domingo, 5 de junio de 2022

El Archivo DCCLXI

Colombia y su Democracia
Aunque muchos se niegan a reconocerlo, Colombia se desarrolla en democracia, lo que está demostrado con sus recientes elecciones presidenciales, dónde comenzaron con 21 candidatos, que se fueron reduciendo, hasta quedar con dos que se enfrentarán en junio 19.

Uno de ellos, Rodolfo Hernández, se lanzó sin partido y costeó su campaña, obligo a cambiar las estrategias promocionales y, como un tsunami, superó las promesas de cambio de su adversario, blandiendo la espada de "cero impunidad".
Los dos candidatos podrían ser catalogados como "populistas", con una diferencia, Petro tiene nexos y ayuda de organizaciones internacionales que han llevado a varios países al fracaso, un peligro para la economía colombiana, que ha demostrado que "la libertad de empresa combinada con la voluntad del Estado en apoyar la actividad económica sin intervenirla son las claves para impulsar el progreso", frase que aparece en el editorial del diario "El País" de Cali. Otra ventaja del fogueado y fogoso Ingeniero de 77 años, Hernández, es que no tiene compromisos.

El mayor peligro para Petro, es que para Hernández es fácil captar millones de votos de los otros candidatos y, además, puede quitarle votos a Petro, pues sus cambios son también radicales y como dijera antes, sin compromisos nacionales o internacionales, con la bandera anti impunidad y anticorrupción, los mayores flagelos de Colombia.
Hay algo muy interesante en estos días, que podríamos llamar de reacomodo: los dos candidatos, están replegándose a un Centro, que sin duda producirá una campaña menos agresiva. Para Hernández, el "Caballo de Troya" para llegar a competir en la segunda vuelta, fue la promesa en combatir la "falta de Austeridad Gubernamental", la "Corrupción" y la "Impunidad", que, sumado a su exitosa experiencia empresarial, le presenta como un Administrador capaz de controlar las prioridades de "inversión gubernamental", incentivar la inversión privada, aun tomando en consideración que la República no es un negocio privado, ya que pertenece a todos sus ciudadanos.

El Archivo, es solamente un observador que se nutre de conversaciones con politólogos y ciudadanos en general, así como de una libérrima prensa escrita y televisiva, una gran conquista democrática de este sufrido país, con una historia de sangre y destrucción, de la que todavía sufre, ya que hay una trilogía de drogas, pobreza –en ciertas regiones abandonadas– y los bastardos intereses de "Ideologías Foráneas", que mantienen económicamente y bien suplidas de armas a las guerrillas del ELN y los desubicados de la FARC.
El "Talón de Aquiles" en Colombia –y en otros países de las Américas– es el yoquepierdismo, en un gran porcentaje (40% o más) de la ciudadanía, diría por dos razones; ignorancia y complacencia de los egoístas –en esto, hay culpables en todas las clases sociales– que tristemente se ufanan en decir: mientras yo mantenga mi bienestar económico, el resto, que se JODA.

Sobre este último tema, es preocupante el "alejamiento" de la Diáspora colombiana, cuando la Cancillería y la Registratura Nacional, habilitaron más de dos mil puestos de votación en 67 países, es inaceptable el enorme porcentaje de abstencionismo en ellos, un 80%. Hay que buscar la razón, pues esos colombianos son muy, pero muy importantes en el futuro de Colombia.
Consideramos que esos millones de votos que le faltan a Hernández y en menor escala a Petro, tendrán que ser motivados con mensajes claros, ya qué hay una inteligencia política que se nota por todas partes. El votante, sin contar a los "embobados" qué hay en todas las latitudes, está consciente que la única ruta hacia su bienestar es el mantener y mejorar su DEMOCRACIA.

Seguiremos comentando el desarrollo de esta contienda, ya que sus resultados son importantes para nuestras Américas, por tratarse de un país que Rubén Darío, Paladín de Libertades, le rindió tributo en su Canto a Colombia;

Colombia, es una tierra de leones;
el esplendor del cielo es su oriflama:
tiene un trueno perenne, el Tequendama,
y un Olimpo divino: sus canciones.

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