domingo, 30 de agosto de 2015

El Archivo CCCLXXXIV – Desde el Oeste Americano

Para llegar aquí, en los tiempos de las carretas, familias valientes tardaban meses, enfrentando toda clase de dificultades y exponiendo sus vidas, pero en el Siglo XXI, se puede cruzar el Continente en vehículos motorizados, en tren y en avión, que solo toma 5 horas y media en vuelo directo desde cualquier punto del noreste. No quiero dejarlos en suspenso, el Tren toma 4 noches y tres días y en automóvil o Autobús, unos seis días, si se descansa por las noches.

En este sector del Pacifico, el Noroeste del Estado de Washington, con volcanes activos y donde el mar penetra formando armonía con sus montañas pobladas de pinos y cedros, hay Islas, penínsulas, recodos llenos de quietud y metrópolis acogedoras, como Seattle, Bellevue y Tacoma, sedes de potencias industriales como Boeing, Microsoft y Starbucks, que las proyectan a nivel mundial.

El destino y la suerte me trajo a este paraje vacacional, donde mi hijo Van Rex, adquirió su casa de campo en la comuna llamada "Home", fundada a principios del Siglo pasado, por tres soñadores que buscaban la "utopía" que Sir Thomas More, en el siglo 16, clasifico como "no place" que podríamos traducir a "sin lugar", o sea algo entre sueño y la realidad.

Uno carpintero, el otro maestro de escuela y el tercero, herrero, que uniendo esfuerzos y abordo de un bote de remos, penetraron los brazos de mar desde el puerto de Tacoma, al sur de "Puget Sound" una área del Pacifico que ofrece muchas atracciones como las Islas San Juan, los Puertos de Seattle, Tacoma y Olympia, Capital del Estado de Washington.

Dejando a sus esposas e hijos en Tacoma, los tres, Verity, carpintero nativo del este medio; Allen, maestro de Ontario, Canadá y Odell el herrero de Colorado, navegaron en búsqueda de un asentamiento donde establecer una comuna de anarquistas, que para ellos era una filosofía optimista, basada en la fortaleza moral inherente al ser humano. Era en verdad el sueño de hombres que amaban la libertad y buscaban estabilidad con ética y valores familiares, y, por eso le llamaron "Home" (HOGAR).

Así fue que se fundó esta comuna, donde en la actualidad viven descendientes de estos pioneros, con quienes he tenido la suerte de compartir. Leila Retherford Luginbill, nos regala sus pensamientos de lo que para el ser humano significan los recuerdos "Mis sentimientos por este lugar llamado Home, es profundo. Fue hogar para la familia de mi madre por casi 120 años. Me siento más conectada a este pedazo de tierra que a cualquier otro lugar, aunque he residido por años en otros. En verdad este es nuestro hogar en toda la extensión de la palabra... La bahía, la tierra, los arboles me conversan... es un paraíso. Me gusta trabajar en el jardín y mientras lo hago, frecuentemente encuentro pedacitos de vidrios y hierro, así como jarrones quebrados, que deben haber pertenecido a mis abuelos. Sé que estos despojos tocaron sus manos en tiempos lejanos y probablemente fueron desechados como basura, pero para mí son la conexión a un ser vivo, que ahora solo reside en mi memoria. Cuando yo me vaya, nadie tendrá esa memoria... que lastima que no se puedan heredar memorias".

Son pueblos como este, lo que engrandece a los Estados Unidos, pues son ellos faros de libertad y amistad vecindaria. Comunidades limpias que armonizan con el ambiente de árboles verdes y aguas azul marina. Sus calles están asfaltadas y posee nomenclatura, que Managua, Nicaragua no tiene, lo que la hace la única capital de América sin nomenclatura. Tiene servicios públicos modernos, escuelas y clínicas, además un hospital moderno que comparten con otros pueblos vecinos. Administrativamente pertenecen al Condado de Pierce, quien le provee los servicios públicos modernos y por supuesto cobra los impuestos, como el de ventas que es del 9.0% del que están exentos los alimentos.

Conversando con los esposos Bob, Eloise, George y Leila, educadores retirados y descendientes de los fundadores de esta comuna de pioneros, conocí de las penalidades que vencieron sus bisabuelos y abuelos para asentarse, no había caminos, el transporte era por lanchas. Encontraron un área arrasada por los famosos depredadores de madera de todos los tiempos, que tuvieron que reforestar. Compraron 50 hectáreas que dividieron a hectárea por familia, que consideraban suficiente para cultivar vegetales y crear animales de corral, su principal fuente de ingreso y alimentación en ese entonces.

Independencia para ellos no era, ni es, alejamiento, eran y son amigables, te invitan a sus casas, comparten viejas fotos y escritos, todo lo cual demuestra la razón del porqué, estas familias siguen aquí, ahora con las facilidades modernas, de ese ambiente que los mantiene sanos y felices, con la esperanza de que el turismo se quede en Gig Harbor, un complejo turístico cercano, donde sus pueblos poseen el espíritu comercial, que ofrece servicios, bellezas naturales, pesca, paseos marinos y por supuesto una sabrosa variedad gastronómica a nivel internacional.

Entre los libros que nos mostraron, están "HOME AT HOME" de Silvia Retherford, madre de Leila Retherford Lugenbill, que al traducirlo se convierte en "Hogar en HOME" y "MY STORY" o "Mi Historia, de Evelyn Dadisman Evans, madre de Bob Evans, que al leerlos, me transportaron a las vivencias de sus juventudes en HOME, donde la familia era su fuerza, enviando un mensaje al mundo actual: UNION FAMILIAR!

Hasta el próximo ARCHIVO del domingo 6 de septiembre del 2015, siempre desde esta bella región del Noroeste de nuestro continente americano.


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