Hay Edificios que se agrandan con los años y se mantienen vivos con espectáculos, como el de la noche del Domingo pasado, 18 de octubre, donde el Ballet Folklórico Nicaragüense, hizo vibrar hasta las paredes del Teatro Nacional “Rubén Darío” entre los abrumadores aplausos de un publico que gozó de una coreografía espectacular de jóvenes, que haciendo gala de vistosos trajes y de su gracia artística, bailaban a la excitante música de marimbas, guitarras, violines, trompetas y flautas acompañadas de tambores y bongos. Así comenzó nuestro recorrido por una parte de nuestra Nicaragua. Ese día, por la tarde, visitamos las ruinas del terremoto de 1972, impactante.
El lunes 19, salimos temprano para el Occidente, sin prisa, ya que queríamos visitar los pueblitos en la ruta, como los Brasiles, Mateare y Nagarote, donde gozamos con su limpieza. Un poco adelante tomamos el desvío adoquinado (14 kilómetros) a las ruinas de León Viejo, cuya entrada debería ser adoquinada y embellecida con árboles floridos. Allí encontramos a dos inspectoras del Ministerio de Turismo, quienes nos dijeron que hay proyectos para esa zona, en especial para la costa del Lago Xolotlan, desde donde se contempla el majestuoso Momotombo, su Momotombito y hacia la izquierda el activo Cerro Negro y El Telica, la cordillera volcánica.
Continuamos hacia León, visitando La Paz Centro, donde su barro es convertido en tejas, ladrillos y ornamentales, tanto allí como en Nagarote, hay paradores que ofrecen sus famosos quesillos servidos con tortillas de maíz, que cada día están mejorando en calidad y aseo.
Encontramos el histórico León un poco dormido, pero siempre con sus bellas iglesias coloniales y sus casonas remozadas y convertidas en hostales y cafés. La imponente catedral que necesita una remozada por fuera, esta muy bien conservada por dentro, donde pudimos admirar el trabajo de restauración de sus murales –las catorce estaciones del Vía Crucis- que esta realizando el maestro ecuatoriano Juan Esteban Collaguazo y sus ayudantes nicaragüenses del Taller (Centro de Arte) de la “Fundación Ortiz Gurdian”, ejemplar organización benéfica que está contribuyendo al embellecimiento artístico de León. Estos murales fueron pintados por el Maestro Antonio Sarria entre 1908 y 1909. Regresamos a Managua, por la tarde, bajo cielos nublados y una refrescante lluvia.
El martes, miércoles y jueves decidimos refrescarnos en el Pacifico. Nos hospedamos en el Resort de la Cadena Española Barceló, construido en la histórica finca de caña, Montelimar, cuyo propietario original, Julio C. Balhcke, entre otros, fue expropiado por el Gobierno de Nicaragua durante la II Guerra Mundial, por ser ciudadano alemán. La finca paso a manos de Anastacio Somoza García, fundador de la Dinastía Somoza, en una Subasta amañada –como dice en su libro, Eddy Kühl-, la cual paso a ocupar un lugar preponderante durante sus 45 años de poder, ya que era el lugar preferido para las reuniones políticas que marcan un hito en la historia de los pactos y repartos que han sido la razón de ser de los gobiernos de Nicaragua en los últimos 80 años.
La visita al Barceló-Montelimar, fue agradable. El servicio sigue recibiendo buena nota, la variedad y calidad de los buffets ha mejorado, hay varios sitios donde divertirse, así como para gozar de la tranquilidad de su bosque tropical y por supuesto una playa donde se puede caminar, escuchando el quebrar de las olas como compañía, ya que la seguridad en todo el Resort es excelente. Un oasis para salir del “stress” citadino.
Viernes, tomamos la ruta hacia Masaya y Granada. Visitamos al espectacular Volcán Masaya, un Parque Nacional muy bien diseñado que nos acerca a la fuerza de la naturaleza sin peligros, y que además nos da una vista panorámica impresionante de sus alrededores. Recomendamos que los administradores reparen el estacionamiento de vehículos, ya que comienza a deteriorarse.
Seguimos hacia la ciudad de Masaya, donde visitamos su Mercado de Artesanías, cuyas ofertas son variadas, de calidad y a buenos precios. La ciudad en general se ve muy limpia y lucen remozadas las Iglesias.
