El MUNDO llora la pérdida de vidas inocentes en Beirut, Paris y Kenya, lo que desgraciadamente es una réplica de atroces actos ejecutados por organizaciones cuya finalidad es la inestabilidad de la civilización, lo que también significa un desbarajuste para el goce del ocio del ser humano, conocido como TURISMO.
El viajar es una actividad milenaria que permite al ser humano conocerse, saber que en nuestro planeta, todos somos "iguales"; gozamos, sufrimos y soñamos. El Turismo ha transformando regiones inhóspitas y totalmente desconocidas, en ciudades y áreas, donde el placer de gozar la vida es el común denominador.
No hay ninguna otra actividad económica en el globo terrestre que lo pueda superar, pues debemos entender que turismo, es una enciclopedia de actividades económicas, que entrelazadas entre sí abarcan todo lo conocido, como industrias, fuerza laboral, comercio y banca.
El humano, sinónimo de turista, carga consigo ansias de gozar el ocio o sea, sus vacaciones o su retiro, para lo cual trabaja arduamente. El turista, aquel que viaja a descubrir un mundo nuevo, cada día es más exigente, demanda comodidades, servicios, memorias, alegría y por sobretodo seguridad.
El problema que se nos enfrenta con los acontecimientos terroristas, es que estamos destruyendo la confianza del viajero, lo cual va más allá de los riesgos normales de lo que significa viajar a lugares y culturas desconocidas, más allá de los riesgos que desde el 11 de septiembre significa abordar un jet, los cuales han sido superados y han creado una nueva industria, la seguridad aeroportuaria.
Ahora necesitamos que los gobiernos y fabricantes de armas letales, controlen su proliferación, inconsecuente e indiscriminada, armas que en manos de irresponsables criminales, nos quitan del placer de gozar actividades tan normales como una obra teatral, sentarnos al aire libre a saborear un café, o de simplemente caminar por cualquier calle de nuestras ciudades, sin vernos expuestos a que un fanático desquiciado o engañado, comience a tirar balas sin saber a quién, y que una organización, sea cual sea, se responsabilice de la matanza como si celebrara logros olímpicos.
Controlar el tráfico y ventas de armas letales, que son las que usan los que están destruyendo el placer y el derecho de todo ser humano a viajar y vivir en paz, es lo que deben buscar cómo solucionar el grupo de naciones conocidas como "G2" y no fomentar más guerras que traen destrucción. El ser humano normal busca PAZ y PROGRESO sin guerra ni destrucción.
No es bombardeando ciudades, ni enviando más tropas a combatir fanáticos, víctimas de llamados religiosos que predican odio, que vamos a resolver el problema de inseguridad. La clave está en mejorar la educación, en dar a conocer nuestros valores, en crear oportunidades de trabajo, en promover el respeto al derecho ajeno, que como decía ese gran mejicano, Benito Juárez, es la paz.
Apoyemos el turismo, que es un vehículo de PAZ. Lo estamos presenciando en CUBA, donde ya se siente un cambio de actitud, un deseo de compartir, de conocernos, de crear afectos, por lo que cualquier acto vandálico o irresponsable que afecte el libre movimiento de estos ejércitos de paz y bien, es de lamentar.
Estamos de luto, no solo por todos esos inocentes seres que ya no sonríen, que nos dejaron tristes sin su presencia, sino por la falta de visión de ciertos países de nuestra América, que todavía, a estas alturas del siglo XXI, atizan la confrontación, usan el vandalismo y la fuerza bruta, para contrarrestar el derecho a disentir, el derecho a cruzar fronteras en búsqueda de mejor oportunidades, olvidándonos que muchos de nuestros hermanos centroamericanos, enfrentan en su odisea, el acoso de delincuentes y penurias, para encontrar una mejor vida, que los convierte en productores de remesas que ayudan a nivelar las economías y mitigan las necesidades de los familiares que por razones de edad, se quedan residiendo en sus países de origen.
Hacemos un aparte de los acontecimientos internacionales, para lamentar el fallecimiento de 4 seres humanos en un accidente de helicóptero en el rio San Juan, Nicaragua, entre los cuales viajaba nuestro amigo, Antonio –Toño– Lacayo Oyanguren, uno de los pioneros de la industria turística de Nicaragua. Fue él, quien motivo al "Grupo Pellas" a ingresar a la industria turística y fue él, quien ha dejado un modelo de cooperación comunitaria, que ha transformado la región sur del pacifico de Nicaragua, por eso es por lo que debe ser siempre recordado. Nuestra condolencia a su esposa, Cristiana Chamorro Barrios, sus hijos, sus familias, amigos y compañeros de clases, de luchas y trabajo.
El próximo jueves 26, la población entera de los Estados Unidos, así como sus ciudadanos que residen en el exterior, se reunirán en familia, para darle gracias al Creador por los bienes recibidos y rogar por la paz. Es un día en que se celebra el amor, que se valora la unión familiar, donde la fraternidad es su común denominador, por lo que "El Archivo" les desea a todos y cada uno de sus lectores, un festival de afecto familiar, que deberíamos emular en nuestros países.
Hasta el próximo domingo, en "El Archivo CCCXCVII", y posiblemente desde California.
No hay comentarios:
Publicar un comentario