domingo, 7 de agosto de 2016

El Archivo CDXXXIII – ¡Hay que martillar, hasta LOGRAR!

El martes pasado, 2 de agosto, el Presidente Ortega de Nicaragua, al inscribir su candidatura a la reelección para seguir ejerciendo por cinco años más la Presidencia, decidió ir acompañado de su esposa Rosario como Vice Presidenta y al mencionar sus compromisos sociales, enfatizó el derecho a la salud y la educación, por lo que aprovechando su total control del país, le pasamos el martillo para que ordene se restablezca y regule el Colegio Médico en Nicaragua, ya que se trata de una medida prioritaria para evitar abusos de profesionales que dañan la imagen de la práctica de la Medicina y por ende del país, donde se le conoce como "Mi Comandante".

Nada es redundante cuando se trata del bienestar del ser humano, por lo tanto, continuamos con este tema que es primario para que esa nación logre regular sus servicios médicos y hospitalarios, lo que es una garantía de salud para el pueblo trabajador y sus huéspedes, el turismo internacional, fuente de trabajo y dólares, indispensable para un desarrollo sostenible.

Esta semana nos honra citar la opinión de un médico y humanista, Dr. Orlando J. Icaza-Gallard, cuyo historial profesional nos dice de la esmerada preparación –once años incluyendo la práctica– que exigía Nicaragua, para graduar a médicos generales. Luego, el Doctor compitió y fue seleccionado para especializarse en Cirugía General en el Hospital San Vicente de su ciudad natal, León, donde recibió entrenamiento con las víctimas de las rencillas familiares, del fatal aguardiente, del terremoto de 1972 y de la guerra civil (1978-79) que castigó duramente a León, especialidad que continuó en el Hospital Militar de Managua, después de dicha guerra civil, lo que le preparó para revalidar sus títulos en USA, así como para clasificar para los "Boards" de Patología quirúrgica, clínica y emergencias, especialidades que ha ejercido exitosamente por los últimos 26 años en los Estados Unidos de América, siendo en la actualidad el Director Médico de los servicios de patología, diagnósticos y laboratorios del Centro Medico de Leesburg, Florida y miembro del consejo directivo de oncología en el complejo hospitalario "Alliance Medical Center" que comprende dos hospitales y múltiples clínicas en el área de "Leesburg" y "The Villages", en la Florida –área de mayor crecimiento a nivel nacional– e inspector federal e internacional del College of American Pathology o sea que tiene la experiencia para opinar sobre los problemas de su profesión.

El Dr. Icaza es un asiduo colaborador del diario "La Prensa" de Nicaragua y recientemente escribió sobre el caso de un médico, que la justicia nicaragüense de manera muy diligente, por razones que dice él desconocer en sus pormenores, podría ser un fallo justo, pero también un acto de injusticia.

Por lo que pregunta y hace observaciones que reproducimos:

¿Existe en Nicaragua un "Colegio Médico" que regule la calidad profesional del médico? ¿Hay control de las licencias que se otorgan a los profesionales que ejercen en cualquier campo de la salud? ¿Se obliga a los profesionales de la salud a mantenerse al día en su profesión? (Educación Médica Continuada) ¿Existen regulaciones sobre las numerosas escuelas de Medicina que hay en el país? (Profesorado, metodología, estándares internacionales en calidad de formación) ¿Existen condiciones mínimas en centros hospitalarios y clínicas que garanticen que un doctor pueda practicar su profesión en ese lugar? (Laboratorios, Imagenología, farmacia, técnicos certificados, higiene, limpieza, sistema de asepsia, control de desechos, condiciones físicas apropiadas por razones de espacio, etc...).

¿Hay algún organismo calificado nacional e internacionalmente que inspeccione hospitales, laboratorios, centros de salud, etc.? Y que al menos cada dos años, certifique estos estándares (normas) mínimos. ¿Tiene Nicaragua un sistema legal capacitado para juzgar y analizar los errores como los supuestamente cometidos en el caso medico de que tanto habla la prensa nacional?

Si alguna de estas preguntas se contesta negativamente, no tengo duda que se comete un acto de injusticia al condenar a un médico por cualquier error, así como me apena que los pacientes y familias tengan que pagar por estos actos, y continua aclarándonos, que "un Colegio Médico, por sí solo, probablemente no pueda evitar más errores de los ya cometidos, por lo que recomienda que se conforme además un "equipo de profesionales que junto con el gobierno y la cooperación del ciudadano común, se impongan junto con el Colegio Médico la inmensa tarea de vigilar para que se practique una Medicina razonable. Que en vez de ser un ejercicio de muerte y dolor, la Medicina sea un ejercicio para sanar, para aliviar cualquier mal y sobre todo para sembrar esperanzas", enfatizando que "se necesita incentivar el voluntarismo social, que motive a los ciudadanos a ayudar en la higiene y limpieza de los hospitales, así como animar a pacientes y médicos. En el mismo artículo motiva a "levantar la conciencia de la salud y la verdadera dimensión de la Medicina", ya que después de tantos desvelos, sacrificios y títulos, nos dice que solo una cosa vale la pena: "El Amor y servicio a tus semejantes, sin esperar nada. Quien sirve con amor, no necesita de sabiduría en este mundo".

Hasta el próximo domingo 14 de agosto, donde le daremos seguimiento a las campañas electorales de Estados Unidos, donde sin duda, el voto latinoamericano será preponderante.

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