domingo, 19 de noviembre de 2017

El Archivo CXX – ¡Dreamer y/o Indecisos!


La Administración Trump, ha decidido "hacer nuevamente grande" a la Unión Americana, con una serie de medidas que van en contra de lo que en verdad le ha distinguido como grande en el mundo: Ser refugio de inmigrantes. Lo más cruel de su nueva política migratoria es negarle a los 800,000 "dreamers" –soñadores en español– permanecer en el país donde crecieron, se educaron y, como el 99.5% de los inmigrantes latinoamericanos, sin ser carga para el Estado. El 0.5% punto faltante es aplicable a los cubanos que han logrado ayuda económica mientras encuentran trabajo. Ingresaron ilegalmente al país siendo niños con sus padres que huían del infortunio político y económico en sus lares nativos.

La actual Administración de Washington, al dar por terminado el programa "Acción diferida para los llegados en la infancia", conocido como DACA por sus siglas en inglés, nos enfrenta a una decisión inhumana y catastrófica, ya que se trata de jóvenes, algunos ya profesionales, que crecieron en USA y no tienen otro país en el que podrían sentirse en casa, por lo que desarraigarlos les causaría daños irreparables, como lo expresa David Coleman, presidente del "College Board", prestigiosa organización cívica que ordinariamente evita comentarios políticos, apoyado por la profesora de la Universidad del Sur de Florida, Elizabeth Aranda, al decirnos que "regresará a muchos al pasado en el que vivían temerosos e inseguros en cada paso que daban", lo cual es un acto terrorista, ya que es sentenciarlos a muerte en vida.


En parte el editorial del diario "El Tiempo" de Colombia expone lo que nosotros siempre hemos pensado: "La idea del presidente Barack Obama, cuando estableció el programa en el 2012, era formalizar de manera temporal a aquellos que, en su mayoría de América Latina, llegaron como jóvenes inmigrantes sin papeles a ese país, con la condición de que no tuvieran antecedentes criminales, entre otras condiciones".

Y continúa, "Era el reconocimiento de que en EEUU… país levantado por inmigrantes… salir adelante era posible dentro de la lógica del trabajo duro, de la inteligencia y del mérito: el sueño americano en la más noble de sus versiones. Pero ahora, por la decisión de Trump, siguiendo los dictados de la derecha supremacista y racista… muchos colombianos, quedaron en un limbo injusto y desesperado, porque si en seis meses, no surge del Congreso una salida legal para estos, estarían expuestos a la deportación a sus países de origen, en muchos casos a lugares que no conocen… Un olímpico lavado de manos de Trump… vale la pena reflexionar sobre lo que está sucediendo en una sociedad que tiene entre sus prioridades deportar a algunas de sus mentes más brillantes o a parte de su mano de obra más cualificada, a jóvenes en los cuales el Estado ha invertido enormes recursos y en quienes están enfocadas tantas esperanzas no solo de sus familiares, sino del país mismo".


Y finaliza el Editorial "Por suerte, hay estados que en una especie de rebeldía han prometido proteger a sus dreamers. California es uno de ellos. También, centros académicos y universidades se han comprometido a salvaguardar información de sus alumnos indocumentados y varias empresas de talla mundial, como Facebook, Disney y Apple, han condenado la decisión del Presidente. La eliminación del DACA, enmarcada en el llamado 'American First' (Americanos primero) de la administración Trump, sin duda, se está convirtiendo en un doloroso tiro en el pie".

En otra dimensión tenemos a los que llamamos "indecisos o devotos del famoso mañana", inmigrantes de países centroamericanos, que recibieron por años el beneficio de un programa llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), creado por el departamento de Seguridad Nacional en 1990, concediendo permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales y que se durmieron sin buscar cómo cambiar su estatus migratorio.

Más de 5.300 inmigrantes nicaragüenses y 86.163 hondureños, según cifras oficiales, se quedarán sin sus permisos para vivir y trabajar en Estados Unidos o sea que para los nicas el programa estará concluido el 5 de enero del 2019, para "permitir –como dice las autoridades estadounidenses– una transición ordenada" y que puedan solicitar "un estatus alternativo" o para que "preparen su regreso y reintegración" a su país.


Lo anterior significa que los hondureños y nicaragüenses deben priorizar el cambio de su estatus, ya que la Secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, al pedir al Congreso que promulgue "una solución permanente para este programa temporal" reconoce "la dificultad que enfrentan los ciudadanos de Nicaragua y otros países", por lo que está abriendo una ventana para evitar esta catástrofe humana.

Un supuesto genio de los negocios, Donald Trump, está corriendo del país a personas en las que se ha invertido sendas sumas en prepararlas, que aunado en que el Estado no gasta en mantenerlas, demuestra que el asunto es más por xenofobia que por otra cosa. Una llamada a su Congresista en favor de los "soñadores" ayudaría a encontrar una solución permanente.

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