domingo, 5 de julio de 2015

El Archivo CCCLXXV – Filadelfia, 4 De Julio De 1776.

Ayer, 4 de julio, celebramos la efeméride de los "Hijos de la Libertad" en la ciudad donde se escribió, editó, aprobó y se publicó uno de los documentos más interesantes del mundo, ya que demostró, hace 239 años, que los pueblos no solo tienen "derecho a la Vida, a la Libertad y a la Felicidad" sino que "justifica una revolución cuando el gobierno hace daño a los derechos naturales".

Se han escrito muchos análisis sobre esta "Declaración de Independencia", pero después de leer muchos de ellos, gracias a Wikipedia, he decidido transcribir partes del documento, que en si resume la filosofía general de gobierno que justifica una revolución cuando el gobierno hace daño a los derechos naturales.

He aquí partes de la declaración unánime de los trece Estados Unidos de América:

"Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado al otro y... Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla, o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.


La prudencia, claro está, aconsejara que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos... Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad y su felicidad.


En cada etapa de estas opresiones hemos pedido justicia en los términos más humildes; a nuestras repetidas peticiones se ha contestado solamente con repetidos agravios... que pueden definir a un tirano, que no es digno de ser el gobernante de un pueblo libre.


Tampoco hemos dejado de dirigirnos a nuestros hermanos británicos. Les hemos prevenido frecuentemente de las tentativas de su poder legislativo para englobarnos en una jurisdicción injustificable. Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigración y establecimiento aquí. Hemos apelado a su innato sentido de justicia y... También ellos han sido sordos a la voz de la justicia y de la consanguinidad. Debemos, pues, aceptar la necesidad de nuestra separación y considerarlos como consideramos a las demás colectividades humanas: enemigos en la guerra, amigos en la paz.


Por tanto, los Representantes de los Estados Unidos de América convocados en Congreso General, tomando como testigo al Juez Supremo del Universo de la rectitud de nuestras intenciones, en nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos público y declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben serlo por derecho, Estados Libres e Independientes, que quedan libres de toda lealtad a la Corona Británica, y que toda vinculación política entre ellas y el Estado de la Gran Bretaña queda y debe quedar totalmente disuelta; y que, como Estados Libres o Independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes. Y en apoyo de esta Declaración, con absoluta confianza en la protección de la Divina Providencia, empeñamos nuestra vida, nuestra hacienda y nuestro bien más sagrado, el honor."

Fue Thomas Jefferson el principal artífice de este documento, el cual fue coeditado y revisado por Benjamín Franklin, John Adams, Roger Sherman y Robert R. Livingston, pero da la casualidad de que en esos días cruciales, Francisco de Miranda se encontraba hospedado en el mismo Hotel con su amigo Jefferson, por lo que es posible que haya influido en lo de la insistencia de los derechos de los pueblos a rebelarse y en las frases del Preámbulo que tocaron el corazón y las mentes de los futuros americanos "verdades evidentes por sí mismas", "hombres creados iguales", "dotados por su Creador de derechos inalienables"…

Años después, nuestro Darío se interesa por el acercamiento de la nueva nación y América Latina y escribe "Salutación al Águila", cuya estrofa medular, transcribo:

Águila, existe el Cóndor. Es tu hermano en las grandes alturas.
Los Andes le conocen y saben que, como tú, mira al Sol.
May this grand Union have no end, dice el poeta.
Puedan ambos juntarse, en plenitud de concordia y esfuerzo...

Para finalizar, me honro en rendir tributo a Judíos Americanos que con su apoyo hicieron posible la gesta libertaria de las Colonias; Mordecai Sheftall, el humilde; Francis Salvador, el Paul Revere del Sur y Haym Salomon, el financiero. Todos participaban en eventos cívicos y sociales ayudando a la comunidad en general, distribuían alimentos, dinero y recursos a los que perdían sus hogares y sus haberes. No todos eran devotos y rezaban todos los días, pero cumplían con sus creencias judías en ayudar al prójimo en general y combatir por la paz, ya que cuando contribuyes con algo que te pertenece, sea grande o pequeño, se logra la diferencia. Son héroes cuyos nombres poco se mencionan y merecen reconocimiento.

Hasta el próximo ARCHIVO del domingo 12 de julio, donde seguiremos con datos de la Gran Filadelfia, que trata de convertirse en una urbe con atractivos modernos, pero celosamente manteniendo su Historia y sus reliquias.

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