domingo, 19 de julio de 2020

El Archivo DCLXII


Honradez y Disciplina; un Lujo en Estos Tiempos
La pandemia, que nos tiene contra la pared, nos está enseñando valores, algunos muy valiosos que no debemos olvidar y deben ser tópico de conversación familiar aprovechando "el canal de comunicación" que la ciencia cibernética se ha asegurado de mantener abierto, sobretodo el internet y la televisión. En mi caso, el internet es abrumador, pues recibo cientos de mensajes políticos solicitando contribución. ¡Claro está que los ignoro! Es mucho ruido en estos días y las sumas me dejarían indigente.

También por internet he desmenuzando varios libros que consumen mi tiempo, algunos los descarto después de cinco minutos, otros las devoro hasta el final, sin importar el desvelo, pues como no hay para dónde ir, las horas para dormir, son versátiles. ¿Mencionaba televisión? Bueno, debí decir Netflix, uno de los canales de televisión a la carta por internet, el que veo, aunque hay varios, este lo siento inagotable. He visto más películas en estos cuatro meses que en los últimos 20 años.


El domingo pasado vi una que me impacto, se llama: "Juego de Honor". El tema de la película es algo que en realidad nos hace mucha falta en el mundo actual: Honradez y Disciplina. Es la historia de un entrenador de basquetbol de la escuela secundaria de Richmond, donde el 50% del alumnado no se gradúa y, de ese 50%, el 30% va a prisión. Richmond se encuentra entre dos ciudades económicamente afluentes, la de Berkeley –sede de la Universidad de California– y Oakland Hills. Desgraciadamente, se convirtió en un barrio marginado afroamericano por la falta de empleo, ya que dejaron de fabricar los "Liberty Ships" de los astilleros Kaiser –uno de los cuales fue bautizado con el nombre Rubén Darío– clausurado al terminar la Segunda Guerra Mundial.

En esa Secundaria, se graduó Ken Carter, protagonista de la película, un deportista talentoso del baloncesto, en los "Richmond High School Oilers" del 73 al 77, estableciendo récords escolares de todos los tiempos, en anotaciones y en asistencias, los cuales permanecieron aun cuando asumió el cargo de entrenador, 20 años después de graduarse.

Es importante conocer un poco la vida de Ken Carter en el pequeño pueblo de Fernwood, Mississippi, donde creció en una familia de siete hermanas y un hermano, todo el tiempo con ambos padres en el hogar, dentro de una comunidad muy unida. Las raíces de su pequeño pueblo se quedaron en él cuando la familia se mudó a la atribulada ciudad de Richmond.

La película –un drama con acción deportiva– nos presenta a un Ken, interpretado magistralmente por Samuel L. Jackson, que, a sabiendas de que su alma mater se había deteriorado y los miembros del equipo eran groseros, irrespetuosos y malos estudiantes, decidió aceptar el reto de cambiar las cosas, valiéndose de una forma audaz de disciplina.


En parte, su éxito se debió al interés que tuvo en sus jugadores fuera de la cancha, lo cual no aparece en la película. Los llevó a visitar a empresas de alta tecnología en Silicón Valley, a 60 millas de Richmond, queriendo enseñarles que a pesar de todos los titulares que venían con el estrellato deportivo, la educación era una ruta más segura hacia el éxito. "Hay menos de 5,000 empleos en todos los deportes profesionales en los que puede ganarse la vida", señaló Carter. "Pero una compañía, Microsoft, tiene más de 10,000 millonarios en esa compañía". Carter también llevó a sus estudiantes, algunos de los cuales no sabían de que había bosques en California, en un viaje a una de las reservas estatales de secuoyas gigantes.

Carter hizo que todos sus jugadores se comprometieran, firmando un contrato avalado por la madre o padre –en el caso que existiera-, en mantener un promedio de 2.3 puntos (0.3 más alto que el requerido por el estado), mantener registros perfectos de asistencia a clase, sentarse en la primera fila siempre, dirigirse a hombres y mujeres como "señor" y "señora", etc… El nuevo nivel de disciplina que Carter exigió hizo maravillas en la cancha, pero no sigamos, ya que, en verdad deseo que no se pierdan de ver y disfrutar la película, la cual nos dice que todo es posible, siempre y cuando, logremos educar y disciplinar a nuestra niñez dentro del entorno familiar.




Algunos sistemas en línea para conferencias y reuniones usando el Internet

· Zoom
· 8x8
· Google Meet
· itsi
· Webex de Cisco
· Skype
· Whatsapp (hasta 8 personas)

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