domingo, 23 de enero de 2022

El Archivo DCCXLII

Rebeldía, Mal o Bien
La rebeldía parece estar en boga, muchas personas, supuestamente letradas, se oponen a vacunarse, a protegerse, en fin, se oponen a la disciplina del entorno en que vivimos.

El tema de esta semana tiene su raíz en el correo de una amiga anti vacuna donde, para enfatizar sus puntos de vista, me dijo "¡Soy Rebelde!". Generalmente asociamos la rebeldía con la juventud y como ella es adulta mayor, y considerándolo como un estado de ánimo, me entró la curiosidad de estudiar su significado. Como siempre que me adentro en significados, saltan muchas sorpresas, y en este caso lo primero que encontré fue el extenso alcance de la palabra.
Dice Wilkipedia que la rebeldía es un tipo de comportamiento humano, que se caracteriza por la resistencia o el desafío a la autoridad, la desobediencia de una orden o el incumplimiento de una obligación, sea o no justa la causa. Por lo cual, la rebeldía puede ser positiva o negativa dependiendo del propósito.

Un rebelde es un tipo contemporáneo, que no vive condicionado por el pasado, sino que crea su propio destino, aceptando los riesgos que implica lo desconocido.

El comportamiento rebelde es una reacción necesaria, pues sin rebeldía la sociedad se convertiría en obediencia ciega y carecería de creatividad. Pero un exceso de ella, crearía un mundo sin estructura y moral para vivir.

No debemos olvidar que los cambios de curso de la historia casi siempre están ligados a una personalidad rebelde. El afán por cuestionar las ataduras y seguir sus propias ideas, ha supuesto un cambio social, artístico o político y en muchos casos ha mejorado la sociedad actual.
Estas pueden ser algunas de las características que definen el origen de una personalidad rebelde:

Se rebelan ante las injusticias; para una personalidad rebelde la justicia no es sólo una palabra. Un rebelde es alguien que conoce aquello que necesita ser defendido.

Son descarados y sarcásticos; a los rebeldes poco les importa lo que piensen los demás. Creen incondicionalmente que los tabúes están para romperse, aunque esto signifique no agradar y esta, sin duda, es otra forma de rebeldía.

Temeridad y Experimentación, ésta última puede ser el resultado de un acto de rebeldía contra la hipocresía de la sociedad actual.

Desengaño y rechazo hacia la rigidez e inflexibilidad de una sociedad que reprime la expresión de las emociones.
Desafío a la autoridad; hay personas que detestan las barreras y ataduras que la sociedad impone. El desafío a la autoridad es sin duda la definición más clara de una personalidad rebelde.

Seductores natos, impulsivos y confiados en sí mismos, ofrecen lo que la sociedad no permite normalmente, viven vidas frenéticas y eléctricas, y esto paradójicamente, no hace sino volverlos personas más deseables y atractivas.

El rebelde tiene una personalidad extrema, es descarado, sarcástico, ingenioso y seguro de sí mismo. Lo que piensen los demás no le importa, ¡pero sí importa! y es allí donde se equivocan, pues si revisamos la historia de prominentes rebeldes, encontramos sorpresas.

Veamos historias de vidas ordinarias, como las de nosotros, que se escribieron clandestinamente en los fangos, desiertos y montañas de nuestra Latinoamérica. Es la historia de los rebeldes, quienes no se conformaron con "Soñar Otro Mundo Posible", sino que ¡caminaron con paso firme para alcanzarlo!, a veces a costa de sus propias vidas… Ellos aprendieron lo que B. Brecht enunció como "Vencer, pero esconder al vencedor". "Morir, pero esconder a la muerte". Algunos no muy conocidos.
Antonio Maceo; Simón Bolívar; Camilo Cienfuegos; Ernesto Cardenal; Doroteo Arango (Pancho Villa); Camilo Zapata; Flora Tristán; Arturo García Gamez; y a nivel mundial, tenemos a Jesús, Lutero, Mahatma Ghandi, Martin Luther King y otros.

Nunca fueron, ni han sido rebeldes Hitler, Stalin, Mussolini, Putin, Trump & compañía. Etc. Han sido oportunistas corruptos. De estos hay muchos, sin el bienestar de los pueblos en sus mentes, sino como aprovecharse de la vulnerabilidad humana, sin importar el costo.

En cuanto a la rebeldía religiosa, tenemos a Jesús, un Hombre que dejó una promesa: "Donde haya dos o más reunidos en mi nombre, ahí estaré yo", el Emmanuel, "Dios con nosotros".

Pero no solo eso, sino que Jesús se rebeló contra la ley "Ojo por ojo y diente por diente" diciendo "Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores" Mateo 5:44.

Para nosotros, los cristianos, Cristo es nuestro salvador, quien nos libró de las exigencias de la ley, una ley que llevaba a despreciar al prójimo, una ley que llevaba a la muerte. Cristo ciertamente es un revolucionario, pero su revolución es el amor y caridad.

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