De Masaya continuamos hacia la colonial y calida Sultana, hospedándonos en el histórico Hotel Alhambra (1898), que esta siendo rehabilitado, bajo la supervisión de su dedicado Gerente General, Juan Pasos, caballero y señor de las artes, que al velar por los detalles, hace sentirse al visitante en casa. Granada ofrece además, una variedad de simpáticos hoteles y hostales, así como Restaurantes, con cocinas internacionales y criollas, que la hacen un destino con servicios confiables a nivel internacional.
Por supuesto que no podía faltar el paseo por las isletas. Los guías, que al mismo tiempo operan las lanchas, son muy atentos y están muy informados de detalles, que hacen muy ameno el paseo acuático.
Por la noche caminamos por la famosa Avenida La Calzada, que ofrece simpáticos cafés y actividades nocturnas, regresando al Hotel Alhambra, para degustar su apetitoso plato típico nicaragüense.
El sábado, tomamos la ruta de los Pueblos Blancos, internándonos en Catarina, con su mirador de la Laguna de Apoyo, la limpia Masatepe y San Marcos con su “Ave María College”, que ofrece cursos universitarios para los hijos de nuestra Diáspora, que son reconocidos en las universidades estadounidenses.
Almorzamos en Managua y a las 3 de la tarde, continuamos nuestra gira hacia el Resort ecológico “Selva Negra”, en las montañas de Matagalpa, donde los esposos Kühl / Hayn, descendientes de los inmigrantes alemanes del Siglo XIX y XX, han logrado convertir una hacienda de Café en un refugio paradisíaco de nuestra fauna y flora. Las cabañas son cómodas y la comida que ofrecen es de productos que ellos cultivan en la Hacienda. Este refugio amerita muchas líneas mas, ya que es un modelo de auto suficiencia, que recomendamos visitar por dos a tres días, para así aprovechar los “tours” que ofrecen y muestran su titánica labor.
De Selva Negra seguimos hacia Jinotega, el Domingo 25 al mediodia, donde compartimos una tazita de café con el luchador ambiental, Don Luis Lautaro Ruiz y de allí a San Rafael del Norte, ciudad cuna de intelectuales y músicos, donde visitamos a la familia Úbeda Úbeda (Don Simeón) e hijos, uno de los cuales, es Doctor en Medicina a los 23 años, quienes nos recibieron con cariño y atenciones. Don Simeón fue Secretario del Franciscano, Odorico, cuya veneración es el resultado de muchos milagros que le adjudican. Sus restos reposan en una capilla construida en las afueras del pueblo, donde se realizan retiros espirituales. Es en la Iglesia Parroquial de San Rafael del Norte, donde el famoso cuadro de la “tentación” es un atractivo para muchos turistas nacionales. Si quiere saber el por qué? VISITELO!
Hasta el próximo EL ARCHIVO LXIII
El lunes 19, salimos temprano para el Occidente, sin prisa, ya que queríamos visitar los pueblitos en la ruta, como los Brasiles, Mateare y Nagarote, donde gozamos con su limpieza. Un poco adelante tomamos el desvío adoquinado (14 kilómetros) a las ruinas de León Viejo, cuya entrada debería ser adoquinada y embellecida con árboles floridos. Allí encontramos a dos inspectoras del Ministerio de Turismo, quienes nos dijeron que hay proyectos para esa zona, en especial para la costa del Lago Xolotlan, desde donde se contempla el majestuoso Momotombo, su Momotombito y hacia la izquierda el activo Cerro Negro y El Telica, la cordillera volcánica.
Continuamos hacia León, visitando La Paz Centro, donde su barro es convertido en tejas, ladrillos y ornamentales, tanto allí como en Nagarote, hay paradores que ofrecen sus famosos quesillos servidos con tortillas de maíz, que cada día están mejorando en calidad y aseo.
Encontramos el histórico León un poco dormido, pero siempre con sus bellas iglesias coloniales y sus casonas remozadas y convertidas en hostales y cafés. La imponente catedral que necesita una remozada por fuera, esta muy bien conservada por dentro, donde pudimos admirar el trabajo de restauración de sus murales –las catorce estaciones del Vía Crucis- que esta realizando el maestro ecuatoriano Juan Esteban Collaguazo y sus ayudantes nicaragüenses del Taller (Centro de Arte) de la “Fundación Ortiz Gurdian”, ejemplar organización benéfica que está contribuyendo al embellecimiento artístico de León. Estos murales fueron pintados por el Maestro Antonio Sarria entre 1908 y 1909. Regresamos a Managua, por la tarde, bajo cielos nublados y una refrescante lluvia.
