El Archivo DCXCIII

Una Burla a la Democracia

Solo en el sistema democrático se puede enjuiciar, incluso dos veces, a un Presidente que abusa de su poder constitucional y que, además, pretendía estar por encima de la Ley.

Aunque lamento que teniendo todos los medios para que la ciudadanía fuese espectadora y se compenetrase de su procedimiento, no tuvo suficiente exposición televisiva. Una lástima, ya que talvez así hubiésemos despertado un patriotismo legítimo de esos millones que han sido engañados e hipnotizados por un "showman" irresponsable y corrupto, y la ciudadanía en general sabría en forma directa que, en su país, la democracia no ha fracasado.

La democracia está basada en los inalienables derechos y obligaciones ciudadanas, por lo que este "juicio" era importante, pues juzgaba a un Presidente que con persistencia trataba de mancillar esos derechos, llegando hasta la osadía, yo diría el peor error de su vida política, de incitar a una marcha violenta en contra de unos de los poderes del Estado, el Congreso Nacional, sesionando en El Capitolio (su sede) para confirmar los resultados de la recién pasada elección que él, como Presidente y candidato, denigró, desde antes de iniciar incluso, como fraudulenta.

Una marcha cuyos integrantes portaban banderas y carteles en pro de la violencia, identificándose como partidarios de su líder, el incitador Presidente y candidato. Una marcha que no solo invadió el sagrado recinto parlamentario, destruyendo lo que podía a su paso, sino que causo muertes y heridos, claramente un acto terrorista y criminal, en nombre de un Presidente, que en su "demencia" olvido su deber constitucional e incitó una jauría en contra de los "representantes" del pueblo, que sesionaban presididos por Mike Pence, su propio Vicepresidente, a quien querían linchar por considerarlo traidor en sus controladas mentes.

Lo acontecido dejó al mundo democrático atónito, fueron testigos de una falta de civismo aberrante y una seguridad corrupta, o débil quizás, que permitió que unos "forajidos enloquecidos" mancillasen la Sagrada Sede de uno de los poderes constitucionales del sistema democrático del país.

Lo anteriormente expresado significa, en el mejor escenario, DEBILIDAD, pero desgraciadamente va más allá, fue un acto terrorista incitado por un Presidente aún en el ejercicio de su cargo, que no tuvo la hombría, viendo el desenfreno de la marcha por televisión, de hacer un llamado (para lo que le sobraban medios) a detener el avance de los acontecimientos.

Cuarenta y tres Senadores Republicanos (votaron en contra de su condena) dañaron la credibilidad democrática de Estados Unidos, al admitir ante el mundo que un descontrolado Presidente puede, irresponsablemente y sin temor a la justicia, azuzar a la ciudadanía a "marchar" hacia el Congreso de la República, para detener un proceso constitucional. No puede un poder del estado someter a otro, la democracia no es sinónimo de desorden, su fuerza es el respeto a la constitución y sus leyes, tanto para gobernantes como gobernados.

Estos Senadores, que dicen ser "republicanos", han traicionado el juramento en el que, ante Dios, se comprometieron a resguardar la República, votando contra castigar al que lo merece, el que instigó a una marcha terrorista hacia su propio recinto republicano, burlándose de la democracia.

Senadores estadounidenses, no políticos de pacotilla, han expuesto la democracia, han prostituido la razón de su elección, han vendido su honor, han dañado la fe de la juventud en la justicia, no actuaron como jueces justos ante irrefutables hechos, sino a favor de quien les significa ayuda monetaria para su próxima reelección, que ciudadanos ofendidos, debemos negarles, votando en el 2022 por candidatos de probada trayectoria cívica y patriótica.

La Cámara de Representantes está en proceso de crear una Comisión ad-hoc para investigar a fondo los hechos, ya que la "impunidad" es la mayor amenaza en contra de la democracia.

Debo compartir que hay quienes piensan que, al no procesar al abatido ex Presidente, el país podrá proseguir y progresar en una paz negociada, apaciguando así a sus embaucados seguidores. Si es así, lo entiendo, pero no lo celebro.