Cuando visualizamos el istmo centroamericano en el globo terrestre, lo primero que se nos viene a la mente, son las facilidades que su geografía le ofrece al turismo para visitarle, ya que nos lo imaginamos con buenas carreteras, una vía ferroviaria y fronteras nominales , –es lo que acostumbramos ver por dónde vamos– que permiten el recorrido sin contratiempos, ya que la propaganda lo presenta como una "Marca" que integra diferentes estados, haciendo del área una destino diverso, versátil y ameno.
La realidad es otra, aunque se pregona la cacareada integración, esta no existe. Me decía una buena amiga que viaja con frecuencia de Managua (Nicaragua) a Tegucigalpa (Honduras), países vecinos, que en cada visita pierde de 4 a 6 horas promedio en las fronteras o sea de dos a tres por cada cruce.
Si calculamos esa pérdida de tiempo para visitar los seis países del istmo, sin incluir Belice o sea desde Guatemala a Panamá, con un promedio de cuatro horas, dos para entrar y dos para salir, tenemos como resultado que nuestros visitantes perderían un aproximado de 8 horas de sus vacaciones en solamente cruzar fronteras, esto elimina de tajo el atractivo que promueve la Marca Centroamericana de un solo destino con seis atractivos diferentes.
Los países del Istmo se necesitan, su formación geográfica y sus matices culturales se complementan, lo que les permite ofrecer algo muy singular en el mercado turístico internacional, que la falta de visión y decisión gubernamental y empresarial de como dotar a este destino de facilidades, les dificulta aprovechar la oportunidad de convertir esta actividad económica, en la principal fuerza de su desarrollo.
Aunque todos sabemos de las bondades y fuerza que daría a la región una República Federal, aceptamos que una unión política es difícil, ya que cada día sobresalen con mayor ímpetu los intereses políticos de los líderes que rigen los países del istmo, aun en países, como Costa Rica y Panamá, con histórica tendencia democrática.
Si mantuviésemos la independencia de cada uno de las naciones que forman el Istmo y pragmáticamente diéramos pasos concretos e inmediatos hacia las facilidades de cruce de fronteras, si facilitáramos la construcción de una autopista de peaje y de un ferrocarril moderno centroamericano.
Si formáramos además una Institución de Policía federal, salida de las locales, sin eliminar la parte local, así como una fuerza armada conjunta, como ejército de paz, que nos proteja del flagelo del tráfico de drogas a través de nuestros territorios y la depredación de nuestras riquezas naturales, como la abrumante depredación de nuestros bosques, estaríamos dando un paso gigante hacia la consolidación de nuestra MARCA, que en este caso no solo sería para el turismo, sino para el incremento de nuestro intercambio comercial, exportaciones e inversiones de capitales.
Daríamos el primer paso solido hacia los sueños de Darío, Morazán, Mendieta y tantos otros que con visión creativa, vieron a cinco pequeños estados –ya que al comienzo no teníamos el aporte de nuestros hermanos Beliceños y Panameños– en una "Centroamérica Unida" manteniendo su diversidad, que en sí, solucionaría la mentalidad de independencia política, idiosincrasias y costumbres, en el propósito de salir del miasma de la pobreza ahogante, que solamente podemos lograr, eliminando las barreras que nosotros mismos hemos creado e inconscientemente nos resistimos a borrar.
Aunque los pasajes aéreos no bajan, aunque baje el petróleo, pues se escudan de que los derechos de uso de aeropuerto en Centroamérica son muy caros, estamos progresando desde el punto de conexión aérea ya que tanto Nicaragua como Costa Rica, tienen operando aeropuertos de nivel internacional en sus zonas turísticas del Pacifico, así como el capital centroamericano, está habilitando la necesitada línea aérea regional con precios más apropiados para incentivar el turismo entre los países de la Marca.
Y ya que mencionamos el capital centroamericano, hacemos un llamado a ese capital, que tanto aporta al desarrollo del turismo, a que se reúna en algún lugar del istmo a buscar solución a las facilidades que urgentemente necesitamos para el flujo de turismo, el incremento de la industria, agilizar el comercio internacional y en especial atraer el financiamiento mundial, para la construcción de una Autopista de Peaje que sea la médula espinal del Istmo, paralela a una línea ferroviaria que nos coloque en el Siglo XXI, y así competir ventajosamente en el mercado mundial.
Apelo a empresarios que han probado con visión y esfuerzos proyectos centroamericanos exitosos, como las familias Aisenman, Amdani-Bai, Athanasoupulos, Coen, Castillo, Durman-Esquivel, Facusse-Barjun, Gutiérrez-Bosch, Herrera, Jacobson, Kriete, López-Estrada, Mata-Castillo, Mendiola, Motta, Ortiz-Mayorga. Pellas, Poma, Slim-Helu, Siman, Torrebiarte-Novella, Tricio-Haro, Vallarino, Zamora, entre otros, a convocar a su pares, para presentar al mundo estos dos proyectos de infraestructura de transporte público, en el cual se puede unir gobiernos y empresa privada, que sumado a lo que ellos han realizado, le darían a Centroamérica el desarrollo económico que sumado al servicio personal que posee, pondría a la Marca a competir entre los destinos turísticos exitosos de América, pues como nos recuerda Antonio Pedro Tejera Reyes, pionero y experto de la Organización Mundial del Turismo: "Nada podrá superar en el mundo del turismo el trato personal, la recepción y acogida amable y cordial en cualquiera de sus manifestaciones, acompañada del calor humano detrás de una sonrisa sincera… Algo imposible de sustituir" Uno de los tesoros que Centroamérica ofrece al mundo".
Hasta el próximo ARCHIVO CDV, el 17 de enero del 2016. Envíenos a sus amistades. Un abrazo cordial!
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