El martes, miércoles y jueves decidimos refrescarnos en el Pacifico. Nos hospedamos en el Resort de la Cadena Española Barceló, construido en la histórica finca de caña, Montelimar, cuyo propietario original, Julio C. Balhcke, entre otros, fue expropiado por el Gobierno de Nicaragua durante la II Guerra Mundial, por ser ciudadano alemán. La finca paso a manos de Anastacio Somoza García, fundador de la Dinastía Somoza, en una Subasta amañada –como dice en su libro, Eddy Kühl-, la cual paso a ocupar un lugar preponderante durante sus 45 años de poder, ya que era el lugar preferido para las reuniones políticas que marcan un hito en la historia de los pactos y repartos que han sido la razón de ser de los gobiernos de Nicaragua en los últimos 80 años.
La visita al Barceló-Montelimar, fue agradable. El servicio sigue recibiendo buena nota, la variedad y calidad de los buffets ha mejorado, hay varios sitios donde divertirse, así como para gozar de la tranquilidad de su bosque tropical y por supuesto una playa donde se puede caminar, escuchando el quebrar de las olas como compañía, ya que la seguridad en todo el Resort es excelente. Un oasis para salir del “stress” citadino.
Viernes, tomamos la ruta hacia Masaya y Granada. Visitamos al espectacular Volcán Masaya, un Parque Nacional muy bien diseñado que nos acerca a la fuerza de la naturaleza sin peligros, y que además nos da una vista panorámica impresionante de sus alrededores. Recomendamos que los administradores reparen el estacionamiento de vehículos, ya que comienza a deteriorarse.
Seguimos hacia la ciudad de Masaya, donde visitamos su Mercado de Artesanías, cuyas ofertas son variadas, de calidad y a buenos precios. La ciudad en general se ve muy limpia y lucen remozadas las Iglesias.
De Masaya continuamos hacia la colonial y calida Sultana, hospedándonos en el histórico Hotel Alhambra (1898), que esta siendo rehabilitado, bajo la supervisión de su dedicado Gerente General, Juan Pasos, caballero y señor de las artes, que al velar por los detalles, hace sentirse al visitante en casa. Granada ofrece además, una variedad de simpáticos hoteles y hostales, así como Restaurantes, con cocinas internacionales y criollas, que la hacen un destino con servicios confiables a nivel internacional.
Por supuesto que no podía faltar el paseo por las isletas. Los guías, que al mismo tiempo operan las lanchas, son muy atentos y están muy informados de detalles, que hacen muy ameno el paseo acuático.
Por la noche caminamos por la famosa Avenida La Calzada, que ofrece simpáticos cafés y actividades nocturnas, regresando al Hotel Alhambra, para degustar su apetitoso plato típico nicaragüense.
El sábado, tomamos la ruta de los Pueblos Blancos, internándonos en Catarina, con su mirador de la Laguna de Apoyo, la limpia Masatepe y San Marcos con su “Ave María College”, que ofrece cursos universitarios para los hijos de nuestra Diáspora, que son reconocidos en las universidades estadounidenses.
Almorzamos en Managua y a las 3 de la tarde, continuamos nuestra gira hacia el Resort ecológico “Selva Negra”, en las montañas de Matagalpa, donde los esposos Kühl / Hayn, descendientes de los inmigrantes alemanes del Siglo XIX y XX, han logrado convertir una hacienda de Café en un refugio paradisíaco de nuestra fauna y flora. Las cabañas son cómodas y la comida que ofrecen es de productos que ellos cultivan en la Hacienda. Este refugio amerita muchas líneas mas, ya que es un modelo de auto suficiencia, que recomendamos visitar por dos a tres días, para así aprovechar los “tours” que ofrecen y muestran su titánica labor.
De Selva Negra seguimos hacia Jinotega, el Domingo 25 al mediodia, donde compartimos una tazita de café con el luchador ambiental, Don Luis Lautaro Ruiz y de allí a San Rafael del Norte, ciudad cuna de intelectuales y músicos, donde visitamos a la familia Úbeda Úbeda (Don Simeón) e hijos, uno de los cuales, es Doctor en Medicina a los 23 años, quienes nos recibieron con cariño y atenciones. Don Simeón fue Secretario del Franciscano, Odorico, cuya veneración es el resultado de muchos milagros que le adjudican. Sus restos reposan en una capilla construida en las afueras del pueblo, donde se realizan retiros espirituales. Es en la Iglesia Parroquial de San Rafael del Norte, donde el famoso cuadro de la “tentación” es un atractivo para muchos turistas nacionales. Si quiere saber el por qué? VISITELO!
Hasta el próximo EL ARCHIVO LXIII
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