domingo, 9 de julio de 2017

El Archivo DI – Rubén Darío y La Libertad!

La obra del inmortal Rubén Darío, es diversa y en ella destellan mensajes de libertad y patriotismo, sintetizados en la frase que dice "si pequeña es la patria, uno grande la sueña", en estos momentos en que el precioso don de la libertad, peligra en varios países del mundo, en especial en nuestro continente (Venezuela principalmente), sus cantos proféticos de esperanza, cobran actualidad.

Darío, emocionado cuando pasó frente a la Estatua de la Libertad, al ingresar por vez primera a Nueva York, escribió la hermosa oración que dice: "A ti prolífica, enorme, dominadora. A ti Nuestra Señora de la Libertad. A ti, en cuyas mamas de bronce alimentan un sinnúmero de almas y corazones. A ti, que te alzas solitaria y magnífica sobre tu isla, levantando la divina antorcha. Yo te saludo al paso de mi steamer, prosternándome delante de tu majestad. Ave libertad, llena de fuerza; el Señor es contigo: bendita tu eres".

En su devoción por la libertad, Darío añora en su poema "A Colón" a los aborígenes americanos que, "libres como las águilas", perseguían a los pumas y los bisontes.

El espíritu de Darío y sus sueños por libertad que desde adolescente atesora en su mente, inspiró la lucha de Martin Luther King Jr., cuando el 28 de agosto de 1963, con el monumento de Abraham Lincoln a sus espaldas y una multitud de seres en su mirada, pronunció sus históricas y famosas palabras "Tuve un sueño… por fin soy libre, por fin soy libre, gracias a Dios todopoderoso, soy libre al fin", lo cual cambió el curso de la lucha histórica de la igualdad racial en los Estados Unidos y nos compromete a luchar por la libertad.

Los escritos de Darío, en cualquiera etapa de su vida, "eran de un ardiente canto a la Libertad". Su primer poema de repercusión continental, "Oda al Libertador Bolívar" escrito en 1883 con motivo del primer centenario de nacimiento:

La libertad es aurora:
hace que el sol brille refulgente,
y el cielo se colora,
y aparece esplendente
con un fulgor de Dios sobre la frente.

Mensaje que cobra actualidad en la lucha del "Bravo Pueblo Venezolano" por su libertad, que casualmente en el Día de su Independencia, el pasado miércoles, 5 de julio, se vio mancillada por hordas del populismo destructor del "castro chavismo" que asaltaron a la Asamblea Nacional, hiriendo a diputados y trabajadores de ese Poder del Estado.

Aquí cabe el espíritu de Darío, ese que en su "Canto a la Argentina" (1910), que este domingo 9, conmemora su Independencia y que lucha por liberarse del fatal populismo, les exhorta con ese su siempre vivo espíritu libertario al cantarles "Oíd mortales, el grito sagrado: Libertad, Libertad, Libertad".

Para Darío, Libertad es un canto y un grito sagrado. En 1904 Darío en su "Oda a Roosevelt" (al presidente Theodore Roosevelt Jr.) se dirige a Estados Unidos, con la "voz de la Biblia y los versos de Walt Whitman".

En "La Marcha Triunfal", la "Oda a Mitre" y aun los místicos, como "Los Motivos del Lobo", encontramos cantos a la Libertad; ante la petición de Francisco de Asís de perdonar al hombre pues "En el hombre existe mala levadura", el lobo de Gubia responde,

Déjame en el monte, déjame en el risco
déjame existir en mi libertad
vete a tu convento, hermano Francisco
sigue tu camino y tu santidad".

Recordando trozos del artículo que escribí sobre Héctor Darío Pastora, apóstol del poeta inmortal y coautor de este "Archivo", en el que presentamos al Rubén Darío, vocero de la libertad, poeta que con su pluma viajo por el mundo, dibujando y pintando en el lienzo de la literatura las luchas, las esperanzas y triunfos de nuestros pueblos por su libertad.

A los 13 años escribió su primer poema "Una Lagrima", que fue la primera que rodó en sus mejillas al poner en práctica su filosofía humana del bien y el mal, ejerciendo cargos diplomáticos importantes, en los cuales armonizaba el americanismo, dándole identidad a las "ínclitas razas ubérrimas, sangre de hispana fecunda" (Salutación del Optimista en Cantos de Vida y Esperanza).

En la actual crisis política de nuestra América, "debemos recurrir al legado del Vate y su deslumbrante visión patriótica por el destino democrático, dentro del sistema republicano de nuestros países, quien nos dice en su artículo 'La Comedia de las Urnas', que no debemos defraudar las aspiraciones y las esperanzas de nuestros pueblos".

Rubén fue un poeta patriótico, en su memorable discurso en León, Nicaragua, el domingo 22 de diciembre de 1907 expreso "yo he luchado y he vivido, no por los gobiernos, sino por la patria".

El Darío que nos envía mensajes, lecciones cívicas, éticas y morales en su obra, debe ser, como dijo René Schick Gutiérrez, presidente democrático de Nicaragua (1963), "método, camino, designio y bandera". Si así fuese, otra sería nuestra historia política.

Rubén Darío, desde su inmortalidad, clama "Escritores, el primer deber es dar a la humanidad todo el azul posible: Guerra a lo negro. ¡Azul! ¡Azul! ¡Azul!".

Hasta el próximo domingo 16 con El Archivo DII.

No hay comentarios:

Publicar un comentario