lunes, 29 de enero de 2018

El Archivo DXXX – ¡El Pueblo es Honesto!


"Si no es tuyo, debe ser de alguien" fue el tema central de Carlos Kasuga, empresario y conferencista mexicano de origen japonés, que dicto en Ciudad México sobre la cultura japonesa en cuanto a la honestidad ante un nutrido grupo de profesores y empresarios, todo basado, como el enfatizo, en la educación que los niños japoneses reciben desde párvulos, pues bien, el martes de la semana pasada, una señora caminaba de la parada del autobús hacia su trabajo en las afueras de Managua, la capital de Nicaragua, y en el trayecto –unos 700 metros– se le cayó su billetera, lo que no supo hasta llegar al destino, pues al buscar en su mochila un encargo que le traía a su compañera, se dio cuenta de que no tenía la billetera, lo que provocó que en grupo recorrieran el trayecto, sin resultado positivo, lo que la entristeció, pero no por el dinero pues era poco, 200 córdobas, sino porque iba a perder un día de trabajo para renovar sus documento de identidad y demás papeles.


De casualidad en el mismo lugar trabaja su suegra, aunque en horario diferente, caminando el mismo recorrido, mientras caminaba apresuradamente una de las vecinas del barrio le llamó, le dijo: "encontré esta billetera y al abrirla me di cuenta de que era de tu nuera, ya que no la he visto pasar por favor te ruego se la lleves". Cuando supimos la buena nueva, los que sabíamos del incidente, dijimos "Milagro de San Antonio", pues todo aconteció en los alrededores de su parroquia, pero en verdad fue más que milagro, fue una demostración de la honestidad de nuestro pueblo, donde cien córdobas es tener asegurado la comida del día.

Pero hay más, me cuenta una dama de negocios, que hace dos años fue al banco y mientras hacia sus diligencias, se le cayó un billete de cien dólares sin darse cuenta. Fue hasta el final del día, que reviso su efectivo, que se dio cuenta, pero ya era muy tarde para regresar al banco. Así que al siguiente día, sin muchas ganas ni esperanza, pero convencida de que lo que no se intenta no se logra, regreso a la ventanilla del banco y le dijo a la cajera que andaba en búsqueda de un billete que ella creía haberlo extraviado cuando estuvo ahí el día anterior. La cajera le contesto: "señora, el cliente que vino después de usted, nos devolvió un billete de cien dólares que encontró en el piso, el cual envié a seguridad, donde usted lo puede reclamar". Otro milagro dirían muchos, pero la verdad es que he estado investigando sobre acontecimientos como este y me place haber encontrado que nuestros pueblos son honestos y que nuestra corrupción y criminalidad la fomentan las clases que dominan el poder político y económico.


Internacionalizándome más aún, encontré un video de experimentos que hicieron en Corea del Sur, que confirma el comportamiento ejemplar de un pueblo educado, trabajador, próspero, con un gobierno democrático, honesto, donde se castiga a los criminales tanto de cuello blanco, como a los desarrapados, sin miramientos, pero con justicia ejemplar. Uno de los experimentos que hicieron fue colocar en los trenes subterráneos, 100 bolsas atractivas en las cuales se podía ver artículos de valor y el resultado fue sorprendente, casi todas (87) fueron devueltas a la oficina de "Lost and Found" (perdidos y encontrados). En otra parte del mismo video, hay un ciudadano que insistentemente (e intencionalmente) deja caer su billetera y en cada intento, hay un ciudadano honesto que se la devuelve.


Lo curioso de estos sucesos sobre la honestidad, es que involucra al trabajador, al ciudadano común y corriente, aun en países donde la institucionalidad, la educación y la salud pública son prácticamente inexistentes. O sea que no son los pueblos los corruptos, es el PODER y sus dirigentes, quienes impunemente mantienen al pueblo en la miseria y pobreza, a base de falta de educación que la disimulan repartiendo dádivas partidarias, cuando en realidad es dinero mal usado del propio pueblo.


Es interesante que en los países donde la pobreza no se ha podido eliminar, existe falta de control de gastos gubernamentales, negocios ilícitos, prebendas, coimas como la del famoso caso Odebrecht, ya que la clase política y aliados de las grandes empresas con PODER, creen que el erario público es fortuna personal, ignorando que este se forma a base de impuestos, de los cuales, los únicos que no se escabullen son los asalariados, que entre paréntesis, son los consumidores, que mantienen a esas empresas, que logran evadir impuestos con triquiñuelas. Todos sabemos que el PODER corrompe, pero lo peor es que apaña a los corruptos, protegiéndoles con IMPUNIDAD!


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