ser República va a ser una tarea de gigantes.
Ayer una peregrinación citada por la Iglesia Católica desbordó ríos de gente, sin importar su religión. El mensaje del Arzobispo, Cardenal Brenes, fue claro y contundente: "Si en un mes no vemos que hay avance en el diálogo, si vemos que está estancado, que no hay buena voluntad, que no se logra ningún resultado, que estamos perdiendo el tiempo, los obispos nos retiramos. Eso es lo que el pueblo tiene que saber. Y a todo el pueblo de Nicaragua le vamos a tener informado de lo que estamos haciendo, no más misas negras, no más arreglos de cúpulas. El pueblo va a estar informado de lo que ahí ocurra"
Los campesinos se unieron a la peregrinación, viajando muchos kilómetros, con un mensaje claro a los estudiantes: Sigan en su protesta, nosotros volveremos, con dos o tres veces más gente.
Una gran responsabilidad cae sobre los hombros de las Naciones Democráticas, no pueden dejar a Nicaragua sola, sobrepasó Venezuela.
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