La Republica de California, una de las estrellas de la Unión Americana, es por si sola una potencia económica a nivel mundial. La semana pasada estuve visitando una de sus regiones, el famoso Silicon Valley, donde las grandes empresas del mundo cibernético tienen su sede, a la par de extensos y vistosos sembríos agrícolas y fincas ganaderas.
Desde la ciudad de Morgan Hill, me desplace en automóvil, gracias a mi hermano Fernando Abel, quien a sus 87 años mantiene su dominio del volante, desplazándose por las magníficas autopistas y carreteras, que extrañamente no tienen Islas de Servicio, que son comunes en las autopistas de otros Estados.
Para comenzar, visitamos el campo universitario de la Universidad de Stanford, donde mi nieto Henri José, cursa el 2do año su educación universitaria. El campo es extenso, con verdor y espíritu estudiantil, que lo convierte en un oasis donde la ciencia y la educación se funden en su razón de ser. Está ubicada contiguo a la ciudad de Palo Alto, cuyas autoridades y empresa privada han logrado un ambiente familiar hacia los visitantes, que en su mayoría son parientes de los estudiantes. Hay de todo a escala "boutique". El nieto nos llevó a "La Strada", apetitosa cocina italiana con excelente servicio a cargo, de los "discutidos" inmigrantes de nuestro mundo iberoamericano, que están demostrando, tanto en la economía de servicio como en la agricultura y ganadería, la importancia de su presencia.
En esa área, hay muchos poblados, cada uno con su identidad productiva, como por ejemplo, Gilroy, la capital mundial del ajo, que celebra anualmente un festival que ofrece para los valientes un Coctel a base de ajo; en los alrededores se cultivan cerezas y fresas. Al sur de Morgan Hill, comenzando en Salinas, hasta Monterrey, están las haciendas ganaderas y Castroville, es famoso por su producción de Artichoques. Para conocer y admirar esa fuerza productiva, que a pesar de la sequía imperante, continua rindiendo frutos, gracias a su sistema de riegos, recomendamos utilizar las carreteras secundarias, que cruzan las fincas y haciendas, cuyos propietarios tienen la peculiaridad de residir en ellas, en casas modernas y atractivas. Esto es importante dentro de la economía agrícola pecuaria del mundo desarrollado, el hacendado reside cómodamente donde trabaja, no es agricultor visitante, como se acostumbra en muchos de los países iberoamericanos.
El pasado Domingo 20 decidimos viajar en automóvil a San Francisco, visitamos vecindarios como el Distrito de Mission, donde se concentra el inmigrante latinoamericano; la Avenida Dolores, donde a la altura de la calle 18, está mi vieja Escuela Secundaria, Mission High School y, la histórica Misión Dolores, restaurada magistralmente en todos sus detalles, con un Cementerio que muestra en sus lapidas los nombres hispánicos de la época.
Continuamos por las calles Market y Mission hasta el Embarcadero, donde viramos a la derecha hasta el Estadio de Baseball a la orilla de la bahía, de donde salían en ese momento miles de fanáticos, lo que le dio un sabor festivo al lugar, de donde regresamos a la calle de los muelles, algunos de los cuales están convertidos en centros comerciales y museos, hasta llegar al famoso "Fisherman Wharf" que como siempre, está inundado de turistas que patrocinan los restaurantes y negocios del sector, uno de los más populares del puerto.
De allí tomamos la ruta de los "cable cars", subiendo y bajando cerros y admirando edificios y casas históricas, que le da a la ciudad un sentido de pertenencia muy singular. Llegamos al aristócrata cerro "Nob Hill", con sus famosos Hoteles y el Club Privado más exclusivo de la ciudad. Bajando por la Calle California, llegamos al Barrio Chino, uno de los más atractivos de los Estados Unidos. Pasamos por la Casa de la Opera, la Alcaldía y Centro Cívico, a sabiendas que nos hacía falta el Golden Gate Park y otras atracciones, pero solo fue una visita relámpago a una de las más atractivas ciudades de los Estados Unidos, que a todos recomiendo visitar.
El lunes visitamos el bello resort "Carmel By The Sea" ubicada en la Bahía de Monterrey, California. Es difícil describir su belleza natural, donde el azul del mar coquetea con el verdor de los árboles que crecen en sus costas.
Visitamos la Misión Carmel, fundada el 3 de junio de 1770 y en cuya Basílica Misión San Carlos Borromeo están los restos de Fray Junípero Serra, que fue canonizado esta semana en ceremonia presidida por Papa Francisco en Washington D.C., lo que atrajo a Carmel a cientos de fieles devotos.
Carmel ofrece excelentes restaurantes y "boutiques". Gracias a Bernadette Mendoza, nicaragüense, quien fue nuestra anfitriona durante nuestra visita, almorzamos en el "Dametra Cafe", Avenida Ocean y Calle Lincoln. Una experiencia muy singular, donde las sonrisas que siempre promovemos y que en esta oportunidad hicieron galas su "host" Nadia y su Barman Gerente, Daniel De Souza, un nativo de Carmel que por años residió en Brasil, Chile, Uruguay y Argentina, quien nos obsequió a nombre de los propietarios, una copa de vino.
Conversamos con el propietario Bashar Sneeh, Sirio, quien con su socio Jordano, Faisal Nimri y su cordial personal han logrado impregnar un ambiente familiar con sabor mediterráneo. Generalmente Bashar acompaña con su mandolina siria, llamada "OUD" al tenor y cocinero, de ascendencia mejicana, Antonio Ramos, quien regala a la clientela con su voz, el romanticismo musical de Iberoamérica. Bravo!!! Lo recomendamos!
Hasta el próximo ARCHIVO del domingo 4 de Octubre, con el ruego de siempre, sus comentarios. Salud y Felicidades!
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