domingo, 9 de enero de 2022

El Archivo DCCXL

Mascarillas y Aglomeraciones
Sabemos que eso de llevar la contraria es muy común y por lo general se asocia con la rebeldía, que algunos llaman, independencia de criterio, pero los "virus" no son seres con criterio, no se ven, ni se oyen y eliminarlos como si fueron bichos o moscos, no es posible, así que lo único que nos queda, es protegernos.

Y he aquí el enigma del momento. Rebeldía, al rehusar cualquier medida de protección, pero hay algo peor aún, actuar como "corderitos", obedeciendo a quienes nos envían a tomar riesgos innecesarios, a sabiendas que el "virus" –a estas alturas su nombre o variante no me interesa– ha causado millones de fallecimientos y deshabilitados a nivel mundial.
Ni menciono en el título de este Archivo, la palabra "vacunas", pues ese argumento de que no se pueden crear vacunas en tan corto tiempo y que los laboratorios que las producen se han hecho multimillonarios, me dice que realmente no vivimos al día con lo que sucede en un mundo donde la ciencia se le ha adelantado a la imaginación, ya que sin importar donde estén los productores, todos, sin excepción, tienen costos que cubrir y si la oportunidad se les presenta, ganancias por obtener, pues son tan humanos como los "monjes de convento" que a pesar de sus votos de pobreza, también obtienen algunas ganancias con sus Aceites de Oliva, Caramelos, Cerveza y Chocolates Trapenses, Cosméticos, Infusiones, Licores y otros artículos producidos en los Monasterios como el Camaldoli y Vitorchiano en Italia, España, Bélgica, etc.
Pero regresemos al demoledor "virus" –que ahora son "viruses"– estos ¿se le adelantan a la ciencia? ¿se confabulan?, según los que todavía andan buscando su origen criminal, en vez de aceptar que, así como vencimos otras epidemias que han azotado a la humanidad, la podemos controlar, combatiendo con todos los medios a nuestro alcance, aun sin los espectaculares adelantos de hoy, si nos disciplinamos y perseveramos en darle seguimiento a los consejos de hombres de ciencia, e ignorando a los populistas que, por su sed de dominio, lanzan a quienes fanáticamente les creen, aun sufriendo pérdidas personales, convirtiéndose, lamentablemente, en portadores del fatal contagio, ¡sin contagio, no hay "virus"! así de simple es.
Pongo como ejemplo el ajetrear de una pequeña ciudad, Guadalajara de Buga, en Colombia, la cual visitamos 3 o 4 veces por semana por gasolina, supermercados, ferreterías, clínicas, droguerías (farmacias), el extenso mercado municipal que le llaman "galería", en fin, hacer las compras del diario vivir. Por el solo hecho de estar ubicada estratégicamente en el cruce de vías de comunicación del Departamento y ser la sede de la Basílica de "Nuestro Señor de los Milagros", Buga duplica o triplica diariamente (y más en fines de semana) su número de residentes, o sea que es una ciudad activa. La situación actual, nos indica que hay que visitarla con "mascarilla" y mantener el protocolo de la distancia y cada vez que uno entra o sale de un sitio, aplicarse el desinfectante en las manos, que se encuentra en todos los negocios, incluso la Basílica.
Hablando de "mascarillas" o "tapabocas" esto es un artículo de protección e higiene que, como nos recuerda nuestro querido Profesor Pedro A. Tejera Reyes en uno de sus artículos de "Turista Magazine", desde hace años se debe usar en los expendios de comidas, supermercados, clínicas, y más, pero no para aparecer fotografiados como si estuviéramos filmando una película de forajidos atacando diligencias en el Oeste Americano.

Debemos tomar en serio este contagio y en verdad no es difícil, siempre y cuando nos vacunemos, usemos mascarillas en los lugares públicos, nos lavemos y desinfectemos las manos con frecuencia y por favor, evitemos las conglomeraciones.

Les ruego ser "Conscientes" del peligro, pues se trata de la vida, que ya de por si tiene riesgos sin salir de casa, así que, cuidémonos, la vida es muy agradable, si la respetamos.

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