domingo, 28 de octubre de 2018

El Archivo DLXIX – Son Seres Humanos, No Mercadería


Es triste y doloroso vivir en un mundo inestable, pero más aún, tener que abandonar tu tierra, tu hogar, por humilde que este sea, obligado por circunstancias invivibles.

Pero hay algo peor e indignante; el que los corruptos se aprovechen de la desesperación por emigrar del pueblo y financien su éxodo, utilizándolos con fines políticos. Actualmente es lo que sucede con la dramática "caravana" de seres engañados y desesperados. Los medios nos informan de una "caravana" de madres embarazadas con bebés de meses en sus brazos, ancianos de edad muy avanzada, mutilados en sillas de ruedas, etc... Esto no es lo que ocurre normalmente. Esta caravana es una estrategia geo-política.

La caravana no es de trabajadores en búsqueda de mejores oportunidades, es una trama de políticos corruptos. Su finalidad es crear una humarasca que cubre los asesinatos y persecuciones que se están llevando a cabo en sus respectivos países. Un show mediático, repugnante y vergonzoso, que indica la perversión que existe en las mentes malévolas de los gobernantes que usan, como si fueran mercadería, a los seres humanos.


Si nuestra región, de clima maravilloso y exuberante naturaleza, estuviera administrada por ciudadanos honestos y responsables, sería una región de muchos inmigrantes e inversionistas que contribuirían a su desarrollo. Lo que tenemos hoy son repúblicas vergonzantes, cuyos ciudadanos huyen en búsqueda de una nueva vida, pues sus dirigentes, desprovistos de visión alguna, no aceptan que la justicia y el respeto a los derechos humanos nos florezcan y traigan bienestar social y progreso.

Quienes emigran lo hacen por necesidad, por lo tanto, es fácil manejarlos y establecer esta nueva modalidad, especialmente cuando se les paga. No fue una iniciativa propia, la de agruparse en miles para poder penetrar la frontera de los Estados Unidos. A esto, se suma la desesperación de huir de los delincuentes que se han apoderado de sus países. Ignoran los peligros y arriesgan sus vidas, escapando de la violencia y de la pobreza. La realidad se convierte en ‘emigrar o morir’.

El problema de Centroamérica, con excepción de Costa Rica y Panamá, no son las llamadas "maras", producto de éxodos de los abusos del pasado y que gobernantes espurios usan para su beneficio. Son ellos mismos los que despilfarran el dinero recibido de parte de Estados Unidos y otros países para la creación de fuentes de trabajo, en programas de su conveniencia política.


Lo que no puedo comprender es como los encargados del desembolso de la ayuda de Estados Unidos no exigen una rendición de cuentas exhaustiva. Controlando los desembolsos, a fin de que el dinero cumpla con los propósitos concebidos y así evitar el éxodo de esa mano de obra tan necesaria para que las naciones se desarrollen.

No es posible que a estas alturas y teniendo los donantes de millonarias ayudas, delegados en todos estos países, no puedan darse cuenta de los abusos presupuestarios y más aún, de cómo desperdician o mal usan las ayudas a su gusto y antojo. Comprendo que los compadres de Venezuela, Rusia y otras naciones corruptas lo acepten, pues son zorros del mismo piñal, pero los Estados Unidos y otros gobiernos democráticos, que tienen la obligación de rendir cuentas a su ciudadanía y están obligados a exigir contabilidad, al no supervisarlos convierten la ayuda en un crimen de lesa humanidad. ¿Qué es lo que está sucediendo en estos países exportadores de pobreza?

¡Sabemos que las protestas son justas y necesarias, pues las estafas, desfalcos y abusos del gobierno en los ministerios y entes autónomos son descaradas!

¡Sabemos del lamentable estado de la educación pública y la salud!


¡Sabemos que los exportadores de nuestros productos agrícolas no pagan la tarifa del mercado internacional!

¡Sabemos que los campesinos tienen que trabajar hasta 15 horas al día, sin recibir una paga justa!

Y sabemos que nuestros ejércitos tienen un armamento desproporcionado sin razón aparente, pues ninguna fuerza del exterior los está invadiendo. Ejércitos que ni siquiera pueden proteger a sus hermanos, ciudadanos desarmados, que ejercen su derecho de protestar, mientras sicarios enmascarados e ilegales les asesinan con armas de guerra, o les apresan y los confinan en mazmorras, donde sufren horrendas torturas y todavía nos preguntamos, ¿Porque nuestros pueblos prefieren enfrentar sufrimiento y hasta la muerte en su éxodo y se enrolan en esas dudosas caravanas gigantes?

¡YA ES TIEMPO DE PARAR LA IGNOMINIA DE LOS CORRUPTOS!

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