Agradecido por los comentarios y seguimiento que le dieron a "El Archivo" de la semana pasada sobre la honestidad, entre los cuales, aparece un artículo del Maestro, Dr. Antonio-Pedro Tejera Reyes, miembro del grupo de expertos de la "Organización Mundial del Turismo" de la ONU y Columnista de "Turista Magazine Destinos" con sede en Lima, Perú, que comparte con 40,000 usuarios en base de datos propia, su mística periodística, bajo la dirección de Elena Villar. El doctor Tejera comenta: "LA HONESTIDAD, ESE VALOR INMATERIAL es un tema en el que está totalmente identificado con su querido amigo Alejandro José Gallard-Prío, nicaragüense, residenciado hace muchos años en los Estados Unidos de América, quien nos envía un regalo de Navidad, con un precioso artículo, cuyo contenido compartimos sin más y del cual extractamos algunas de sus brillantes consideraciones nacidas de su larga vida entregada de lleno al trabajo por La Humanidad, el cual sigue ejemplarmente con sus sabias enseñanzas volcadas, como en esta ocasión, en enjundiosas y sentidas páginas literarias, que son un auténtico mensaje de paz, lleno de esperanza hacia un mundo sacudido, precisamente, por la falta de honestidad, vital en todos los actos de nuestras vidas y que nos ayuda a conocernos y a encontrar nuestra felicidad". Gracias, querido Maestro y amigo.
Siguiendo con mi plan de visitar el interior de Nicaragua, el pasado fin de semana visite Estelí, ciudad conocida en el exterior por su afamada producción de tabacos puros. Hace muchos años fui testigo de su comienzo, conocí personalmente a sus pioneros, tabacaleros cubanos que sembraron sus esperanzas en la bondad de las tierras de la región y en la destreza de sus trabajadores. Esos mismos cubanos, que hoy no solo despreciamos, sino que ni siquiera le respetamos el derecho de cruzar nuestro territorio en búsqueda de libertad y esperanzas.
Estelí es hoy una activa metrópolis, gracias a esa actividad agroindustrial del tabaco, desarrollada por ese grupo de esforzados cubanos integrados a nuestro país, que nos enseñan el valor de la constancia, de la honestidad empresarial y de cómo la calidad es la mejor promoción de sus productos, ahora sobresalientes a nivel mundial, también le dice al futuro inversionista que Nicaragua es un país confiable y con futuro, futuro que ahora, equivocadamente, negamos a miles de emigrantes cubanos que con sus hijos y familia, aspiran llegar al cruzar pacíficamente nuestro territorio, que como dicen sus voceros, nunca esperaban que les negaran cruzar, pues los mismos nicaragüenses por décadas han recibido sus aportes y conocimientos profesionales en los ramos de salud y educación, con amor fraternal. Tienen razón esos cubanos, al nicaragüense se le puede acusar de muchas cosas, pero no de desagradecidos.
Uno de los derechos humanos en que se basa esa fuerza económica llamada turismo, es el de emigrar, viajar a donde a uno le plazca, el trasladarse a donde uno le agrade y vea esperanza para una mejor vida, ya sea por temporadas o permanentemente. El caso de los cubanos que están atascados en Costa Rica y Panamá, no tiene nada que ver que el éxodo de antaño conocido como "marielitos", y mucho menos con el oleaje de seres humanos que permanentemente arriesgan sus vidas navegando en cualquier cosa que flote en el Mar Caribe. Estos son seres humanos que están cansados de convivir en el paraíso tropical que conocemos como Cuba, que legalmente lograron visas para viajar al exterior, con la esperanza de aprovecharse de una Ley, que por razones conocidas, buenas o malas, aún tiene en vigencia (agonizante) los Estados Unidos de América.
Que esa Ley no ampare a nuestros hermanos de centro y sur américa, es otro cantar, ya que conocemos del buen cabildeo que los cubanos que se afincaron en Estados Unidos hace más de medio siglo, hicieron para permear su política exterior y legisladores, ya que como políticos, les convenía esa Ley en su momento, pues atraían votos, acaparaban una eficiente mano de obra, que sin lugar a dudas transformo el Sur del Estado de Florida y abrió muchas oportunidades de trabajo para nuestros propios emigrantes. Sin menospreciar la publicidad mundial de que Cuba era un fracaso económico y político.
Seamos honestos, alejémonos del egoísmo, del acomodamiento a nuestros intereses, y con sinceridad admitamos que el cerrar el paso a unos inmigrantes es deshonesto, y contraproducente a la imagen de país hospitalario que ostentamos tan orgullosamente.
No podemos decirle adiós al 2015 sin agradecer la oportunidad con la que ustedes nos honran, llegar a sus hogares y sitios de trabajo con nuestros comentarios y sugerencias, y dos muy importantes para el futuro turístico de nuestros destinos centroamericanos; primero: Tomar en serio el TURISMO, negocio internacional e industria que transforma países, al cual no le estamos dando la importancia que se merece. Segundo y especial: dotar de facilidades nuestros bellos parajes e inspeccionar nuestros hoteles y restaurantes, especialmente en cuanto a la sanidad y calidad de sus productos y servicios, en lo cual mis viajes me insisten que tenemos mucho por hacer. Cambiemos de actitud.
Hasta el próximo ARCHIVO CDIII, el 10 de enero del 2016. Envíenos a sus amistades. Un abrazo!
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