domingo, 21 de junio de 2020

El Archivo DCLVIII

¿Qué Sucede Realmente?
Pregunta que habita nuestra mente permanentemente con esta crisis sanitaria y económica, de vez en cuando la compartimos en la intimidad. No solo las costumbres han cambiado, pues, en ciertos países, quienes mueren es secreto de estado, por lo que lo mejor es comenzar un nuevo estilo de vida, retomar la sencilla ética milenaria: ¡Hacer el Bien, Sin Mirar a Quien!

Tenemos muchos años que venimos incentivando a nuestros lectores a tomar en serio el espíritu comunitario, en estos momentos de incertidumbre es muy conveniente ponerlo en práctica, es la única "Realidad" que es "Cierta" y está a mano, nos da la oportunidad de ejercer nuestra voluntad sin temor, pues ese espíritu esta siempre entre nosotros.


"Globalismo" versus "Espíritu Comunitario" en verdad no existe, pues son polos que pueden convivir y subsistir, debido a sus múltiples facetas. El "Globalismo" nos mantiene informados del acontecer en los más recónditos lugares del planeta, un beneficio, pero también es intimidante, crea temores, confusión, destrozos y muerte. El balance nos lo da el espíritu comunitario, ayudándonos unos a otros y refugiándonos en nuestras casas del invasor y mortal virus Covid-19.

No significa que el espíritu comunitario nos regrese a las cavernas, nos aísle o nos quite movilidad, ese derecho inalienable del ser humano a socializar que nunca se perderá, por lo contrario, es una invitación a conocer otras comunidades, otros seres, a intercambiar y apoyar los pequeños y medianos negocios, a fraternizar, a ilustrarnos de cómo mejorar nuestras vidas o como evitar los errores que han llevado al mundo a tanta guerra, a tanto exterminio, a tanto sufrimiento.


Es apertura a nuevos conocimientos, a integrarnos a los quehaceres y necesidades de nuestras respectivas comunidades, no como un espacio físico sino un conjunto de valores que unidos, ya sea por vecindad, familiaridad, afinidad o religiosidad, alcanzamos metas que nos benefician, como darle importancia a la sanidad ambiental y la educación.

Siempre los mayores obstáculos para el desarrollo de la humanidad han sido las ideologías que fueron creadas por mentes aberradas en busca de dominio y poder, lo cual conocemos, gracias a los avances y la apertura de la comunicación, pero desgraciadamente el ser humano es cortoplacista, lo han engañado los "espejitos", las promesas preñadas de odio, envidia y egoísmo.


La felicidad y bienestar esta en nosotros mismos y en nuestros esfuerzos, por lo que es importante cumplir con nuestras obligaciones cívicas, votando en las elecciones para elegir gobernantes responsables y honestos, que velen por nuestra salud y educación, que nos ayuden a triunfar en la vida, con leyes y reglamentos que reconozcan e incentiven las luchas ciudadanas, reconociendo nuestros méritos y amparando la naturaleza, nuestro hábitat.

Una de las grandes ventajas del espíritu comunitario, es conocer a sus integrantes, saber de sus valores y/o taras, algo difícil, pero no imposible, y detectar "oportunistas" o "vividores" para que no se cuelen. Lo hemos comprobado recientemente con el actuar de las comunidades de pequeños y medianos agricultores y ganaderos en la defensa de sus derechos, especialmente ahora que una gran mayoría de ellos, han logrado educarse, liberándose de la ignorancia en que se mantenía a sus antecesores. Un ejemplo para América es su unidad comunitaria ante el vergonzante y fracasado proyecto de la Ruta del Canal por Nicaragua.


Otro ejemplo son las comunidades religiosas, que siguiendo las doctrinas de Jesús, constantemente recuerdan a sus fieles de que nuestro bienestar está basado en el de nuestro prójimo o sea en el de nuestra comunidad.

Y si hay algo que siembra esperanza en el futuro de los pueblos de América, es su juventud, valiente, arrojada y con ansias de conocimientos que, con el heroísmo de gigantes, exponen sus vidas en la lucha que siempre ha tenido nuestra humanidad: ¡La Libertad!

En respuesta a la pregunta que titula este escrito, es indispensable crear grupos comunitarios que nos animen a realizar nuestros sueños, derrotando la corrupción, la ignorancia y ese ahogante yoquepierdismo. No esperemos que vengan a liberarnos, hagámoslo nosotros, hombro con hombro y comunidad con comunidad, y además a sabiendas que aparte de nuestra voluntad, contamos con la ayuda de Dios.

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