domingo, 29 de marzo de 2015

El Archivo CCCLXI – Del Rio Bravo a la Tierra del Fuego!

Alejandro José Gallard Prio        

Algo no hemos hecho o lo hemos hecho mal, que sin excepción alguna, lo cual es vergonzoso, nuestros pueblos no han logrado salir de la pobreza, aun teniendo, a manos llenas, las más variadas bellezas naturales, infraestructura acogedora y una fuerza laboral cooperante.

Cuando nos referimos a Latinoamérica y el Caribe, sobresalen dos países, Costa Rica y Uruguay, donde la Democracia es una realidad. Podríamos sumar a Chile y Panamá y, si somos benevolentes, Peru. Ninguno de los cinco es perfecto, pero si hacen el esfuerzo para respetar los derechos ciudadanos y libertades, con leyes y presupuestos a favor de los tres "Componentes" medulares: "Educación" "Salud Pública" y "Seguridad y Estabilidad Financiera y Comercial".

Desgraciadamente, aun en los países democráticos, la corrupción ha permeado, aferrado sus garras, aunque en las mencionadas naciones democráticas, se combate la impunidad y se procesa a los infractores, apegado a la Justicia.

Siempre hemos dicho que todas las actividades de un país, influencian la actividad turística, en especial el presupuesto para promoverlo, así como el apoyo económico que necesitamos para ofrecer a la ciudadanía los tres "componentes", ya que sin ellos, la empresa privada no puede ofrecer servicios de calidad, indispensable para convertirnos en anfitriones competitivos, que es lo que ha logrado sacar de la pobreza a muchos países del mundo.

El Turismo es un actividad de múltiples detalles, tales como los hoyos en las aceras de las ciudades, que la negligencia de los dueños de las propiedades no reparan y las Alcaldías tampoco reparan ni lo exigen, aplicando multas, ya que el caminar por ciudades y pueblos, gozando de las sonrisas de los residentes, sin el peligro de romperse un hueso, es uno de los placeres más preciado por los visitantes.

Otro detalle importante es cuidar del sistema ambiental de las calles, que los propietarios de las viviendas deberían promover, sembrando y cuidando el crecimiento de árboles enfrente y dentro de sus propiedades por la ansiada sombra y frescor. Esta actividad cívica, debe instruirse desde kindergarten, concientizando a los niños de la bendición de crecer con la naturaleza tropical y su verdor, enseñándoles a cuidar, regar y proteger sus árboles.

El tercer detalle, es la responsabilidad de mantener limpias nuestras aceras, calles, parques y mercados. No botar basura debería ser una consigna patriótica y, si vemos que alguien ensucia nuestro ambiente, reclamarles con entereza y recogerla con espíritu cívico.

Los pequeños negocios que operan en las aceras y parques, deben mantener basureros y vigilar que sus clientes no boten los desechos fuera de ellos y si lo hacen, recogerlos de inmediato como ejemplo.

Los Clubes de Servicio, las Empresas y Alcaldías, deben de promover estos detalles, demostrando con ello, que somos ciudadanos responsables y que nos importa convivir y recibir a nuestros visitantes en ambiente sano.

Además de lo anterior, es importante que revisemos y tomemos en serio la educación primaria, no podemos seguir con una educación a medio tiempo, es necesario regresar al mínimo de 30 horas semanales de clases, más las horas necesarias para su alimentación, deportes y ejercicios físicos. Es indispensable reforzar (por no decir reiniciar) la ética, moral y responsabilidad cívica, así como incentivar a los jóvenes a ingresar en carreras técnicas que tanto necesitamos y que son la espina dorsal para salir de la pobreza.

Es unos países menos que otros, a los inversionistas les hace falta visión, ya sea en el agro, industria, comercio y turismo. Visión que ejemplificó Henry FORD, al defender el salario de sus obreros, contestándoles a sus críticos, más o menos así “Si mis obreros no pueden adquirir el producto de sus esfuerzos –un automóvil FORD- he fracasado”, que nosotros podríamos parafrasear: “Si los que trabajamos en turismo, no podemos aprovechar los indispensables días de ocio, visitando nuestros centros turísticos, hemos fracasado”.

Estas frases, más positivas y fuertes, que cualquier legislación laboral, aplica también a los Estados Sureños de los Estados Unidos, donde si no fuese por la eterna vigilancia a favor de los derechos humanos y la legislación Federal, seguirían usando esclavos, a la par de muchos de nuestros países.

No hemos logrado entender que solo incentivando al trabajador con salarios que les permita una vida con esperanza, educación y servicios preventivos de salud, que dicho sea de paso, son pagados por sus impuestos, no regalados, este podría formar parte del capital productivo de la nación. Ya que el trabajo no es solo para mitigar el hambre, sino para hacer realidad la ambición natural del hombre: UNA VIDA MEJOR.

Un trabajador sin esperanza, ni oportunidades, no tiene incentivo; un trabajador sin recursos para ayudar a su familia a compartir la mesa familiar, a educarlos en buena salud, a gozar en familia los días de ocio, no tiene razón de ser.

Un trabajador que no puede ahorrar, que no puede adquirir su vivienda propia, no tiene la posibilidad de ingresar al sistema económico para el cual trabaja y por lo tanto no tiene futuro. Lo que alarma es que ejecutivos que se han educado en países exitosos, cuando regresan a sus lares criollos, se les olvida que el progreso es un esfuerzo común, que el trabajador es parte del motor de la economía, que sin una mano de obra productiva, no hay crecimiento, no hay suficientes ganancias para lograr incentivar al trabajador a sentirse parte del crecimiento y así cosechar mejores ganancias.

Hasta el próximo ARCHIVO CCCLXII, Domingo de Resurrección, de Pascua, de Gloria, de Luz y Alegría para amar al prójimo en Paz y Esperanza! Viva Jesus!



No hay comentarios:

Publicar un comentario