sábado, 10 de octubre de 2009

EL ARCHIVO LX - DESPOLITICEMOS NUESTRA MENTE

Este Archivo fue inspirado por dos grandes columnistas, el “perseverante” Fabio Gadea Mantilla, con sus “Cartas de Amor a Nicaragua” y el “independiente” Onofre Guevara López, quienes los martes coinciden con sus escritos en las páginas de Opinión de “La Prensa” y “El Nuevo Diario”, respectivamente.

Así que, aunque el título dice “despoliticémonos” , esto no significa que abandonemos nuestros esfuerzos cívicos por mejorar nuestro ambiente social y mucho menos nuestras luchas y sueños. El mensaje contiene algo muy diferente, nos dice que debemos de salir del pantano mental en que nos encontramos, escapar la confusión creada por las consignas políticas partidarias de quienes hacen de su diario quehacer su “modus vivendi”, quedando en segundo o tercer lugar, si acaso, el bienestar de la comunidad, ya que el ciudadano solo PUEBLA, como decía nuestro historiador y pensador, José Coronel Urtecho.

Ser político en cualquier país del mundo es demandante y difícil, y mas aún, en los países donde la necesidad y la pobreza es apabullante, situación que coloca al político ante lo imposible y mas aún si este se corrompe, ya que sus intereses bursátiles prevalecen por encima del bienestar del sus propios partidarios y por ende del pueblo en general.

A diferencia de nuestra historia post independencia, los Estados Unidos de America fue forjado por hombres y mujeres que escapaban de la corrupción política de los reinados y las mal llamadas revoluciones del viejo continente. Ellos cruzaban el mar Atlántico en embarcaciones precarias, abandonando culturas milenarias y arriesgando sus vidas en parajes desconocidos, donde con ese espíritu de lucha lograron forjar comunidades, que se convirtieron en Estados “Commonwealths“.

Estos hombres y mujeres venían de sufrir la experiencia de sus países nativos, donde el caudillo, el “indispensable”, que controlaba sus vidas, era lo primero que debían eliminar, lo cual, sin duda, les tardó generaciones, ya que todavía en nuestro tiempos existen vestigios de estos centros de poder, llamados clanes políticos, que en esta ultima elección el sufragio libre y democrático, les canto su primer “réquiem” o sea su responso de defunción.

Entre los miles de mensajes cibernéticos que nos llegan, tratando de descifrar el enmarañamiento de nuestra cultura política, hay unos que se apuntan por crear bases para reconstruir la República, que no es lo mismo que “borrón y cuenta nueva”, o sea que buscan caras nuevas con ética y moral cívica, sin entrar en la carrera del tiempo. Entre otros, escogí el de un luchador democrático llamado Julián Frech Ayub, descendiente de esas familias de inmigrantes del comienzo del siglo pasado, que se distinguieron por su nobleza y ética ciudadana, el cual comparto con ustedes.

En cuanto al tema de la renovación de nuestra República, nos dice Julián “en Nicaragua existen ciudadanos con verdadero amor a su Patria. Conozco mi lar nativo desde los ríos de sus fronteras hasta las costas de sus mares, Pacifico y Caribe, y tengo fe absoluta que los nicaragüenses tienen un gran sentido del honor, del trabajo y que dignamente buscan como servir a sus comunidades. Quizás el grave error es creer que solo se debe tomar en cuenta a los residentes de Managua, Granada y León y que todo lo politizamos.”

Julián, por razones de negocios, ha residido por periodos largos en Costa Rica y así ha podido vivir todo su procedimiento político post revolución de 1948, no solamente como observador, sino participando en los diferentes procesos que llevaron a los señores Figueres, Echandi, Trejos, Orlich, Oduber, Carazo y Monge al poder. En algunos procesos participó con los triunfadores y en otros con los perdedores y esto le enseñó que el camino hacia el futuro de Nicaragua, es a través de garantizar la completa independencia de los tres poderes del Estado: el Legislativo, el Electoral y el Poder Judicial, los cuales deberán ser electos directamente, dándole así a la ciudadanía, el derecho a la construcción de la democracia auténtica y transparente, en lo cual coincidimos, ya que la democracia no se construye de la noche a la mañana. Es todo un proceso y, como el dice, los nicaragüenses ya llevamos más de treinta años perdidos, desde la revolución de 1979.

Nunca es tarde para comenzar, nuestro primer paso debe ser el incentivar a los jóvenes a ingresar a los partidos existentes o en un futuro, iniciar su propio partido, ya que lo que Nicaragua necesita son ciudadanos dispuestos a servirle, a sacrificar su tiempo libre para el bien común, como lo hacen las Asociaciones de Servicio (Rotarios y Leones, entre otros). Asimismo, en lo cual concuerdo con nuestro coterráneo Frech. Los partidos políticos deberían adoptar las prácticas de evolución permanente de las empresas exitosas, quienes analizan el potencial de su personal, para promocionarlo a posiciones gerenciales y de allí a formar parte de sus directivas. Si tomamos ese modelo, las bases departamentales y nacionales de nuestros partidos, deberían ser preparadas para ocupar cargos directivos, eliminando así las anquilosadas costumbres de favoritismo político que practican los “caudillos” para mantener el control.

Tanto Julián como yo, creemos y apoyamos la rotación de valores en los partidos, así como valoramos la experiencia de los dirigentes que han ocupado la Presidencia, quienes, deben pasar a formar parte de un Comité de Ética y desde allí, velar por el cumplimiento de los estatutos de las agrupaciones, así como por la honradez y transparencia de cada uno de sus miembros.

Por lo que me pareció pertinente traer a la atención, el pensamiento expresado por el sabio tibetano, Dalai Lama, quien en breve dialogo sostenido con el teólogo brasileño, Leonardo Boff, en un intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz, afirmó; “La mejor religión es la que aproxima mas a Dios, al Infinito”. “Es aquella que te hace mejor.” A lo que Boff le preguntó: “Que es lo que me hace mejor?” y Dalai Lama, le respondió: “Aquello que te hace mas compasivo, mas sensible, mas desapegado, mas amoroso, mas humanitario, mas responsable, mas ético… La religión que consiga eso de ti es la mejor religión.” Parafraseando la sabia respuesta del Maestro Lama y siempre en búsqueda de la felicidad de Nicaragua, cambiemos “religión” por “filosofía política”, y así podremos decir que el partido político que consiga todo eso de nosotros los nicaragüenses, es el que tiene el mejor camino para nuestra liberación, paz y bienestar social.

Estamos pendiente del nombre de la Rana y los pececillos que están por desaparecer del Río de Jinotega!

Hasta la próxima semana con EL ARCHIVO LXI
Alejandrojosesr

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