domingo, 9 de agosto de 2020

El Archivo DCLXV

Aprendamos a Convivir Sin Contaminarnos

Gracias a los adelantos de la ciencia, sin importar donde residimos, podemos ver y escuchar, los aconteceres del mundo, sin el temor de contagiarnos.

En días pasados, seis vecinos del angosto Valle del Rio Guadalajara de Buga, Colombia, que teníamos la simpática costumbre de almorzar los jueves –interrumpida por las exigencias de la pandemia– hablamos de la posibilidad de activarlos, poniendo en práctica el protocolo recomendado, como el distanciamiento corporal de un metro y medio de distancia, entre otros, mitigando así la falta de contacto personal con que el virus nos ha castigado, supuestamente por desordenados y abusadores del medio ambiente.

La idea no es un reto, es una búsqueda de acomodo, dentro de los parámetros que exige la pandemia, para comentar y sentir un poco el calor humano de nuestros hogares, asegurándonos que ninguno de los invitados haya tenido indicio de coronavirus y eso incluye a los colaboradores que nos ayudan o sea que debemos vigilar todos los ángulos, conscientes de su realidad y peligrosidad.


Hemos aprendido sobre cómo protegernos del virus. Además, estudios recientes muestran que es importante entender la conexión alimenticia con nuestro sistema inmunológico.

Debido a que el COVID-19, ha puesto al mundo patas arriba, incluyendo nuestros hábitos alimenticios, pues permaneciendo en casa, han aumentado los bocadillos y los sobrantes recalentados, así que mucho cuidado con lo que te alimentas.

No olvidemos que Don YO, es la persona más importante en la vida. No puedes ayudar a otras personas si primero no te ayudas, por lo que es muy importante comer y adquirir alimentos saludables, tales como frutas, vegetales, granos y no olvidar tomar jugos cítricos, como el limón, la mandarina, la naranja, etc., así como recomendamos meditar, hacer yoga o ejercicios en casa, aunque sean 10 minutos unas dos veces al día y, si optamos por ordenar comida de los restaurantes, tenemos que indagar sobre los ingredientes, tales como el azúcar, el sodio, la grasa, las calorías que llevan sus platos para así tomar decisiones a conciencia y mantener buenos hábitos alimenticios.


Aun logrando realizar esos pequeños almuerzos –no fiestas– puede pasar bastante tiempo antes de que te sientas cómodo para visitar a tus amigos y seres queridos en persona. Pero eso no significa que no podamos mantener esas conexiones humanas más allá de tus acompañantes de cuarentena, coordinando conexiones virtuales para un ‘happy hour’ virtual con tus compañeros de trabajo y amigos o una cena virtual con tu familia.

Todos los países tienen las posibilidades de ir reintegrando esa fuerza económica llamada turismo, siempre y cuando cumplan con las recomendaciones preventivas de los organismos mundiales de la salud, que es deber de todo gobierno darlas a conocer.


Este planeta es muy ecuánime y nos ha dotado de naturaleza para todos los gustos, como ciudades modernas y acogedores pueblos históricos coloniales, por lo que es indispensable que los gobiernos pongan al día los servicios de salud, para que el concepto de "quedarse en casa", se convierta en quedarse en su área geográfica, como por ejemplo "Centroamérica" entre otras y así ir restaurando el placer del turismo. No podemos rendirnos al confinamiento, la paz del mundo depende del intercambio de culturas.

Pasando a lo que siempre debemos combatir y condenar: ¡El terrorismo político! El Archivo ruega a sus lectores y a la diáspora nicaragüense, contribuir a las cuentas bancarias que habilitará la Arquidiócesis de Managua y estaremos dando a conocer en nuestra próxima edición, con el propósito de reconstruir la Capilla e Imagen de Jesús Crucificado de la Catedral de Managua, como símbolo de paz y cordialidad entre los nicaragüenses y en desagravio al Cristo, símbolo de amor al prójimo, a la cual El Archivo, desde ya, compromete su aporte.

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