domingo, 2 de octubre de 2016

El Archivo CDXLI – ¿Debate o Debacle?

Aunque todos deben estar vacunados, como decimos algunos latinoamericanos sobre los comentarios acerca del debate político de los candidatos de los partidos más representativos a la presidencia de Estados Unidos del pasado 26 de septiembre –ya que hay dos partidos más que tienen candidatos, el "Verde" y el "Liberario"–, nos permitimos analizar lo sucedido esa noche, por ser un indicativo de cómo actúan bajo presión los candidatos y por haber notado en solo su manierismo, quien de los dos, tiene la estatura necesaria para ser Presidente de los Estados Unidos.

Doña Hillary demostró ser una señora dama confirmando esa noche, entre otras cualidades, que la hora ha llegado para que este país tome en serio a sus mujeres, que les reconozca su valor, su preparación académica, sus luchas y, sobre todo, lo que han contribuido como madres y patriotas a la estabilización del país.

Doctora en Leyes, Hillary Clinton (Rodham de soltera), representó esa noche a la mujer moderna de EEUU, moderada, capaz, inteligente, estable, combativa y compasiva, manteniendo su cordura durante la mayor parte de los 90 minutos del "debacle", al limitarse a sonreír a los ataques insulsos de un contrincante que demostró ante el mundo, su falso machismo, su ignorancia y su mala educación al interrumpir groseramente las frases de su contrincante, gran falla del "moderador" al no intervenir.

No hay duda que al entrar en el campo político doña Hillary se expuso a una actividad no muy incursionada por su sexo, así pues, siendo mujer, su lucha ha sido cuesta arriba, y bien sabemos que este país es muy huraño a cambios y conquistas sociales, que en otros países desarrollados han venido siendo parte de su cultura globalizada.

Aun después de las dos administraciones (casi 8 años) del Presidente Obama, en las que nadie puede negar sacó al país del caos económico en el que lo encontró y además logró mantener la ansiada paz mundial, existe un buen porcentaje de ciudadanos que no aceptan el hecho de que uno de su raza, aunque mestizo, haya llegado a la Casa Blanca, lo cual nos dice mucho del prejuicio que existe entre los que se consideran los escogidos para gobernar este país.

Por eso es que la lucha de la doctora Clinton para llegar a ser la primer mujer presidente de los Estados Unidos de América tiene un valor especial, demostrándonos y recordándonos con gran valentía que esta nación consagró en su "Acta de Independencia" el principio de que todos los ciudadanos somos iguales y por lo tanto no hay razón alguna para que una mujer no pueda presidir la Oficina Oval, descalificando con ello la pretensión de aquellos que predican políticas de odio y discriminación, pretendiendo que con ello van a engrandecer al país.

También agreguemos que es candidata por el partido Demócrata, que históricamente ha sido el abanderado de muchos cambios sin tener que reformar la Constitución Política de la Nación, que dicho sea de paso es uno de los documentos más respetados dentro de los países libres del mundo, donde impera el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Es interesante que, esta justa electoral, es una oportunidad histórica que brinda a las innumerables diásporas, que en su diversidad dan a este país su fuerza, estabilidad y personalidad, para VOTAR, incluso en ausencia pues lo permite la Ley, así como en los Consulados alrededor del mundo, a favor del candidato que durante la campaña haya demostrado ser un abanderado de la oportunidad de todos a realizar el sueño americano, respetando al inmigrante, apoyando el desarrollo educacional, el medio ambiente y la seguridad ciudadana.

Específicamente nosotros, el arco iris de razas, ciudadanos de ascendencia latinoamericana, que hemos sido insultados y vilipendiados por uno de los candidatos, tenemos el derecho y obligación, cívica y moral, de VOTAR, demostrar nuestra fuerza política, que en esta elección podría hasta ser el voto decisivo, lo cual nos daría el respeto que nos merecemos.

El 24 de septiembre se inauguró en la ciudad de Washington DC, el "Museo Nacional de la Historia y Cultura Afroamericano", con la presencia de los presidentes George W. Bush, quien fue el que autorizó su construcción, después de 100 años de la persistente labor de prominentes ciudadanos afroamericanos y del presidente Obama, que la apoyó, durante la cual leyó el poema escrito para la ocasión por Langston Hughes, que me permito traducir al español:

Yo también le canto a América.
Soy el hermano oscuro y,
cuando tenemos visitas,
me mandan a comer en la cocina.
Allí como a gusto,
me río y
gozo a mis anchas.
Mañana,
comeré en la mesa
cuando lleguen las visitas.
Nadie se atreverá
a decirme
"ve a comer en la cocina."
Entonces,
verán lo guapo que soy
y se avergonzarán...
pues yo también soy americano.

Hasta el próximo Archivo, el domingo 9 de octubre desde Manhattan, donde esa fuerza humana versátil, que engrandece a este país, se puede apreciar doquiera que uno va.

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