El Archivo DCCLIV

Los Autócratas, Destructores de Países

Los autócratas han existido por siglos, se les ha conocido por diferentes nombres, pero todos han tenido el mismo propósito desmoralizador, del espíritu y la mente humana. La historia los describe como seres absolutistas, cuyos crímenes aumentan en atrocidad con el tiempo. Algunos han sido ajusticiados, pero la mayoría mueren impunemente, alimentando con ello alucinaciones de poder absoluto, como los "Zares" o los "Führer", lo que en el mundo actual ya es obsoleto.

Hablando sobre la historia del interés de Moscú por Latinoamérica, iniciamos en la era de Stalin, este delegó a su Embajador en México, Konstantin Umansky, experiodista ucraniano de la Agencia TASS y miembro de la temida NKVD (después KGB), la labor de penetración a través del histórico líder sindical, Vicente Lombardo Toledano, entre otros. Umansky era un hombre de mundo, políglota y tenía muy buenas relaciones en México y Washington, donde también había sido Embajador.

La misión colapsó el jueves 25 de enero de 1945, debido al despegue fallido de un Lockheed C-60 de la Fuerza Aérea Mexicana, donde viajaba a bordo el hombre fuerte de Stalin en México, Umansky, quien viajaba con su esposa y su Attache Militar, muere. El Embajador iba a presentar sus cartas credenciales esa misma tarde ante el gobierno de Costa Rica. Hasta el momento se desconoce un dictamen técnico del accidente, aunque huelgan las hipótesis de un posible acto de sabotaje.

Pasan los años y casualmente de México, parte el "Granma" con Fidel Castro y sus camaradas a Sierra Maestra, Cuba, el resto de la historia todos la conocemos, simplemente el cuartel de operaciones fue trasladado a Cuba, donde siguen tratando de destruir las democracias de las Américas. Negarlo es idiotez e ignorarlos un crimen.

Uno de los grandes obstáculos de Rusia fue el muy corto periodo entre la revolución de febrero de 1917, que acabó con la dinastía de los Romanov (Zar Nicholas II) y la "revolución de octubre" del mismo año, revolución bolchevique (comunista), liderados por Vladimir Lenin, a quién, después de su muerte, le sucedió Iosif Stalin, el que retrocedió y recrudeció el poder personal. La policía secreta (NKVD y después KGB) reunía por miles a ciudadanos soviéticos para su ejecución. De los seis miembros originales del Politburó de 1920 que se salvaron de Lenin, todos fueron purgados por Stalin. Los viejos bolcheviques, que habían sido leales camaradas de Lenin, los altos oficiales de "El Ejército Rojo", y los directores de toda la industria, fueron liquidados en las "Grandes Purgas". Se pusieron en vigor sanciones draconianas y muchos ciudadanos fueron enjuiciados por crímenes ficticios, de sabotaje y de espionaje. Lo mismo que en la actualidad ponen en práctica los satélites de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Durante la lucha por el poder que aconteció tras la muerte de Stalin en 1953, sus más estrechos colaboradores salieron derrotados. Nikita Jrushchov afianzó su posición detallando las atrocidades de Stalin y atacándolo por promover el culto a su personalidad, publicado como "Acerca del culto a la personalidad y sus consecuencias".

La Unión Soviética se disgregó en diciembre de 1991, pero Rusia siguió su curso con diferentes gobernantes, disfrazados de demócratas, pero eran autócratas operando a través de la KGB, hasta llegar a Yeltsin, quien nombró a Putin como Primer Ministro sin tener en cuenta al parlamento, de donde pasó a la presidencia hace 21 años. Los hombres del KGB controlaban todo, el que contrariara al Kremlin solía ser encarcelado en cualquier momento con acusaciones amañadas o falseadas, los hombres de Putin contaban con información comprometedora de todo el mundo, cierta o falseada.

Todo el mundo se convirtió en rehén del sistema, incluidos los hombres de la seguridad de Putin, pues no podían confiar en nadie, ni siquiera en los miembros de su propio círculo, mientras que Putin, eliminando con firmeza a todos los políticos rivales y concentrando el poder en sus propias manos, se había encerrado hasta tal punto que prácticamente ya no tenía salida y eso motivó la invasión de Ucrania, donde también buscaba su sueño Zarista, pero ha encontrado su obstáculo más grande y probablemente su final. Le cae bien el consejo de un sabio guerrero: "si estás en un agujero, deja de cavar".

Cuba, Nicaragua y Venezuela son países rehenes de autócratas también, lo que en el mundo actual ya es obsoleto e inaceptable.